PROGRAMA ESTRATÉGICO GERENCIAL DIRIGIDO A LOS COLECTIVOS DE GESTION PARA LA PARTICIPACIÓN SOCIAL RESPONSABLE

INTRODUCCIÓN

La Educación está dando un giro trascendental para responder a las exigencias de la sociedad, es allí que, se dirige a transformar el proceso enseñanza-aprendizaje de los niños para contribuir a la formación integral a través de la participación de la familia. La participación es posible pero a su vez necesita apoyo, tiempo, formación de todos los participantes, intercambio de experiencias, sistemas de incentivación. La articulación de nuevas estructuras de participación supone y demanda una acción pedagógica que promueva sensibilidad, interés, información, comprensión, habilidades, recursos y nuevos modos culturales.

Por otra parte, actualmente, la educación plantea la necesidad de adecuar el proceso de enseñanza y aprendizaje a la realidad social, lo cual significa que debe existir una relación entre la experiencia escolar y el contexto natural del niño(a). Sin embargo, a través de las iniciativas de escuela se busca la planificación, ejecución, evaluación y corrección escolar, lo cual no es exclusividad del gobierno, porque la escuela es también de los padres y ellos son corresponsables con la dirección de la escuela, con sus maestros, con el ministerio y con la institución en estudio.

De igual manera, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), llama a esta conjunción de fuerzas "corresponsabilidad entre sociedad y Estado" enfatizando que la participación directa de la gente en la toma de decisiones para la solución de sus problemas y los de su comunidad, crea una nueva relación ciudadana que en el ámbito de los derechos sociales, desarrolla la triada solidaria entre sociedad, familia y Estado.

Asimismo, la conveniencia de la relación escuela-familia para potenciar las influencias educativas es reconocida y aceptada en el plano teórico. Las dificultades estriban en la materialización de la colaboración entre estas instituciones. Los padres en ocasiones trasladan la responsabilidad educativa a la escuela, al considerar la escuela como una institución de guarda y custodia. El fenómeno emerge con la educación escolar obligatoria al principio del siglo XX. Anterior a este momento la familia era la encargada fundamentalmente de la función educativa. Con la obligatoriedad de la escolarización y el carácter instructivo adjudicado a la escuela se privilegió la misión educativa de esta.

En tal sentido, la relación familia y escuela emerge por la necesidad de complementar la acción educativa. Padres y maestros saben sus fortalezas y limitaciones y reconocen los beneficios que generan la complementariedad lograda si se entrecruzan los impactos educativos. La implicación de los padres en el proyecto educativo es un rasgo común de los programas con efectos más estable y duraderos. La participación de la familia en la escuela le confiere a los padres otra perspectiva sobre el niño y su educación y les aporta nuevas actitudes y diferentes estilos de relación y prácticas estimulantes, las que se acercan más a la visión de los educadores.

Por ello, la investigación se dirige proponer un programa estratégico gerencial dirigido a los colectivos de gestión para la participación social responsable en la Escuela Técnica, a fin de fomentar el trabajo en grupo, el auto-aprendizaje y reforzar el aprendizaje integral de los estudiantes, así como generar la responsabilidad, el compromiso por la asignación escolar.

La estructura general del trabajo está formada por tres (3) capítulos, un apartado de referencias y anexos los cuales se especifican a continuación: En el Capítulo I, el problema con su planteamiento, objetivos, justificación. El Capítulo II, el Marco Teórico con los antecedentes de la investigación, sus bases teóricas, legales y definición de términos; en el Capítulo III el Marco Metodológico de la investigación. Finalmente se presentan las referencias bibliográficas consultadas y los anexos del estudio.

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

La sociedad a nivel mundial en las primeras décadas del siglo XXI, está sufriendo un reacomodo en todos los ámbitos: social, económico, político y educativo, por lo tanto, se puede afirmar que la sociedad en sentido general está en crisis y con ella sus componentes educacionales entre los que se resalta la escuela- familia y comunidad. La educación impartida dentro de este entorno se ubica a esta circunstancia, por lo cual es necesario que despliegue su papel fundamental de reproducción social y socialización de individuo como un mecanismo fundamental en el perfeccionamiento de la sociedad, debido a que se fundamenta en la formación y desarrollo de las mejores potencialidades humanas para vivir en paz y democracia.

Este es el motivo por el cual la educación se debe adaptar a las circunstancias sociales y acerque a la realidad de las personas, en función de sus necesidades e intereses, con el fin de producir una alternativa a la crisis planteada. En este contexto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD: 2006), considera que es necesario que los seres humanos alcancen la formación académica acorde con las exigencias de la sociedad actual, en donde se busca la excelencia del estudiante.

En correspondencia con lo anterior se reconoce que los seres humanos forman sus propios sistemas de metas y valores, al mismo tiempo que en la sociedad los grupos sociales tienen propiedades comunes y diferentes de las de cada uno de sus miembros; las propiedades compartidas constituyen la génesis de las llamadas organizaciones y éstas son las formas predominantes de la sociedad. Asimismo es de considerar la preocupación que en diferentes países se demuestra para que exista la integración comunicacional efectiva entre la escuela y la comunidad, paradigma que hace que los involucrados en el proceso educativo reconozcan la necesidad de alinear voluntades para el logro de la formación académica del hombre del mañana.

En el mismo orden de ideas, Pacheco, citado por Gutiérrez (2009), expone:

La integración escuela-comunidad en el proceso educativo promueve en el individuo una toma de conciencia acerca de la importancia de sus aportes para contribuir como miembro del ámbito educativo con el logro de objetivos mediante la creación de mecanismos enfocados. (p.4)

Analizando se entiende entonces que la integración de la comunidad, representada, contribuye con el logro de objetivos que tengan como común denominador la formación académica del educando el cual debe responder a las exigencias de la sociedad actual, debido a que se incluyen los consejos comunales, docentes, alumnos, padres y representantes en el arbitraje del plantel en el ámbito académico, de infraestructura o decisiones importantes que amerite la participación del colectivo para el bienestar de la institución.

En este sentido, Nassif citado por Bruguera (1994), señala:

La Escuela impulsa el desarrollo social, pero lo hace en armonía con los factores políticos, económicos y culturales, por lo tanto su posibilidad como elemento de transformación social son reales, pero limitados dentro del complejo que se entrecruza en la comunidad. (p. 35).

La cita en cuestión evidencia que en Venezuela, estos factores han generado la necesidad de una Escuela Democrática, donde exista de manera significativa la participación de todos, entendida esta como el proceso mediante el cual los individuos se organizan para hacer posible el surgimiento de fórmulas efectivas de cooperación y capacidades para crear nuevas potencialidades en individuos y grupos diferentes, creando nuevas fórmulas para solucionar problemas existentes en beneficio de las comunidades; una escuela que transforme e integre la comunidad, donde el proceso de aprendizaje sea activo y crítico, donde se consolide la formación de un individuo apto para desenvolverse en un ambiente social de cambio constante. Por lo tanto, es importante señalar que la función de la Escuela debe ir más allá de ser una institución donde se facilite y transmita el conocimiento.

En este orden de ideas Bruguera (1994) cita a Yánez, quien acota que: “... si queremos que el fenómeno educativo se desarrolle al máximo en una determinada comunidad, es necesario integrar las acciones de sus miembros hacia la satisfacción de esa necesidad”. (p. 37). Dicha integración es visualizada en las instituciones escolares a través de la participación que ejercen todos sus miembros y en este sentido, es importante señalar que Murray citado por Bruguera (ob.cit.), define la comunidad como: “... un grupo de personas ocupando una determinada área de sociedad, la cual participa de un sistema de intereses y actividades bastante amplio, como para poder incluir casi todas sus relaciones sociales” (p. 48) el énfasis queda marcado por la relación hombre-hombre en la búsqueda de satisfacción de situaciones y/o carencias que les afecten y por ende conlleva a la participación como elemento prioritario que permite la dinamización y organización de los grupos humanos, en este caso en particular la comunidades asociadas a un núcleo de desarrollo de actividades educativas.

Lo anteriormente expuesto coloca a la participación social como elemento clave en el camino efectuado por el ser humano en las diferentes etapas desarrolladas para alcanzar su organización social, estas etapas han ido sufriendo procesos de complejización a través de la historia, manteniendo la participación comunitaria como fundamento de su existencia. De allí que en el país, este esfuerzo sea uno de

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