Piera aulagnier y Mauss

El presente trabajo buscará analizar, a partir de los principales conceptos expuestos por la autora Piera Aulagnier en la serie de seminarios recopilados bajo el nombre Los Destinos del Placer,  dos fragmentos de la novela gráfica Maus del autor Art Spiegelman.

Maus es una novela gráfica de carácter histórico, biográfico y autobiográfico. En la misma el autor se ubica en dos planos, en el presente en el cuál él entrevista a su padre, y en el pasado reconstruido a partir de los relatos de la vivencia traumática de su padre, judío polaco, durante el holocausto judío ocurrido en la segunda guerra mundial. Resulta muy interesante un recurso que utiliza el autor, en el comic las personas están representadas como animales, los judíos son ratones, los alemanes gatos, los estadounidenses perros, etc. Una interpretación predominante de este recurso es que representa un intento del autor por reflejar la “desindividuación” creada por el holocausto, reduciendo al individuo a una nación, raza o etnia.

El libro se encuentra repleto de ejemplos para analizar las “anomalías” del aparato psíquico producto del terror que asolaba en esa época, pero a fines prácticos se han elegido dos páginas que reflejan la lógica perseguido- perseguidor y la alienación del yo.

Desde temprana edad el niño reconoce la existencia de la mentira, enunciados falsos propuestos por los Otros, los padres, quienes hasta ese momento habían sido la fuente de su conocimiento. El principal ejemplo utilizado por Freud es el cuestionamiento sobre el propio origen de los niños y las mentiras enunciadas por los padres ante dichos cuestionamientos. Frente a esta desilusión sufrida por el niño, este comienza a desconfiar de ellos y empieza a desarrollar así la capacidad de pensar lo que otro no piensa, renunciando a la ilusión de que Otro garantice lo real y lo falso. Se inicia así la autonomía del yo, independencia intelectual que genera placer en el cuestionamiento de la realidad (pulsión epistemofílica). Esta capacidad para pensar autónomamente del individuo, es renunciada o más bien reprimida en el estado de alienación.

Según la autora, el estado de alienación representa el límite extremo de una tendencia presente en los aparatos psíquicos de todos los sujetos. Esta tendencia es la del Yo a buscar un estado aconflictivo, buscar eliminar toda causa de sufrimiento o displacer que pueda surgir entre sus deseos, sus ideales y la realidad efectiva. En el caso de la alienación se suma la exclusión de toda causa de duda, el Yo se ve obligado a matar las partes de su propio pensamiento, a fin de preservar su vida. El alienado no es consciente del estado en el que se encuentra, a diferencia del psicótico, este estado presupone una vivencia no nombrable y no perceptible. Saberse esclavo del discurso, del pensamiento, objetivos y proyectos de otro (fuerza alienante) representaría una angustia insoportable para el aparato psíquico del individuo.

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