Planeacion Urbana En Mexico
siljim117 de Febrero de 2014
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Introducción
Desde que la planeación pasó a ser responsabilidad de los municipios , una gran mayoría de ellos no han tenido la capacidad de planear su desarrollo y ordenamiento territorial. Si consideramos las precarias condiciones en su desarrollo humano, social y económico podemos de alguna manera explicar la falta de condiciones para realizar el ejercicio de la planeación para el desarrollo urbano. Así es importante considerar como unos de los retos que enfrenta la planeación urbana y regional en nuestro país es la atención en aquellos asentamientos humanos de alta marginación caracterizados por bajos índices de desarrollo humano, gran atraso en su calidad de vida y por una gran dispersión física y territorial. En este contexto resulta determinante la creación de políticas regionales y sectoriales de que promuevan un desarrollo integral de las regiones y municipios más marginados del país, donde las condiciones de pobreza, marginación, falta de oportunidades de empleo, bajos niveles educativos son la constante.
En este documento, se abordan algunas reflexiones que surgieron a partir de diversos ejercicios de planeación urbana realizados en las tres Facultades de Arquitectura de la Universidad Veracruzana, teniendo como producto la elaboración de Programas de desarrollo urbano en localidades de alta marginación en el Estado de Veracruz. Dentro de este trabajo la comunidad académica involucrada reflexionó sobre diversos aspectos en torno a los procesos y aproximaciones para la planeación en las diversas localidades.
Antecedentes
La Secretaria de Desarrollo Social ha creado programas y estrategias para el desarrollo local de las poblaciones más rezagadas a través de acciones de mejoramiento urbano, impulso económico y desarrollo social que contribuyan a un mejoramiento y progreso integral. Entre estas acciones se encuentran las de dotar a localidades con mayor pobreza y marginación con instrumentos de planeación urbana que les permita dirigir el desarrollo anhelado, identificando y priorizando necesidades y problemas estableciendo un programa de desarrollo urbano-local de corto, mediano y largo alcance que contribuya a un ordenamiento y desarrollo territorial adecuado y pertinente.
Para esta tarea la SEDESOL través de programas como el de Microregiones, Jóvenes por México y Universidad Contigo implementó entre 2000 y 2007, ejercicios para la planeación urbana; acciones que significarían una bandera blanca más del conjunto de diversas acciones para el desarrollo social, así como el mejoramiento y provisión de infraestructura y equipamiento. Para esta planeación urbano-territorial, se involucra a las instituciones de educación superior como grandes aliados con capacidad ejecutiva adecuada y como actor principal de vinculación entre distintas entidades políticas y sociales para realizar una proceso de planificación que equilibrara los diversos intereses de los actores y que promoviera un proceso colaborativo. La planificadora Patsy Healey (1998: ) lo describe este tipo de procesos como aquel en donde los diversos actores vean reflejados sus intereses en el proceso y producto de planeación de manera que todos encuentren una razón por participar.
El producto del proceso de planeación urbana sería la elaboración de programas para el desarrollo y ordenamiento urbano local, realizados por el actor académico quien de manera organizada a través de grupos multidisciplinarios incluyendo arquitectos, ambientalistas, sociólogos, economistas, entre otros, afrontarían el trabajo de planeación para el desarrollo urbano con un enfoque “participativo”. El objetivo principal fue el de cruzar barreras disciplinarias, de status, poder y/o capital social y económico para alcanzar un equilibrio indispensable para buscar de manera conjunta y desde las bases de la sociedad soluciones pertinentes a las diversas problemáticas que aquejan a las diversas poblaciones con altos grado de marginación, para nuestra caso, del Estado de Veracruz. El proceso de planeación participativa, así mismo aseguraría el que las mayorías tuvieran conocimiento de la existencia de un instrumento para el desarrollo de sus localidades y como tal, coadyuvara a la gestoría social para la implementación y seguimiento de acciones. Finalmente, el instrumento, en forma de programa de ordenamiento y desarrollo urbano propiciaría el desarrollo adecuado de acuerdo al contexto social, ambiental y económico de las localidades.
Para el caso del Estado de Veracruz, la Universidad Veracruzana fue pionera a nivel nacional de este ejercicio de planificación urbana, ya que es en esta entidad donde se realiza por primera vez la vinculación entre Universidad y SEDESOL para la realización de ejercicios de planeación urbana. Para la Universidad Veracruzana esto representó la posibilidad de conocer a mayor profundidad la realidad veracruzana y retroalimentar sus planes y programas de estudio, para otorgar mayor pertinencia social a la formación profesional universitaria y consolidar una nueva relación con la sociedad
De esta manera, la Universidad Veracruzana tuvo las posibilidades de plantear sus propias metodologías de trabajo; así, los universitarios nos involucramos teniendo para máximo de seis meses de acuerdo a la agenda de la SEDESOL y en acuerdo al calendario universitario para realizar el trabajo de planeación. La realización de programas de ordenamiento y desarrollo urbano requería realizar trabajo documental y de gabinete, así como un intenso trabajo en campo para llevar a cabo levantamientos topográficos, lotificación, morfología e imagen urbana, tipologías arquitectónicas además de un análisis sociodemográfico a través de encuestas y análisis estadístico, así como entrevistas y talleres de participación ciudadana para la planeación. Por un lado, la metodología para la planeación y elaboración en práctica de los programas de desarrollo fue planteada por la Universidad, sin embargo, la metodología de contenido que integraría los documentos, memorias y cartografía espacio de los programas de ordenamiento fue establecida por la SEDESOL, que para el caso del Estado de Veracruz, ésta se basó en los contenidos y lineamientos metodológicos para la elaboración de programas de ordenamiento establecidos por la desaparecida Dirección General de Ordenamiento Urbano y Regional del Estado de Veracruz (DGOUR).
Se tenía claro que se demandaba la realización de un programa de ordenamiento urbano territorial enfocado principalmente a reordenamiento de usos de suelo, mejoramiento de infraestructura y equipamiento sin embargo, la realidad de las localidades implicó profundizar y ampliar el espectro de trabajo encaminando la planeación hacia el impulso de un desarrollo local más integral que motivara el desarrollo económico, social y ambiental. Esto coadyuvaría a un resultado más sensible con respuestas más adecuadas a las condiciones de marginalidad social y económica de las localidades. Por lo tanto, al conocer los diversos contextos de alta marginación, condiciones territoriales y grados de desarrollo se reflexionó sobre el enfoque y la aportación principal del trabajo a realizar. Desde que el trabajo fue coordinado principalmente por arquitectos, inicialmente los trabajos adquirían un enfoque frecuentemente más urbano-arquitectónico con un enfoque espacial. Sin embargo las condiciones presentadas por los contextos marcaron la pauta para la integración de equipos multidisciplinarios para ampliar el tratamiento de las problemáticas de manera más pertinente y holística; tratando igualmente de generar conocimiento científico en la investigación urbana que respondiera a un entendimiento integrado.
Críticas Metodológicas:
En nuestro trabajo para la planeación, los contenidos metodológicos establecidos para la realización del producto de la planeación, nos resultó más aplicable a contextos urbanos consolidados que a los contextos suburbanos y en diversos casos casi rurales a que nos estábamos enfrentando. Partimos de un principio metodológico rígido que poco a poco se fue transformado para adaptarse a las demandas de un contexto que requería aproximaciones distintas. Nos enfrentábamos a localidades con poblaciones menores a 5000 habitantes, con características socioeconómicas y territoriales muy particulares, a a partir de esto, la comunidad académica determinó que efectivamente los modelos de planeación a aplicar en las localidades tenían que ser revalorados. El ente académico cuestionó y supero algo que Gutiérrez Chaparro (2005) ya ha criticado sobre la planeación en México “la adopción irreflexiva de tecnologías, modelos y procedimientos, producidos en el exterior, en circunstancias ajenas a nuestra realidad”.
El seguimiento a la metodología propuesta inicialmente estaba propiciando lo que Gutiérrez Chaparro argumenta, sin embargo para el casos de los ejercicios de planeación emprendidos en las localidades de gran marginación y con características más rurales que urbanas, nos cuestionamos la pertinencia de los procedimientos a seguir; los cuales partían por supuesto de una planeación “racional- comprensiva” entendido como un procedimiento sistemático con una serie de etapas y aspectos a considerar, pero que ha recibido críticas como un modelo rígido que es vulnerable a la dinámica del entorno y que por su rigidez, no refleja la realidad de la situación u objeto a planear , en toda su magnitud (Pág. 11, Gutiérrez Chaparro). Durante el trabajo realizado por la Universidad Veracruzana se identificó un proceso de planeación que trataba de emerger de una metodología rígida que no se adaptaba al contexto a investigar. La metodología
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