Recluta A Amigos

Otra vez desperté con el ruido del televisor, como todos los días mi padre la enciende, antes de salir quiere ver las noticias del tráfico y el clima. Antes de pasar el reporte, los conductores informan sobre otro atentado más del narcotráfico, nuevos cuerpos encontrados decapitados y mutilados, mas jóvenes inocentes muertos a manos de sicarios en fiestas, bares, mas niños sumándose al narcotráfico, jovencitas pasando drogas y dinero de un país a otro, noticias que desde hace un tiempo ya no son novedad es algo ”normal”.

Perfil de un narco

Por lo general estas personas se caracterizan por ser lideres, emprendedores ambiciosos, con autonomía profesional, buscan adrenalina y riesgo, a la hora de tomar decisiones son calculadores, gustan del poder, valoran la eficiencia, independencia y capacidad.

La edad promedio es de dieciocho años en adelante pero este estándar de edad ha ido en descenso ahora se empieza desde los nueve años, a esta corta edad los niños mexicanos ya están escalando la pirámide criminal.

En el país, según un análisis de 96 organizaciones sociales, la edad de reclutamiento, hace una década, se ubicaba entre los 20 y 35 años. Ahora, ingresan a las filas de la delincuencia muchachos de entre 9 y 15 años.

Niños y niñas narcos

Motivos

Los niños, niñas y jóvenes reclutados, al narcotráfico son el resultado de expulsados de las instituciones, carentes de oportunidades sociales y económicas. Víctimas de la desatención social, provenientes de familias disfuncionales, o con estatus social de medio a bajo, teniendo como motor el rencor social que los empuja a realizar estas actividades ilícitas como último recurso de mejora.

"Los jóvenes que arriban al circuito lo hicieron. Un niño de nueve años que es golpeado en su casa, que vive en una comunidad donde venden drogas y que no tiene oportunidades sociales ni económicas, es empujado a los brazos de la criminalidad", explicó Pedro José Peñaloza, doctor en ciencias penales y política criminal de la UNAM. (Ericka, 2011)

Esta realidad de nuestro México se concentra en los estados de Tijuana, Ciudad Juárez Chihuahua, Culiacán, Reinosa y Hermosillo donde es más visible el problema.

El engaño

La relación entre narcos y niños comienza cuando se entabla un ambiente de confianza a los niños se les dan objetos de valor a los que no tienen fácil acceso como celulares, ropa de marca, dinero, bebidas, se hacen pasar por sus amigos, ganándose su confianza.

Empiezan como informantes, ganando entre dos mil y cinco mil pesos; una vez comprobada su lealtad, se vuelven reclutadores, distribuidores de droga y después ayudantes en “levantones” o sea en asesinatos.

Pueden ascender todos estos puestos en menos de tres meses y convertirse en sicarios.

Dentro de los campos de “concentración” les enseñan a usar armas de todo tipo largas y cortas, cargar cartuchos, armarlas y desarmarlas, técnicas de combate para lograr ser un aprendiz de sicario

Por otra parte a las niñas que se involucran con él narco en su mayoría se ven cautivadas por dinero, autos, joyas, ropa de marca, etc. Y una vez que los narcos se ganan su confianza, les hacen creer que son sus novias, las enamoran, y después las hacen llevar droga y dinero de un país a otro, pagar deudas con cuerpo, ganarse la confianza de policías u otros miembros involucrados en el narcotráfico, para su beneficio.

Si las chicas no acceden atentan contra su familia, son golpeadas, violadas innumerables veces.

Narco explotación

Hay algunos niños que quieren formar parte de las organizaciones de forma voluntaria, para obtener lo prometido pero la mayoría son reclutados de manera forzosa y obligados a trabajar para ellos bajo amenazas por lo que se ha empezado a hablar del término “narco explotación” de menores, cuando ya se han ganado su confianza, les dan a elegir entre trabajar para el cártel o ver morir a su familia, y por obvias razones prefieren entrar al narcotráfico.

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