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Psicomotricidad Aplicada Al Dibujo Infantil

JGUTIERREZC13 de Agosto de 2013

18.614 Palabras (75 Páginas)527 Visitas

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ÍNDICE

índice Pág. 03

Introducción Pág. 04

¿Cómo debe estudiarse? Pág. 06

Valores del dibujo Pág. 08

• Valor expresivo Pág. 08

• Valor proyectivo Pág. 11

• Valor narrativo Pág. 13

El dibujo y otras áreas del desarrollo Pág. 16

• Dibujo y psicomotricidad Pág. 16

• Dibujo y lenguaje verbal Pág. 18

• Dibujo y lenguaje escrito Pág. 19

Las etapas del dibujo Pág. 29

• Los garabatos Pág. 31

• El preesquematicismo Pág. 40

• El esquematicismo Pág. 44

• El realismo Pág. 50

Tests del dibujo Pág. 55

• El test casa, árbol, persona Pág. 55

• El test del hombrecito Pág. 60

• El test del árbol Pág. 63

• El dibujo de la familia Pág. 75

• El reactivo del racimo de uva Pág. 80

Conclusión Pág. 86

Bibliografía Pág. 88

INTRUDUCCIÓN

El dibujo, junto con el juego, constituye una de las actividades más espontáneas del hombre.Los primeros años de vida son probablemente los más cruciales en el desarrollo de un niño.Durante este período el niño comienza a establecer pautas de aprendizaje, actitudes y cierto sentido de sí mismo como ser, todo lo cual da color a su vida entera. El dibujo puede contribuir enormemente a este desarrollo, pues el aprendizaje tiene lugar en la interación del niño y el ambiente. Aunque, por lo general, consideramos que el dibujo comienza para el niño cuando hace la primera raya en un papel, en realidad empieza mucho antes, cuando los sentidos tienen su primer contacto con el medio y el niño reacciona ante esas experiencias sensoriales. Tocar, sentir, manipular, ver, saborear,escuchar, en resumen, cualquier forma de percibir y de reaccionar frente al medio es una base para la producción de formas artísticas, ya sea en el nivel de un niño o en de un artista profesional.

Aunque el niño se exprese vocalmente muy temprano, su primer registro permanente por lo general, toma la forma de un garabato alrededor de los dieciocho meses de edad. El primer trazo es un paso muy importante en su desarrollo, pues es el comienzo de la expresión que no solamente lo va a conducir al dibujo y a la pintura, sino también a la palabra escrita. La forma en que estos primeros trazos sean recibidos puede influir mucho en su desarrollo progresivo. Es lamentable que la palabra "garabato" tenga connotaciones negativas para los adultos. La palabra puede sugerir pérdida de tiempo o, por lo menos, falta de contenido. En verdad, puede ser todo lo contrario, pues la manera en que se reciban estos primeros trazos y la atención que se les preste pueden ser la causa de que el niño desarrolle actitudes que aún poseéra cuando comience su escolaridad formal.

Nos encontramos en la civilización de la figura, de la imagen, de la comunicacíon visual, desde la revista ilustrada a la televisión y al cine.El clima es favorable para el dibujo y la expresión de la fantasía del niño.Los primeros años de la expresión pictórica de un niño alcanzan el nivel de la espontaneidad y ofrecen un extenso e importante campo de manifestaciones interiores. En el dibujo, como en el juego, el niño y el hombre manifiestan una realidad propia, es decir, interpretan de alguna manera el mundo en el que viven.

Como todas las actividades humanas, el dibujo registra un nacimiento, una evolución y un período de madurez y de fijación. El niño al que se le entrega un lápiz, empieza muy pronto a trazar garabatos que no son simplemente un ejercicio que le permite perfeccionar los movimientos de la mano. Mientras traza líneas y garabatos absurdos e imposibles, explica, con un lenguaje todavía imperfecto, lo que está haciendo. Dibujo una casa, una flor, un coche...;aunque en sus líneas no aparezca ninguno de estos objetos.Fase de desorden a la que sucederá lentamente la fase del orden. Las líneas no se trazarán ya al azar, sino que empezarán a seguir una dirección preestablecida, la mano será más hábil y más obediente a la idea. Finalmente los adultos empezaremos a descubrir, en el caos de los trazos y los colores, algún signo correspondiente a lo que el niño dice querer hacer: un círculo mal cerrado, dos puntos negros, una linea vertical y otra horizontal, ésta será la primera cabeza humana, símbolo universal.

¿CÓMO DEBE ESTUDIARSE?

Si se propone a los niños un tema común no se obtienen nunca dos interpretaciones idénticas. Cada niño tiene su estilo propio. Por consiguiente no es únicamente el nivel de organización psíquica lo que se manifiesta en el dibujo, sino también la calidad, la tonalidad, la dinámica propias de aquella organización individual. El interés de los psicólogos se centra aquí en captar la personalidad global del individuo.

Las condiciones ideales para el estudio del dibujo son:

- Recoger una colección importante de dibujos libres.

• Tomar nota de los comentarios gestuales o verbales y no intervenir de ninguna manera.

• Conocer la naturaleza exacta del material de los dibujantes.

• Que la colección cubra un periodo largo, a ser posible, de varios años.

El dibujo debe ser libre, ya que es el único que nos permite llegar a conocer la distribución de los diversos géneros de producción, los asuntos dibujados y los temas preferenciales.

Si es tema impuesto, se elige por lo general, un tema que deje un cierto margen de libertad a la relación individual, pero que al mismo tiempo tenga referencia a exigencias lo suficientemente comunes y generales como para que las comparaciones interindividuales tengan sentido.

El niño se ve continuamente estimulado por la actividad gráfica, el niño se da cuenta de la función de los mensajes del mundo que los rodea y de su importancia para la comunicación.

El grafismo del niño es tan característico como su lenguaje o su juego.

El dibujo se integra en el cuadro de las actividades lúdicas propias de la infancia. La actividad gráfica participa con el juego de ese carácter a la vez placentero y serio que siempre va unido a él.

El niño cuando dibuja no le interesa “la reproducción de la realidad” como renovación de sus vivencias liberándose al mismo tiempo de su impacto inmediato.

El niño mide las distancias con respecto al mundo real creando uno paralelo que sólo depende de él. Al hacerlo se expresa y en consecuencia en sus dibujos se encuentra información sobre la argumentación de su personalidad.

VALORES DEL DIBUJO

VALOR EXPRESIVO DEL DIBUJO

El valor expresivo depende del gesto gráfico, mismo a nivel psicológico puede manifestar el temperamento del niño, sus reacciones tónico emocionales al menos en el instante en que realiza el dibujo. El estudio se realiza a través de los rasgos y la mayoría de los autores se inspira en la grafología, esta ciencia no sólo estudia la forma de los rasgos sino también otros factores como el espacio gráfico utilizado.

De esta manera, el dibujo registra el estado emocional y se nota, por ejemplo, el rasgo iracundo y agresivo que puede llegar al límite de rasgar el papel, o el rasgo oscilante apenas acusado.

Pulver afirma que existe un paralelismo entre las pulsiones y los movimientos de la escritura. En otros términos, existiría una analogía entre el cuadro espaciotemporal en el cual se sitúa el hombre y el espacio gráfico.

Estas observaciones han llevado a Pulver a una concepción simbólica del espacio mucho más discutible; propone dividir la hoja del dibujo en tres zonas horizontales y dos verticales, la horizontal superior simbolizaría el ideal, la mediana el interés habitual, la inferior las pulsaciones primitivas, la banda vertical derecha representaría el porvenir y la izquierda el pasado.

El recorte del espacio gráfico por las formas ha sido objeto de estudios serios llevados a cabo por dos autores americanos, Rose Alschuler y B. Weiss Hattwick. Éstos trataron de comparar el estilo gráfico y la vida afectiva observando los dibujos de un importante número de niños, cuya personalidad se había estudiado, por lo demás, cuidadosamente.

Estos estudios han demostrado:

• Las líneas rectas y los ángulos son representados por niños realistas y a menudo agresivos, con buena capacidad organizativa.

• Las líneas curvas corresponden a niños sensibles, imaginativos, pero con falta de confianza en sí mismos.

• Las formas circulares es un tipo de femineidad y falta de madurez.

• El uso de líneas verticales, sería lo propio de los temperamentos viriles, activos, constructores y abiertos.

• El predominio de las líneas horizontales indicaría un conflicto psicológico.

• El color también tiene un valor expresivo: los colores vivos son propios de los niños abiertos, bien adaptados al grupo; los colores apagados caracterizan a los niños encerrados, independientes y frecuentemente agresivos. La superposición de colores expresa el conflicto de dos tendencias, el aislamiento testimonia la rigidez y el temor, la mezcla sin discriminación, la inmadurez y la impulsividad.

• Estos autores se interesan también por la disposición de los rasgos en el espacio: se puede oponer el espíritu de decisión de los que dirigen sus líneas en direcciones coherentes a la impulsividad de los que diseminan sus rasgos en todas las direcciones. El predominio de formas angulares sería el reflejo de un ademán agresivo, las disposiciones en zigzag y las líneas rotas, signos de inestabilidad. La preferencia concedida a los puntos, a las pequeñas

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