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RUPTURA DE LA GRAN ALIANZA Y SURGIMIENTO DE LA RIVALIDAD ENTRE LAS SUPERPOTENCIAS DE EUROPA Y ASIA


Enviado por   •  2 de Julio de 2016  •  Documentos de Investigación  •  3.040 Palabras (13 Páginas)  •  8.909 Visitas

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                         COLEGIO DE BACHILLERATO FISCOMISIONAL [pic 1]

                                                    “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO”

Nombre: Dayana Chamba.

Curso: 1ero BI

Fecha: 25 de Junio del 2016.

INVESTIGACIÓN:

RUPTURA DE LA GRAN ALIANZA Y SURGIMIENTO DE LA RIVALIDAD ENTRE LAS SUPERPOTENCIAS DE EUROPA Y ASIA: PAPEL DE LA IDEOLOGIA, TEMOR Y AGRESION; INTERESES ECONÓMICOS; COMPARACIÓN DEL PAPEL DE EE.UU Y LA URSS.

El concepto de Guerra Fría alude a un período de la historia mundial de casi medio siglo, marcado por la tensión permanente entre las dos superpotencias que lideraban el orden internacional: EEUU y la URSS. El origen de esta situación se remonta a la desconfianza mutua que surgió entre EE. UU. y la URSS inmediatamente después de la victoria sobre su enemigo común, el nazismo, única circunstancia que los había unido. Ambos países habían entrado en la guerra debido a las agresiones respectivas de japoneses y alemanes, abandonando la política aislacionista del período de entreguerras. Una vez lograda la victoria, comenzaron las discrepancias, ya que cultural e ideológicamente ambos países tenían poco en común. La desconfianza se apoyó además en hechos como el monopolio atómico de EE UU y las presiones soviéticas sobre los gobiernos de los países de Europa del este, en los que se implantaron regímenes comunistas sin consultar a sus poblaciones.

Además derivaba de razones ideológicas: el gobierno soviético defendía un modelo comunista, que propugnaba la desaparición de la propiedad privada, las clases sociales y del mercado. Apostaba al control del sistema económico por parte del Estado y a un sistema político de Partido Único. En tanto, el gobierno estadounidense apoyaba un modelo capitalista, cuyos principios básicos eran la libertad de comercio, el predominio del mercado en la esfera económica, la propiedad privada de los bienes y una mínima intervención del Estado en la economía. Para EEUU y sus aliados, la Guerra Fría era una reacción del “mundo libre” frente al expansionismo soviético; no obstante, para la URSS y sus aliados, el conflicto derivaba de que el capitalismo y los países que lo representaban habían iniciado una ofensiva contra el mundo socialista.

En el marco de esta rivalidad, ambas superpotencias procuraron extender su influencia a otros Estados, valiéndose de diversos medios, como la intervención en la política interna de estos países, el espionaje, la propaganda o la entrega de ayuda económica a cambio del apoyo a la respectiva potencia. Para los países del mundo, fue imposible sustraerse de este conflicto, pues la política internacional se ordenó a partir de una lógica de bloques: o se era partidario de la URSS o se apoyaba a EEUU. La Guerra Fría no produjo ningún enfrentamiento directo entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Aun así, el estado de tensión permanente hizo que las superpotencias invirtieran gran parte de su presupuesto en la producción de armas. El armamento, especialmente el que incorporaba tecnología nuclear, se utilizó como un elemento de disuasión: un ataque hacia el territorio de la potencia o sus aliados garantizaba una respuesta inmediata e igualmente contundente hacia el rival. Esta política de destrucción mutuamente asegurada marcó la psicología colectiva de varias generaciones que vivieron con el temor a que las superpotencias desencadenaran una nueva guerra mundial.  En síntesis, las características distintivas de la Guerra Fría fueron: la existencia de un orden mundial bipolar. La URSS y Estados Unidos encabezaron dos bloques de países: el Oriental y el Occidental. Cada potencia intentó extender su influencia a otras naciones. Una tensión permanente entre las superpotencias. Nunca se enfrentaron de manera directa, canalizando los momentos de máxima tensión en conflictos localizados en áreas más o menos alejadas de ambas potencias. Al mismo tiempo, cada superpotencia procuró asegurar su hegemonía sobre su área de influencia. Para ello, no dudaron en intervenir en la política interna de otros países. Una continúa carrera armamentista. Tanto EEUU como la Unión Soviética basaron parte importante de su economía en la industria de armamentos.

EE.UU, URSS Y CHINA: RELACIONES ENTRE LAS SUPERPOTENCIAS; CONTENCIÓN; COEXISTENCIA PACÍFICA; RELACIONES CHINO-SOVIÉTICAS, Y CHINOESTADOUNIDENSES, DISTENSIÓN.

La guerra fría se inició inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1946 y 1948, y finalizó en 1991, con la disolución de la URSS y del bloque económico y militar soviético. En este largo período hubo momentos en los que la tensión fue evidente, la guerra parecía inminente y la situación internacional era muy inestable, como entre 1948 y 1962 y entre 1975 y 1985. También hubo períodos de distensión, en los que no parecía existir peligro de guerra y la situación entre los dos bloques era lo bastante estable como para hablar de «coexistencia pacífica».Un rasgo importante de la guerra fría fue el miedo colectivo a una guerra nuclear, que supondría la destrucción total de la civilización. El período de entreguerras se caracterizó por un temor constante al estallido de una nueva guerra; pero a partir de 1945 el miedo fue más allá: la capacidad tecnológica y científica de los ejércitos amenazaba con la aniquilación completa del género humano.

La conciencia de que el inicio de una guerra entre Estados Unidos y la URSS podría desembocar en un suicidio colectivo contribuyó a evitar el enfrentamiento armado directo entre ambos países. La estrategia de la guerra fría consistió básicamente en la contención del enemigo en su área de influencia y en el mantenimiento de un equilibrio armamentístico entre los dos bloques. Si el potencial militar de ambos bandos era equivalente, se garantizaba la destrucción mutua en caso de conflicto, lo que servía como elemento de disuasión: como ningún país podría obtener la victoria en una contienda, ninguno la iniciaría.

Cuando se sospechaba que el adversario lograba la más mínima ventaja, geográfica (un país que cambiaba de bando o amenazaba con hacerlo), estratégica (creación de nuevas bases militares en un punto u otro del planeta) o tecnológica (nuevas armas o aumento de las existentes, avances en la investigación espacial o en el campo de las comunicaciones), los servicios de espionaje e inteligencia (defensa nacional) trataban de neutralizarla. Para ello, o bien imitaban las ventajas del adversario, o bien incrementaban vertiginosamente los gastos en armamento e investigación, con lo que la desconfianza y el temor recíproco crecían. Durante la guerra fría se produjeron conflictos localizados generalmente en el inestable Tercer Mundo, en los que se ensayaban las nuevas armas y se obtenían ventajas limitadas, y crisis periódicas en las que EE UU y la URSS medían sus fuerzas.

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