QUEJA ANTE PROFECO VS TALLER MECÁNICO
veronicui2000Práctica o problema21 de Abril de 2016
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México, D.F. a 14 de octubre de 2015.
C. PROCURADUR FEDERAL DEL CONSUMIDOR
Enrique Becerra Gómez, representado en este acto por la C. Verónica García Gallardo al tenor de la Carta Poder que en términos del artículo 109 de la Ley Federal de Protección al Consumidor se adjunta en original al presente documento, señalo como domicilio para oír y recibir notificaciones el ubicado en ____________________________, así como la dirección de correo electrónico ___________________________ para los mismos efectos; por este medio acudo a presentar una queja en contra de los servicios mecánicos del proveedor Lepoldo Garcés Gaona, al tenor de los siguientes
HECHOS
El pasado mes de julio de 2015, en virtud que mi automóvil marca Volkswagen, Tipo Derby, modelo 2002, sufrió una inundación por las fuertes lluvias, luego de dar intervención a la aseguradora AXXA, mi esposa la señora Mónica López Vázquez, se comunicó con el señor Leopoldo Garcés Gaona a fin de consultarle sobre la conveniencia de reparar el vehículo o aceptar la indemnización que en su caso procediera por parte de la referida aseguradora, a lo cual le respondió insistentemente en que no aceptara dicha indemnización y solicitará que le fuera cubierta la reparación del vehículo en su taller, asegurando que con el trabajo que él haría, el vehículo quedaría en perfectas condiciones para su uso, y que el pago de sus servicios no excedería del monto que cubriría la aseguradora.
Considerando que por el modelo de mi automóvil, la indemnización que probablemente me correspondería no me sería suficiente para adquirir otro auto, accedí a la propuesta del referido proveedor y solicité a la aseguradora que enviara mi vehículo para su reparación al taller ubicado en ________________________________________.
Atendiendo a mi solicitud, la aseguradora remitió mi vehículo al taller en cita aproximadamente entre el día 7 y 8 de julio, comprometiéndose entonces el Sr. Leopoldo Garcés Gaona a hacer las reparaciones correspondientes y entregármelo una semana después.
El mismo día en que recibió en su taller el referido vehículo (7 u 8 de julio), el Sr. Leopoldo Garcés se presentó en mi domicilio y me hizo saber que luego de hacer una revisión del auto, había determinado que el costo total de las reparaciones y refacciones sería de $12,210.00. Sin embargo, toda vez que la aseguradora ya había depositado en mi cuenta el monto total para la reparación, le liquidé en efectivo en ese momento al proveedor la cantidad total que requería.
Fue hasta el 25 de julio de 2015 cuando llevó el automóvil a mi domicilio y me hizo entrega del documento denominado Factura número 0196 (aunque el número aparece rayado, porque la factura está vencida desde el 2005, según se lee en pequeñísimas letras al final de la misma), en el que hace un listado de las supuestas reparaciones realizadas y refacciones utilizadas, así como los costos, que suman en total la cantidad de $12,210.00, documento que adjunto al presente en copia simple. Debo precisar en este punto que jamás me entregó un presupuesto por escrito, respecto de las reparaciones y refacciones que requeriría mi vehículo, ni las notas de venta o copia de las facturas de las refacciones utilizadas.
Además de lo anterior, tampoco me hizo entrega en ningún momento de la garantía por escrito a que se refiere el artículo 78 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, pretendiendo cubrir esa obligación con una leyenda al final de su “Factura” que dice: “TODOS LOS TRABAJOS SE GARANTIZA POR 30 DIAS O 1000 KILOMETROS” (sic).
Así las cosas, aproximadamente una semana después de que recibí mi vehículo (aproximadamente el 3 de agosto), me dirigía a mi oficina, cuando empezó a fallar hasta que de plano se detuvo y no volvió a encender, por lo que inmediatamente me comuniqué con el Sr. Leopoldo, pero fue inútil porque no contestó ninguna de mis llamadas, sino hasta cuatro días después, cuando ante mi insistencia y la de mi esposa, se presentó en mi domicilio para revisarlo diciendo que se trataba de una pieza que se había roto pero que se comprometía a sustituirla y con eso quedaba resuelto el problema, así que regresaría con dicha refacción un día después, lo cual por supuesto no ocurrió, sino hasta una semana después, pero tal reparación tampoco funcionó y el automóvil volvió a fallar, pues se escuchaban terribles ruidos en el motor.
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