Proyecto Pedagógico

FUNDAMENTACIÓN:

El Ciclo Superior de la Escuela Secundaria representa para los jóvenes la oportunidad de profundizar los contenidos matemáticos trabajados durante el 1°, 2° y 3° año del Ciclo Básico; analizarlos desde el punto de vista formal de la matematice como ciencia y abrir un espacio de construcción de nuevos conceptos. En este contexto, el desarrollo de la materia en el 4° año debe aportar niveles crecientes de formalización y generalización.

Para hacer matemática es ineludible resolver problemas aunque esta actividad no se considera suficiente. La descontextualización de los resultados obtenidos es lo que le permite generalizar y realizar transferencias pertinentes. Para esto se propone un cambio sustancial en el quehacer matemático del aula, mediante el cual el docente, a partir de la asimetría, sea un motor importante en la construcción de conocimientos que cobre sentido dentro de la formación integral del alumno, y de esta manera, se genere un espacio que permita a los jóvenes interactuar con sus pares y con la propuesta de trabajo.

Sin embargo, el encuentro de los alumnos con las propuestas que se planifiquen no garantiza por sí mismo que ellos aprendan matemática. La intervención del docente es fundamental para que el aprendizaje sea posible y debe responder a estrategias que transciendan la exposición como una dinámica de clase.

Dichas situaciones ponen en juego un sistema de relaciones, explicito o implícito, entre el docente, el conocimiento, los alumnos y un contexto particular (aula) y poseen un objetivo preciso, que alguien aprenda algo.

Enseñar matemática implica resignificar las situaciones didácticas:

• Los conocimientos matemáticos no se acumulan, sino que se suceden integrándose en redes de significación de complejidad y jerarquías crecientes.

• Es fundamental el rol de la acción en la construcción de conceptos entendida esta como un operar de los objetos matemáticos. Este operar supone una dialéctica pensamiento-acción

• También es importante el rol de la anticipación, es decir, la elaboración de estrategias y procedimientos que permitan anticipar el resultado de una acción no realizada todavía, sobre la cual se dispone de ciertas informaciones.

Entonces el rol del docente es proponer y organizar una serie de situaciones con distintos propósitos y desafíos. Para ellos es necesario tener en cuenta las diferentes fases de una propuesta didáctica: acción, formulación, validación e institucionalización. Busca situaciones que den sentido a los conocimientos a enseñar, es decir, contextualiza y personaliza el saber; los problemas serán entonces extraídos de todos los contextos posibles: el origen cotidiano, tecnológicos, ficcionales y aquellos propios de la ciencia misma. TENER EN CUENTA

El tema

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