Psicomotricidad

Psicomotricidad

El concepto de psicomotricidad aparece a principios del siglo XX, en Francia, como resultados de investigaciones tendientes a superar, el cual carecía de bases suficientes para explicar ciertos fenómenos patológicos.

Hasta finales del siglo XIX, el cuerpo humano era descrito como una estructura anátomo fisiológica. El pensamiento por su parte, era entendido como propiedad del espíritu. Distintos trabajos fueron los que prepararon y configuraron una nueva perspectiva de modelo existente.

La primera estructura epistemológica se produce frente a los descubrimientos de la “patología cortical” en relación a los trastornos de las funciones simbólicas. Liepmann (1900) admite que la actividad gestual puede estar perturbada “sin que haya parálisis o demencia o lesión cerebral localizada”.

Un segundo paso hacia lo que perfilaría como psicomotricidad fue dado a través de la “neurofisiología”, que consta de la “acción integradora del sistema nervioso” destacando a este como regulador de las conductas del organismo de la interacción con el medio (Sherrington, 1906). Por último el impulso fue dado a partir de trabajos en “neuropsiquiatría infantil” en donde Dupre en 1907 descubre el síndrome de la debilidad motriz, que más tarde es relacionado a la “debilidad mental”. Esto abre la posibilidad de explicar ciertos trastornos motores por inmadurez o detección del desarrollo de algún sistema. Algunos descubrimientos dieron lugar a la presentación de un “cuerpo inteligente” debido al poder receptivo, integrador y ordenador del sistema nervioso. En el segundo cuarto del siglo XX, se constató de nuevo la influencia del paralelismo psicomotor, viéndolo de la perspectiva de Dupre, este empleo el término de psicomotricidad para resaltar la estrecha asociación entre el desarrollo de la motricidad y la inteligencia. En 1936 se investiga sobre los “trastornos de la motricidad del niño normal y anormal” preconizando lo que sería la práctica reeducativa, en este caso los niños que tienen retraso intelectual, es necesario conceder un lugar importante a la educación motriz, junto con la instrucción pedagógica.

Existió un gran aporte al encuentro de la psicomotricidad y este fue la aparición de la “psicología del desarrollo” que mostro el predominio del movimiento en el desarrollo del niño. Además destacan dentro de la disciplina psicopedagógica la perspectiva psicoanalítica, que dio nuevas luces sobre el movimiento abriendo la dimensión afectiva a su observada dimensión objetiva. La búsqueda de la identidad propia se inicio en Francia, cuando investigadores se encontraban centrados básicamente en la delimitación del síndrome de la debilidad motriz, entendida como un “déficit instrumental” ligado a la agenesia de un sistema de proyección a de un sistema subcortical particular, además de la búsqueda de metodologías específicas para la educación y reeducación de los débiles motores. La primera carta de Reeducación Psicomotriz aporto la fundamentación teórica de Examen psicomotor así como una serie de métodos y técnicas de tratamiento. Se puede considerar como una primera estructura que configura de los grandes ejes de la psicomotricidad actual a: coordinación estática, dinámica y óculo – manual; organización temporal y espacial de la gestualidad instrumental, estructuración del esquema corporal; afirmación de la lateralidad y en fin dominio tónico.

Más adelante se habló de Eclecticismo de la Reeducación que se caracterizó en tener variedades de técnicas utilizadas en su acción educativa. Su fundamento teórico sigue la líneas del paralelismo psicomotor “la reeducación psicomotriz esta basadas sobre la noción de que el desarrollo psíquico y el desarrollo psicomotor está estrechamente ligado y que la educación de uno puede influir favorablemente sobre el otro”. Desde el punto metodológico, mezclan métodos de educación física clásica, con los métodos que los psiquiatras y los psicólogos se habían restablecido.

La segunda corriente se caracterizó por la voluntad de practicar un “Examen Psicomotor Especifico” se realizó sobre los síndromes psicomotores, el tono, el movimiento. Launay plantea la necesidad de la toma de conciencia corporal y de la realización practica del conocimiento. Todos los autores de esta corriente dan gran importancia al examen psicomotor con todos sus componentes: organización de esquema corporal, equilibrio, coordinación dinámica, relajación, estructuración espacial.

En 1964 el sindicato nacional francés de psicomotricistas definió su desempeño laboral en los siguientes términos “es una actividad terapéutica destinada a intervenir por medio del cuerpo sobre las funciones mentales perturbadas y sobre las reacciones comporta mentales del sujeto, esto debe permitir al niño un desarrollo más armonioso y en el adulto la reequilibración psicotónica a través de la experiencia corporal”.

La tercera corriente nace del encuentro entre dos sociedades, en la que ambas desconfían de los resultados obtenidos a través de la gimnasia de mantenimiento. Estos confluyeron en la consideración “del movimiento no como un fin sino como un medio para hacer evolucionar

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