ROLES TRADICIONAL Y NUEVO DE LOS ABOGADOS
victorjiore79Ensayo13 de Junio de 2012
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ROLES TRADICIONAL Y NUEVO DE LOS ABOGADOS
El rol que el abogado cumple hoy en la sociedad merece ser reexaminado. Pero no desde la perspectiva tradicional de su rol como defensor o asesor legal de su cliente, sino con relación a lo que la sociedad puede esperar de él por su especial formación en ámbitos de actuación no tradicionales.
Se entiende por rol, "...el papel que desempeñan los integrantes de un grupo dentro del mismo, pero que depende del interjuego dinámico del grupo y no de las características de cada individuo". (p. 45).
Según Cabanellas, G. (Citado por Zarzar, 2000), “El abogado es aquel que con título universitario legítimo y la habilitación profesional, ejerce la abogacía. Es el Licenciado, perito en derecho positivo, que se dedica a defender a otro en juicio sea por escrito o de palabra, los derechos e intereses de este”. (p. 52).
El abogado debe poseer las siguientes características:
1. Intelectuales. El abogado, por su mismo nivel de formación, debe tener un estilo especial al hablar, dominando siempre la ética profesional, debe contar además, con un sistema de valores definidos, así como tener un estado psicológico estable; asimismo el abogado debe tener una filosofía social propia.
2. Físicos. El abogado no debe vestir de manera escandalosa, moderado, discreto, no importa su aspecto físico pues su cualidad intelectual puede compensar su desventaja.
3. Emocionales. El abogado debe ser tranquilo, no mostrarse agresivo con sus clientes y menos con los contrarios, debe actuar con mucha inteligencia y ser muy hábil en cualquier actuación legal, tolerar y escuchar a sus clientes, debe tener sentido común, evitar en el trabajo las inestabilidades emocionales.
4. Social. En todo lo que sea relaciones sociales, el abogado debe comportarse conforme a las reglas del trato social, ser educado y cortés en sus reuniones, dominar las reglas y guardar bien sus secretos profesionales.
5. Idioma. Por las características del derecho actual y la “globalización” que implica la desaparición virtual de las fronteras en el mundo, por la creciente actividad comercial internacional y otros aspectos sociales, el abogado está obligado, por lo menos; a conocer un idioma nativo de su región y uno extranjero, a parte del castellano, esto hará que su firma tenga más relevancia, su opinión sea más respetada y su espíritu para entender las distintas realidades geográfica sociales, sea más amplio y por supuesto que ello redundará en que este profesional tendrá mayor clientela.
Los abogados son juristas sobre todo que forman parte de un grupo organizado como en el orden abogados de la provincia o la ciudad donde se encuentra la sede de un tribunal cualquiera. Su papel o mandato consiste en comprobar, hacer la redacción de los actos jurídicos, y sobre todo de ayudar a sus clientes ante una jurisdicción arbitral o a un consejo de disciplina. Su tarea puede revestir muchas actividades humanas, ya que los pocos ámbitos sociales, económicos o políticos escapan a la actividad de los abogados y a la vigilancia de los tribunales. Eso supone pues una gran variedad de consultas e intervenciones cuyas representaciones en tribunal no son más que un elemento entre otros.
El abogado es en primer lugar y sobre todo un mandatario cuya tarea es representar los intereses de una persona o de un grupo y su formación en derecho garantiza a su cliente que el mandato confiado se completará lo mejor posible de sus intereses en cumplimiento de las leyes aplicables. Allí no se limita el papel del abogado puesto que actúa también como consejero de justicia y el abanico de los servicios que puede desempeñar un abogado es pues muy amplio que no se asombrará de ver que un número creciente de ellos no frecuentan los tribunales de justicia, ya que son activos en las negociaciones de asuntos, la redacción de contratos complejos, la constitución de sociedades comerciales, el ámbito inmobiliarios, etc. En derecho, la multiplicación de los textos legislativos y la mayor complejidad de los informes humanos favorecieron la aparición de especialistas que adquirieron una formación muy avanzada en ámbitos como los valores mobiliarios, los derechos de autor, los matrimonios, el medio ambiente, la responsabilidad civil y profesional.
En otras palabras, el profesional del derecho debe recordar siempre que él es para el cliente y no el cliente para él, también tener una buena base ética y moral para que nunca se olvide que es humano y como humanos tenemos que ayudarnos con esta no quiero decir que regalemos nuestro trabajo pero si dar le facilidad a los ciudadanos de escasos recurso para que no seamos otro instrumento que dificulte el acceso a las justicias de las clases sociales más bajas. Cardozo, 2006).
Cualquiera haya de ser el modo de desempeño del profesional: magistrado o funcionario judicial, funcionario público, abogado de empresa, abogado asesor o litigante, siempre lo principal o central de su trabajo será resolver, o ayudar a resolver, casos o problemas concretos.
ROL SOCIAL DEL ABOGADO
EL rol social del abogado consiste en asistir y defender a las personas frente a los distintos intereses que minimizan o violan sus derechos provenientes tanto del sector publico como el privado, con el fin de conformar una sociedad mas justa, participativa y democrática, contribuir a la evolución de la sociedad atiborrada de sufrir atropellos cotidianamente y pugnando por un verdadero cambio social.
Nos formamos para acercar la justicia al resto de la sociedad, para hacer de la justicia una práctica y no una teoría aprendida en un laboratorio llamado “universidad” mediante textos y clases magistrales. Un déficit preocupante se produce en la facultad, como formadora de verdaderos profesionales y en nuestro centro de estudiantes, órgano gremial del estudiantado, que debería ser parte activa y decisiva de la vida académica.
ROL PROFESIONAL DEL ABOGADO
El Abogado es un profesional cuyo objetivo fundamental es colaborar en la defensa del valor de la justicia. Cuenta con una sólida formación teórica y está altamente capacitado para el diseño jurídico de los más variados emprendimientos locales, nacionales e internacionales. Interviene en la resolución de conflictos judiciales y extrajudiciales, la función pública, la magistratura, la enseñanza y la investigación.[1]
Se encargan de defender los intereses de una de las partes en litigio. Al ser el abogado un profesional específicamente preparado y especializado en cuestiones jurídicas, es la única persona que puede ofrecer un enfoque adecuado del problema que tiene el ciudadano o 'justiciable'.
Debe destacarse que además de su intervención en el juicio, una función básica y principal del abogado es la preventiva. Con su asesoramiento y una correcta redacción de los contratos y documentos, pueden evitarse conflictos sociales, de forma que el abogado, más que para los pleitos o juicios, sirve para no llegar a ellos, sirviendo en muchos casos como mediador extrajudicial. Un abogado suele tener poderes de su defendido o cliente mediante autorización por instrumento público, u otorgado "apud acta" por comparecencia en el juzgado o tribunal, de manera que pueda dirigirlo en juicio, o representarlo en actuaciones legales o administrativas que no requieren, necesariamente, de Procurador/a de los Tribunales, representando así al justiciable.
La actuación profesional del abogado se basa en los principios de libertad e independencia. Los principios de confianza y de buena fe presiden las relaciones entre el cliente y el abogado, que está sujeto al secreto profesional. El abogado se debe a su cliente, en primer lugar, y debe litigar de manera consciente respecto a la responsabilidad social en la que se halla, con un actuar crítico y equilibrado al servicio de la paz social, en la que colabora con los juzgados y tribunales dentro del sistema judicial de cada país.
ÉTICA DE LOS ABOGADOS
El profesional del derecho se debe a sí mismo y a su misión de auxiliar de la justicia otorgada por la ley, una conducta íntegra y ceñida a los parámetros de lo moral, de la equidad, desprendimiento de sus propios intereses con tal de favorecer plenamente aquellos del cliente que son siempre el motivo de su labor.
Dentro de lo que es la ética general encontramos como deberes fundamentales del profesional una serie de pautas que abarcaremos, no sin antes definir lo que se conoce como deberes. Los deberes son exigencias, imposiciones indeclinables, recaídos sobre la responsabilidad del individuo que mientras mejor los cumple, más derecho tiene a la feliz convivencia social. Como medio más apropiado para organizar una verdadera actuación profesional, cada profesional tiene la obligación de convertirse en medio ejecutor del imperativo categórico de su investidura, por lo cual es esencial disciplinar sus actuaciones técnicas y científicas, perfeccionar su carácter y fortalecer su conducta dentro de las normas éticas. Entre los deberes fundamentales del profesional encontramos:
• La honradez: es una cualidad reflexiva al servicio de toda persona respetuosa de su dignidad. Tiene como fin no engañar ni engañarse a sí mismo.
• La honestidad: radica en la confianza y el respeto que la persona o profesional será capaz de recibir, por comportarse como un elemento insobornable.
• El estudio: este levanta los niveles intelectuales y prepara al hombre a pasar por la vida conociendo lo útil y provechoso de ella para el fortalecimiento de las ideas progresistas y el auge de los sistemas modernos.
• Independencia: es la autonomía conquistada por la superación
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