Pensamiento Complejo

Con el propósito de tener una visión más clara del importante papel que desempeñan las ciencias naturales y sociales, sus aportaciones en los distintos campos del conocimiento al interior de las sociedades actuales en el presente siglo, así como su influencia en la educación, tomando en cuenta la gran complejidad que se vive, la incertidumbre y el riesgo, se revisan diversos textos relacionados con la necesidad de implementar cambios en un mundo de constantes problemas. La necesidad de implementar cambios es pertinente en la vida cotidiana, con el objeto de resolver problemáticas de distinta índole, en el trabajo docente, ya que es imperativo que el alumno, además de participar en la construcción de su propio conocimiento, colabore, interactúe, desarrolle competencias que le permitan resolver la problemática del quehacer cotidiano y otras que le conduzcan a enfrentar, con un pensamiento complejo, los obstáculos de un mundo en constante transformación. El docente enfrenta la imperiosa necesidad de transformar su práctica profesional, partiendo de las constantes dinámicas que las sociedades del siglo veintiuno exigen, y que se manifiestan en las conductas, cuestionamientos y planteamientos de los alumnos y padres de familia, tanto como en los proyectos que el nuevo proceso educativo, a través de la Reforma Integral para la Educación Básica que tiende a orientar hacia una cultura científica, tecnológica y humanística en las nuevas generaciones lo que les permitirá participar, mediante el enfoque, desde un pensamiento complejo y crítico, aportar posibles soluciones a la grave problemática, contextualizada en las complejas sociedades actuales.

El desarrollo científico durante el siglo XX implicó el manejo y el consumo de grandes volúmenes de energía, lo que implicó un grave deterioro del ambiente en nuestro planeta, esta situación no podrá sostenerse por mucho tiempo más, ya que las consecuencias involucran graves riesgos para la salud humana y para la vida futura de los ecosistemas. Todo ello nos lleva a reflexionar en la importancia que la investigación científica, tanto en ámbito de la naturaleza, lo social y las humanidades tienda a desarrollar nuevas estrategias para aportar soluciones a los nuevos problemas que se están ya enfrentando. El panorama mundial de las sociedades modernas reflejan conflictos sin precedentes, pobreza extrema, hambruna, grupos humanos en condiciones de exclusión, violencia y desigualdad. En este contexto, resulta obvio que la educación también debe transformarse y asumir el reto de aportar lo necesario para el desarrollo de una sociedad del conocimiento en la que se valore la multiplicidad de culturas, se les respete, prevaleciendo condiciones de pluralidad, justicia social y democracia participativa, lo que se pretende generará un desarrollo sustentable en nuestra nación.

El conocimiento es parte esencial de la vida humana, por lo que es fácil señalar que a lo largo de la historia, todas las culturas han sido sociedades del conocimiento, y que dada la complejidad de las sociedades contemporáneas se requieren enfoques multi, inter y transdisciplinarios para comprenderlas. Las humanidades y las ciencias sociales han transformado los conceptos de ciencia, técnica y tecnología y cómo éstos se relacionan con la ética, la moral y los valores. De igual modo nos permiten ver la importancia de la educación en el momento actual, especialmente el papel que juega en la incorporación de valores.

Es muy evidente el impacto de las ciencias y la tecnología en las sociedades modernas, ya que es manifiesto el interés de las nuevas generaciones por asuntos de salud, ciencia , tecnología y las posibilidades que brindan en la solución de problemas, así como en la generación de más y nuevos conocimientos. En el ámbito educativo se ponderan las responsabilidades de los docentes en la promoción que se haga para que los alumnos , como futuros ciudadanos se involucren en la toma de decisiones sobre los asuntos públicos de las ciencias y las tecnologías, y estén debidamente preparados para ello, en función de una cultura científica , tecnológica y humanística. Educar para conocer, manejar, valorar y participar es una de las propuesta integrales encaminadas a una educación para la formación de ciudadanos capaces de implicarse cotidianamente en los asuntos que le conciernen. Se sugiere que la educación en valores no debe quedar restringida al ámbito familiar, también debe de fomentarse en la escuela. En un contexto multicultural de desigualdad, se impone un proyecto de formación democrática y de participación ciudadana, en la que el alumno aprenderá a compartir, cooperar, disentir, discutir, participar y decidir, lo que le llevarà a una vida democrática donde prevalezcan la justicia social, la libertad y la dignidad humana, que los encamine a la verdadera construcción de una sociedad del conocimiento.

Inmerso nuestro país en una grave crisis en muchos renglones de la vida nacional, lo que conlleva a un estancamiento generalizado en la economía e indica que nos alejamos sustancialmente de un bienestar necesario. Para superar la crisis antes mencionada se requiere, entre otras acciones, la transformación de la educación, para que contribuya a la construcción de un futuro sostenible, “una educación que garantice el conocimiento pertinente, desvelando el contexto, lo global, lo multidimensional y la interacción compleja, propiciando una inteligencia general apta para comprender el contexto, lo global, lo multidimensional y la interaccion compleja de los elementos”(Morín, 1999). Se pretende una educación básica en la que los niños puedan tomar decisiones para dar solución a problemas cotidianos, en situaciones de emergencia y de supervivencia, además de asegurarse una vida social exitosa. Partiendo de cuatro factores de formación de la subjetividad de los niños:

a) La influencia de las TIC(Tecnologìa de la información y la comunicación) y la TV

b) El interés de los niños en temas globales

c) El fortalecimiento de nuevas relaciones sociales y

d) El desarrollo positivo del sentido de sí mismo.

El tiempo que se vive, principios del siglo XXI puede no ser fácil para los niños, especialmente en los países menos desarrollados, hay mucha pobreza, poco acceso a los recursos del planeta, enfermedad, violencia y desintegración social. En todas las latitudes de la Tierra la preocupación de los niños por un mundo en constante transformación nos lleva a pensar si la educación y sus elevados ideales están cumpliendo con la enseñanza de los valores a que debe responder, si el quehacer educativo los prepara para enfrentar una realidad llena

...