Psicomotricidad

Psicomotricidad

Reconocer una definición propia para la psicomotricidad no es algo fácil, ya que es una corriente que se ha llevado a cabo desde 1909 aproximadamente; desde entonces muchos psiquiatras e investigadores le han dado el significado en base a sus estudios. Lo que es una certeza es la correlación que existe entre el esquema corporal, la lateralidad, el tiempo, el espacio, el ritmo y la coordinación para el desarrollo psicológico-motriz de un individuo en su entorno. Pero esto ¿De qué le sirve a un fisioterapeuta? ¿Qué relevancia tiene en el ámbito terapéutico?

Entender la psicomotricidad desde la definición de sus bases será más sencillo empezando por su etimología: “psyque” alma y “motor”- que mueve y reconociendo que tiene 3 aplicaciones: la educativa, la reeducativa y la terapéutica.

La educativa nos llevará a 3 conductas en esta educación psicomotriz: motrices de Base, Neuromotrices y perceptivo motrices la cuales por separado abarcan los términos esenciales en el estudio de la psicomotricidad.

La conducta de motrices de base va referida al equilibrio, coordinación, motricidad y al esquema corporal este último es el desarrollo de las habilidades motrices, biológicas y de conocimiento propio (reconocimiento de su cuerpo y la diferenciación con las demás personas)

La conducta neuromotriz es la parte motora y neurológica del individuo y es la paratonía (dificultad en la relajación del músculo por estímulos externos), la sincinencia (movimientos involuntarios inconscientes) y la lateralidad que es la predominancia de un lado del cuerpo

Y la conducta perceptivo motrices que serán interpretaciones de lo que se recibe a partir de las sensaciones (de los sentidos) las cuales generaran no solo movimientos como respuesta si no también nivel de corteza cerebral la objetivación, la integración y la comprensión de la persona que podrán ser espaciales, visuales, táctiles, temporales y auditivas referidas al medio en el que se participa.

La psicomotricidad se va a referir a la combinación de las sensaciones propioceptivas (tensión de músculos, postura, equilibrio) y exteroceptivas (del exterior) para tener una perspectiva del mundo tomando como la referencial inicial y fundamental el cuerpo que lo percibe.

La unión de todos estos términos serán parte del desarrollo en la personalidad del individuo mediante procesos cognitivos afecto-social, lograr su autonomía, seguridad, autoafirmación y la adaptación de aptitudes y actitudes coherentes a su situación social e histórica.

El fisioterapeuta teniendo estos conocimientos, debe conocer algunos parámetros, reflejos y desarrollos normales de la persona sana para poder compararlos con personas con déficit en estos desarrollos, así como también reconocer su labor reeducativa cuando existe un problema a nivel psíquico que afecte el área motora

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