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Enviado por   •  24 de Noviembre de 2014  •  5.376 Palabras (22 Páginas)  •  127 Visitas

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TERCERA PRESIDENCIA DE PERÓN (1973 - 1974)

PRESIDENCIA DE MARÍA ESTELA MARTÍNEZ DE PERÓN (1974 - 1976)

El histórico líder del peronismo asumió la presidencia en un contexto difícil: eran frecuentes los asesinatos a sacerdotes y sindicalistas y los atentados guerrilleros, y la ultraderecha ofrecía una dura represión hacia los sectores de izquierda. Perón intentó lograr consenso y unir al pueblo, pero tenía el problema de que en la Argentina ya no había paz.

La crisis económica era profunda, la inflación y la pobreza generaban un ambiente de inseguridad permanente. Las cosas no eran iguales, como en la primera o en la segunda presidencia de Perón: ya el presidente hablaba desde los balcones de la Casa Rosada, detrás de un vidrio antibalas.

Para los festejos del día del trabajador, el 1° de mayo de 1974, Perón echó a algunos manifestantes de la Plaza de Mayo, calificándolos de “mocosos imberbes”; debido a que silbaron y abuchearon a su esposa y a los cantos alusivos a opositores que se involucraron en el gobierno de Perón.

Corría el mes de junio de 1974 y Perón ya estaba gravemente enfermo. Corrió una versión extraoficial, que en ese momento, antes de morir, Perón quiso delegarle la presidencia a Ricardo Balbín, pero el intento fracasó. Juan Domingo Perón murió el 1° de julio de 1974 y tomó el mando su esposa, Maria Estela Martínez de Perón, conocida también como “Isabelita”.

José López Rega fue un personaje influyente en el gobierno de Perón y, naturalmente, lo siguió siendo en el de su esposa. Se convirtió en el secretario privado de la presidenta.

El breve gobierno de Maria Estela Martínez de Perón se caracterizó sus reiterados cambios de ministros y funcionarios públicos. Gobernó en una época muy violenta, en la cual eran frecuentes los atentados a supermercados y comercios, debido a la feroz crisis económica que padecía el país. Los atentados guerrilleros también eran corrientes, y para tratar de controlarlos, el Congreso aprobó una ley que admitía la participación del ejército para “aniquilar la guerrilla”.

En el plano económico, se intentó mantener la política de Perón, pero lo único que consiguieron con insistir en esa política fue que la inflación siga en ascenso. Para detener el aumento de los precios, el ministro de economía de María Estela Martínez de Perón, Celestino Rodrigo, planteó una medida drástica, que con el tiempo se conoció como Rodrigazo.5

López Rega, como se dijo anteriormente, había creado la organización paramilitar denominada Triple A. Durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, esta agrupación de ultraderecha apareció en escena el 31 de julio de 1974 atribuyéndose el atentado que le costó la vida al diputado peronista de izquierda Rodolfo Ortega Peña. El 27 de septiembre de ese mismo año se responsabilizó por el asesinato del militante marxista Silvio Frondizi (hermano del ex presidente Arturo Frondizi). Durante el año y medio que desarrolló sus actividades se adjudicó alrededor de 200 atentados y asesinatos y centenares de amenazas de muerte dirigidas contra artistas, intelectuales, militantes políticos y dirigentes sindicales. A pesar de que López Rega tuvo que partir del país para 1975, la organización siguió funcionando.

La presidenta alternaba períodos de gobierno con internaciones y licencias. El político Ítalo Lúder6 la cubría en su puesto (varias veces ejerció la presidencia). María Estela Martínez de Perón tuvo un serio problema, perdió contacto con su entorno, su partido y con la sociedad, cosa que generó una gran sensación de desgobierno en la comunidad. Su mandato terminó en un golpe de estado consumado el 24 de marzo de 1976, ante la pasividad civil. Días antes de que el golpe sea una realidad, Ricardo Balbín llamó a conservar la democracia, comenzar un juicio político contra la presidenta y organizar un gobierno de consenso en el Senado. El Congreso no aprueba su pedido y los militares tuvieron vía libre para derrocar a la débil presidenta.

Gran violencia, incontrolable crisis económica y grave sensación de desgobierno fueron las tres claves para que las Fuerzas Armadas tomen la decisión de ocupar el poder.

GOLPE DE ESTADO DE 1976 - PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL

PRESIDENCIA DE JORGE RAFAEL VIDELA (1976 - 1981)

PRESIDENCIA DE ROBERTO EDUARDO VIOLA (1981 - 1981)

Ni bien entraron en la Casa Rosada y desplazaron de su lugar a la presidenta, los militares comenzaron a llevar a la práctica el denominadoProceso de Reorganización Nacional. Su gobierno, desde un primer momento, iba a consistir en una junta de gobierno (triunvirato entre los máximos representantes de las tres armas), que después terminó designando al jefe del ejército como presidente de la república.

El gobierno militar contó con un estatuto propio, que hizo las veces de Constitución Nacional. Se basó, como todo gobierno de facto, en la supresión de los partidos políticos, poca libertad de prensa y de asociación civil, control sobre los frentes universitarios y culturales y terrorismo de Estado contra el terrorismo guerrillero.

El 29 de marzo de 1976, el general Jorge Rafael Videla asumió la presidencia de la nación.

Videla tenía tres dilemas que debía resolver en el gobierno: uno era seguir apoyando la industrialización proteccionista del país; o bien orientarse hacia una economía más abierta hacia las corrientes internacionales (para darle entrada a los capitales extranjeros). No importaba si se generaban focos de desocupación, porque se pensaba que a la larga, las fuerzas del mercado los reabsorberían. Además, con un poco de desocupación se “contribuiría a debilitar el sindicalismo, haciendo que la mano de obra sea mas disciplinada”. El segundo dilema era reprimir al máximo cualquier expresión opositora (incluyendo al sindicalismo); o bien disminuir algo la represión para evitar excesivas reacciones de la opinión pública internacional, siempre influyentes en los gobiernos de las potencias mundiales. El tercero fue: tratar de que el sindicalismo se dividiera al máximo; o bien, entenderse con las dirigencias peronistas de los sindicatos, manteniendo sus monopolios de representación para motivarlos a colaborar y para que después sean ellos mismos los que extinguieran en un futuro los focos de oposición de izquierda en los trabajadores.

Una de las primeras medidas que tomó Videla como jefe de Estado, fue elegir a un grupo de economistas para que se hagan cargo de la economía del país, y colocar en el Ministerio de Economía a José Alfredo Martínez de Hoz7, un hombre muy

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