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Indhi16 de Enero de 2015

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¿CÓMO LA EXTINCIÓN DE LOS BOSQUES TROPICALES AFECTA A LA ECONOMÍA EN SU CONJUNTO?

Resumen

En el presente documento se sostiene que la subvaloración de los ecosistemas forestales tropicales ha perjudicado su ordenación sostenible. Por mucho tiempo los planificadores y los encargados de adoptar las decisiones no han prestado atención suficiente a los beneficios ambientales producidos por los bosques, o los han ignorado completamente, por cuanto es muy difícil establecer su valor y también porque en buena parte son ajenos a los mercados oficiales y a los mecanismos de fijación de precios. Si se aplican definiciones tradicionales de valor forestal y técnicas convencionales de valoración, pueden parecer pocos los beneficios económicos arrojados por la ordenación forestal sostenible, al igual que los costos económicos relacionados con la degradación y la desaparición de los bosques.

Los avances logrados en el último decenio en los métodos de valoración económica en la actualidad permiten cuantificar y expresar más acertadamente los beneficios forestales en términos económicos. También se dispone de un volumen creciente de documentación de gran utilidad relativa a la valoración ecológica de los bosques, incluidos los valores no comerciales que anteriormente se omitían en los cálculos. En este documento se examinan estos adelantos metodológicos así como su aplicación a los ecosistemas forestales tropicales en distintos lugares del mundo.

Aun así, la valoración de los bosques tropicales sigue siendo a menudo una actividad meramente académica, pues si es cierto que ha habido notables progresos en las definiciones y las técnicas de valoración, en la realidad no ha sucedido lo mismo a la hora de aplicar esos progresos a las políticas, la planificación y la ordenación forestales. Aunque ahora los beneficios ambientales se comprenden más y pueden cuantificarse de manera más exacta, su valor sigue siendo intangible para muchos de los responsables públicos de la toma de decisiones, los terratenientes privados y los usuarios de los recursos, cuyas acciones pueden afectar en cambio a la situación de los bosques. Hasta que estos valores dejen tan sólo de formularse y estén reflejados en la planificación y las políticas de conservación y desarrollo y en las prácticas de ordenación, así como en los precios y beneficios que obtienen los usuarios, se corre el riesgo concreto de que los bosques _fuente vital de vida económica_ continúen degradándose y desapareciendo, por muchas pruebas concretas de su elevado valor que puedan aportarse.

1. Introducción: limitaciones de la ordenación forestal sostenible debidas a la subvaloración

Desde tiempos inmemorables, los bosques son una valiosa fuente para la vida económica del ser humano. Sin embargo, las formas en que se aprovechan y valoran dependen en gran medida del equilibrio entre las necesidades y prioridades económicas de las poblaciones en un lugar o momento determinado, y la escasez o abundancia relativa de recursos forestales. En los últimos años, un conjunto de cambios sociales, económicos y políticos complejos ha modificado las demandas ejercidas por el hombre en relación con los bosques, que han tenido efectos devastadores en el estado y la integridad de los bosques. Un buen ejemplo del clásico "problema económico" que se plantea respecto de los ecosistemas forestales consiste en tratar de satisfacer las ilimitadas exigencias de las poblaciones con una base de recursos escasa, de forma eficiente, equitativa y sostenible al mismo tiempo. Una cuestión fundamental y que se ha vuelto aún más apremiante se refiere al modo en que deben medirse las ventajas y desventajas económicas relativas que llevan consigo las múltiples demandas de la gente respecto de las tierras y recursos forestales, y contrapesarse los rendimientos relativos de la conservación y la ordenación sostenible de los bosques con los de la tala rasa, la extracción insostenible o la conversión de los bosques a otros usos.

Por lo general, en las decisiones en materia de inversiones y de aprovechamiento de la tierra se tiene escasamente en cuenta el valor económico de los bosques tropicales. Hasta hace muy poco tiempo se consideraba que éstos eran importantes para la economía únicamente en función de la madera para uso comercial o la leña que podía extraerse en ellos, y eran éstos los factores principales a la hora de calcular la contribución de los bienes y servicios forestales a la producción doméstica, la rentabilidad de los proyectos, la producción sectorial o los indicadores económicos nacionales. Tal vez no deba sorprendernos que los instrumentos de las políticas económicas y los análisis de las diversas alternativas de ordenación forestal por lo general favorecieran la extracción comercial, el desbroce de las tierras con fines agrícolas o su modificación para poner en marcha otras opciones aparentemente rentables desde una perspectiva de "desarrollo". La conservación y el manejo sostenible de los bosques parecían ofrecer muy pocos beneficios económicos frente a los escasos costos económicos conexos con su degradación y desaparición.

Sin embargo, los beneficios económicos de los bosques tropicales superan con creces los arrojados por la mera producción de madera comercial o de productos forestales: además, aportan bienes necesarias para la subsistencia y servicios para el medio ambiente, cuyo valor económico es a menudo mucho más elevado. En el pasado, era muy difícil para los economistas valorar o expresar estos beneficios no comerciales en términos monetarios, con el resultado de que se acostumbraba omitirlos del proceso de adopción de decisiones. No obstante, al progresar las técnicas de valoración económica y al evolucionar las necesidades y demandas del hombre en relación con los bosques, también se ha ido reconociendo cada vez más la importancia de esos valores para las ganancias comerciales y el comercio, el bienestar económico nacional y la producción y consumo en los hogares. Al mismo tiempo, está claro que es necesario formular esos valores forestales de mayor amplitud en forma de datos económicos cuantitativos si se desean comparar con precisión todas las ventajas y desventajas de carácter económico, social y ambiental inherentes a las diversas opciones de aprovechamiento y ordenación forestales.

En el presente documento se examinan los adelantos del último decenio en las técnicas aplicadas para estimar el valor monetario de los beneficios que producen los bosques tropicales. Actualmente, numerosos estudios indican que es posible cuantificar estos valores, que a menudo son elevados y superan los rendimientos financieros y económicos implícitos en otras alternativas de aprovechamiento, inversiones y manejo forestales. Con todo, sigue planteándose una situación muy difícil: si bien no cabe duda de que hoy día los valores ecológicos de los bosques tropicales se comprenden mejor y es posible además asignarles un valor monetario, este hecho ha tenido un impacto muy limitado en las usuales actividades comerciales en los sectores tanto de la conservación como del desarrollo. Por tanto, estos valores rara vez se evidencian en las políticas, los precios y los mercados que orientan las decisiones económicas de las personas y que en última instancia determinan el estado de los bosques.

2. Avances en la definición y medición de los beneficios forestales

Una de las razones de la persistente subvaloración de los bosques reside en que el concepto de valor económico se ha basado tradicionalmente en una definición muy restringida de los beneficios. Los economistas por lo general han considerado el valor de los ecosistemas forestales únicamente en función de la materia prima o los productos materiales que generan para la producción y consumo del ser humano, y que se comercializan en los mercados oficiales. Sin embargo, estos tipos de aprovechamiento directo representan sólo una pequeña parte del valor global de los bosques, que en cambio arrojan beneficios económicos muy superiores a los meros productos materiales o comercializados.

Con lentitud, esta definición de valor económico ha evolucionado. El concepto de valor económico total (VET) se introdujo hace un decenio aproximadamente (Pearce, 1990) y ha pasado a ser uno de los sistemas más utilizados para identificar y clasificar los beneficios forestales. En lugar de centrarse tan sólo en los valores comerciales directos de los bosques, el VET abarca también sus valores no comerciales y de subsistencia, sus funciones ecológicas y los beneficios no relacionados con su aprovechamiento. Para calcular el VET de un bosque es preciso ante todo examinar la gama completa de sus características en calidad de sistema integrado _sus reservas de recursos o activos, los flujos de servicios ambientales y los atributos del ecosistema en su totalidad (véase la figura 1).

En el último decenio, los avances en la definición y conceptualización del VET coincidieron con una evaluación de las técnicas utilizadas para cuantificar los beneficios de los bosques tropicales y formularlos en términos monetarios (Bishop, 1999; Lette y de Boo, 2002), y hoy día se dispone de una amplia gama de métodos para valorar los beneficios que trascienden los valores asociados con el aprovechamiento directo y los precios de mercado, y que por tanto ofrecen un panorama más completo del VET de los bosques.

3. ¿Qué valor poseen los beneficios de los bosques no comerciales?

Como resultado de estos adelantos conceptuales y metodológicos, en numerosos estudios realizados en los últimos diez años se ha intentado valorar los beneficios aportados por los bosques tropicales. Aunque la mayoría

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