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¿Por qué enseñar literatura?


Enviado por   •  16 de Mayo de 2017  •  Apuntes  •  739 Palabras (3 Páginas)  •  162 Visitas

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Fundamentación

Si partimos de pensar que la educación debería orientarse a fomentar el desarrollo de la conciencia crítica respecto al entorno, la autoconciencia crítica y la posibilidad de contribuir a la configuración y la reconfiguración del mundo social, debemos partir de la idea de que las lenguas no sólo se “emplean”, no son sólo sistemas de comunicación, expresión personal o uso colectivo, sino que contienen la experiencia de los pueblos y nos la transmiten. El uso del lenguaje – discurso – no consiste sólo en llevar a cabo una diversidad de tareas, sino también en expresar, constituir y reproducir identidades y relaciones sociales, incluyendo, de manera crucial, las relaciones de poder.

Si pensamos, siguiendo a Foucault, que el poder no sólo se ejerce con la soberanía o las leyes o las armas o la fuerza, sino con el conocimiento y por conocimiento entendemos todas nuestras opiniones y saberes sobre la realidad[1], debemos notar que lo que se nos presenta como verdades naturales y permanentes sobre estas cuestiones ha variado a lo largo de la historia y entender, por lo tanto, que no surgen de una elección personal libre o de la experiencia directa: dependen de la información (creencias, concepciones, opiniones) a la que hemos tenido acceso a través de las prácticas sociales en las que hemos participado, de las instituciones con las que hemos trabajado o vivido y, con ellas, de los discursos que hemos leído o escuchado. Así, el discurso es uno de los procedimientos más eficaces para construir el conocimiento al interior de una comunidad y para ejercer el poder sobre sus miembros. Con el discurso[2], no sólo expresamos un mensaje, también construimos una visión de la realidad. Los discursos son prácticas sociales que forman parte de los contextos y de los conflictos sociales, que estructuran áreas de conocimiento, que no sólo expresan o reflejan entidades, prácticas, relaciones, sino que las construyen y conforman. Los discursos instituyen, ordenan, organizan, nuestra interpretación de los acontecimientos y de la sociedad e incorporan, además, opiniones, valores e ideologías. Pero, aunque este poder generador es común a todos los discursos, no todos tienen la misma trascendencia social. Existe un orden social de los discursos que se asienta sobre un principio de desigualdad, que explica por qué encontramos discursos autorizados y legítimos frente a discursos desautorizados y deslegitimados. Es esta la razón por la que la educación, en general, y la educación lingüística, en particular, deberían orientarse a desarrollar la conciencia crítica de los lectores y las lectoras para que valoren si están de acuerdo o no con las representaciones y la distribución del poder que reproducen los discursos legítimos y autorizados.

Si creemos que desde la enseñanza de la lengua es posible contribuir a paliar las situaciones de dominación propiciadas por la producción y gestión social del discurso, nuestra tarea prioritaria debería encaminarse a hacer concientes a los alumnos y a las alumnas de la importancia de la actividad lingüística, de las implicaciones personales, sociales, culturales y políticas de esta actividad. Se trataría, en otras palabras, de incrementar la conciencia crítica del uso del lenguaje, que contribuiría a mejorar tanto la producción como la recepción e interpretación que las alumnas y los alumnos hacen de los discursos a los que se enfrentan cotidianamente y permitiría detectar y neutralizar los procesos de exclusión y deslegitimación que se realizan a través de las prácticas discursivas dominantes.

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