PROGRAMA DE DESARROLLO PRÁCTICA CEUPE

Un programa de desarrollo que se propone ahora presenta cinco pasos para su consecución:

1. Evaluar las necesidades de la empresa

2. Solicitar una autoevaluación a los trabajadores

3. Evaluar el nivel de habilidad del personal

4. Examinar las oportunidades de desarrollo con el personal

5. Monitorear el progreso del personal

Primer paso: Evaluar las necesidades de la empresa

Para aplicar el programa de desarrollo, en primer lugar, es indispensable que se analice tanto los factores externos como los factores internos que van a repercutir en la empresa. Si hablásemos de los tiempos actuales, habría que considerar como un factor externo relevante y más que significativo a la pandemia porque influye de forma considerable en la oferta y demanda de trabajo, la situación económica de los trabajadores y los cambios sociales y demográficos que se han generado en el último año.

Ahora bien, la pandemia podría considerarse un factor interno o, en realidad, un gatillador de otros factores internos tales como el ausentismo, los cambios en la estructura del trabajo, la disminución o ausencia de apoyo entre el personal y una deficiencia en las capacitaciones provistas a los trabajadores.

Estas observaciones nos permitirán ser conscientes de qué es lo que la empresa necesita, de qué está careciendo, qué dificultades presenta y qué es lo que debe modificarse, reducir o ampliar para mejorar su rendimiento y su productividad.

Segundo paso: Solicitar una autoevaluación a los trabajadores

Posteriormente, tenemos que enfocarnos en el personal y sus competencias, por lo que, una vez establecidas las demandas de la empresa, se les solicitará a los trabajos que se autoevalúen en cuanto a sus aspiraciones, fortalezas, intereses y áreas a mejorar, así como también solicitarles que, en base a esos resultados, expliquen y desarrollen cuáles son sus aspiraciones laborales y qué requisitos considera que debe cumplir para poder realizarlos.

Paso tres: Evaluar el nivel de habilidad del personal

La información facilitada por el personal nos permitirá tener acceso a la parte introspectiva del trabajador y constataremos su desempeño en la empresa con sus metas y aspiraciones, comprobando así cuán consciente es sobre sus capacidades, cuán enfocado está en sus ambiciones y si es realista sobre las posibilidades que tiene de lograrlo.

De este modo, podremos clasificar a aquel(los) trabajador(es) que cumpla con las exigencias que la empresa necesita y qué es lo que requiere para que pueda crecer personal y profesionalmente en el proceso y contribuir exponencialmente a la empresa, esto incluye sus habilidades técnicas, sus habilidades sociales, sus aptitudes (talento natural o disposiciones para aprender) y sus actitudes (mentalidad y perspectiva sobre sí mismo, la vida y el trabajo).

Es aquí donde se va a revisar, analizar y comprobar si las necesidades de la empresa están en concordancia con el desempeño y la trayectoria del personal.

Paso cuatro: Examinar las oportunidades de desarrollo con el personal

Una vez que se tenga conocimiento sobre las necesidades de la empresa y las capacidades de los trabajadores, se procederá a desarrollar nuevas dinámicas y actividades, tales como campañas de capacitación para cubrir carencias y mejorar el rendimiento; la delegación de nuevas responsabilidades acorde a las habilidades de los trabajadores; y planificación y ejecución de nuevos proyectos que permitan desarrollan profesionalmente al personal y potenciar su desempeño laboral.

Por supuesto, estas aplicaciones deben pensarse en función al contexto. Si, por ejemplo, actualmente el personal se rige por el teletrabajo entonces se hacen uso de medios y herramientas digitales para llevarlas a cabo.

Paso cinco: Monitorear el progreso del personal

Finalmente, es

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