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Relaciones Diplomáticas de China


Enviado por   •  12 de Enero de 2017  •  Tareas  •  1.229 Palabras (5 Páginas)  •  200 Visitas

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En el primer milenio antes de Cristo, China desarrolló una filosofía del derecho y del Estado que resultaron útiles para la formulación de ideas acerca del sostenimiento de relaciones diplomáticas con las naciones vecinas. No obstante, la teoría general del Derecho Internacional no tuvo progresos importantes en esta civilización, dado que la ausencia de grandes rivales no justificó el desarrollo de un ordenamiento jurídico interestatal consistente.

Sin perjuicio de los importantes desarrollos alcanzados por el pensamiento chino relativos al tema de la guerra y su moralidad, así como a su eventual reglamentación mediante el establecimiento de preceptos jurídicos respecto del modo de conducirla, los chinos son recordados como los primeros en proponer la constitución de una asociación de pueblos en el campo del trabajo, la previsión social y la distribución económica de producción.

Asimismo, los chinos estuvieron familiarizados con las personas de los embajadores, también llamados viajeros. En documentos chinos milenarios se observa que las funciones asignadas a los viajeros eran similares a las que corresponden contemporáneamente a los funcionarios diplomáticos. Stadtmüller señala que existen pruebas acerca del envío y recibimiento de embajadas con los príncipes feudales en los límites del imperio, así como con las tribus mónadas del interior de Asia y los Estados de Indochina.

Los antiguos chinos se caracterizaron también por celebrar tratados. Curiosamente, estos adoptaron la forma de concesiones graciosas. Estos se fundamentó en el hecho de que la filosofía política china se basaba en la idea de la dominación mundial y en que el emperador era señor de todo el mundo, vale decir, el hijo del Cielo. En este sentido, era lógico que un monarca de tales características no estuviese comprometido frente a otros pueblos, razón por la cual sus concesiones bien podrían considerarse como otorgadas a título de liberalidad. Las obras de grandes filósofos como Lao-Tsu contienen referencias con respecto a la observancia de los tratados, a la vez que también contienen observaciones relativas a la imposición de penas por su falta de cumplimiento. Estrechamente vinculada a la institución de los tratados se encuentra la figura de los intérpretes, que eran aquellos individuos calificados para indagar el sentido de dichos instrumentos.

De otra parte, se conoce también que los chinos aplicaron rigurosas normas de precedencia y ceremonial, establecidas con minuciosidad. En efecto, obras clásicas como el I-li establecieron tres tipos de misiones y detallaron el ceremonial que debía ser seguido para recibir a los enviados y privilegios que se les debía extender, como, por ejemplo la exención de los derechos de aduana, que encontramos también en la Convención de Viena de 1961.

La unificación Ch’in de China en el siglo III a.C. y la desaparición de Estados guerreros eliminaron la racionalidad para un intercambio recíproco y la ilusión de igualdad entre los señores. La visión del mundo condicionó también actitudes e influenció el trato hacia los enviados. Como consecuencia de ello, la posición y el status de los enviados se deterioró. En ocasiones, los enviados de Estados tributarios eran inviolables, pero solamente en razón de la benevolencia del monarca.

Durante la dinastía Han (207 a.C. - 220 d.C.), los enviados tuvieron menos protección. Ellos eran vistos como simples mensajeros entre sus señores, no siendo considerados como sus representantes personales. No obstante, la mayoría de diplomáticos provenientes de Estados tributarios se mantuvo inviolable en razón de la benevolencia del emperador y del pragmatismo que recomendaba que los enviados fuesen bien tratados, incluso en caso de que se condujeran inadecuadamente. En este sentido, la decisión del emperador de castigar al enviar mongol Aruytai, así como su orden de confiscar la mitad de los regalos de otro enviado, constituyó una excepción a la regla.

Sin embargo, los emperadores intentaron limitar las acciones de los enviados, principalmente restringiendo sus movimientos. Por ejemplo, los enviados podrían viajar a la capital solo después de haber obtenido permiso, y aún en ese caso, únicamente por determinados puntos de ingreso con escolta de

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