Relaciones Humanas
ivanajl2 de Diciembre de 2014
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LA PATOLOGÍA SOCIAL DE LAS SOCIEDADES MODERNAS
Durkheim dotó a la Sociología de un objeto específico: lo social, distinto de lo psicológico y de lo biológico. En este sentido, si pretendemos explicar el comportamiento humano, deberemos acudir a categorías y conceptos específicos y propios; de esta manera las relaciones, los hechos sociales dejarán tanto de explicarse desde la subjetividad del observador como de atribuírseles una naturaleza que no sea únicamente social.
Como todo organismo, para su pervivencia necesita mantenerse unido, la sociedad necesita estar cohesionada. Necesita existir sobre la base de un consenso básico entre quienes la componen, de manera que todos actúen en la misma dirección. Para Durkheim, la sociedad está fundamentada en el consenso.
Las sociedades modernas se caracterizan por la solidaridad orgánica, cuyos miembros se especializan y complementan en virtud de la división del trabajo social, desarrollando una singularidad individual integrada en función de esa interdependencia. Durkheim la considera como un factor esencial de la personalidad individual al hacerla más libre y más completa.
La vida de la especie requiere de una sociedad cohesionada donde existan formas de solidaridad que permitan el intercambio, compartiendo la energía colectiva y reponiendo la de los individuos cuando se les agota. El ser humano
posee necesidades infinitas, nunca se sacia a diferencia de los animales, necesita pues dominar sus pasiones y como esto no le es inherente, ha de ser una fuerza exterior a él, la moral, la encargada de establecer esos límites. La sociedad proporciona así normas morales, legitimadas por la mayoría.
Para funcionar correctamente, la sociedad necesita solidaridad y equilibrio, con este fin genera normas de comportamiento que parten de la razón y del consenso, que por construidas son externas a los individuos y
que han de aprenderlas. Sin embargo, la moral de las sociedades modernas tiene su propia patología. Los cuerpos sociales son susceptibles de enfermar. Cuando, en ocasiones, la sociedad es perturbada por alguna crisis, la normalidad normativa se quiebra temporalmente, siendo incapaz de ejercer esa influencia, produciéndose entonces situaciones de anomia.
En la nueva sociedad industrial y posrevolucionaria de Durkheim, las viejas formas de cohesión (familia, religión y territorio) dejan de funcionar correctamente, se hacen entonces necesarias nuevas formas de organización que devuelvan orden y equilibrio. Y sólo las organizaciones políticas y económicas tenían suficiente vitalidad como órganos de integración social.
Durkheim encontraba su sociedad extremadamente atomizada, demasiado individualista. Este individualismo tiene su origen en la modernidad y deja al sujeto abandonado a su inercia, entregado al egoísmo. El individualismo no es necesariamente malo, es más, es necesario y coherente con la racionalidad moderna, con la industrialización, etc., y sirve de base a la adaptación y a la evolución sociales. Empero un individualismo especialmente intenso acabará por quebrar el sistema, pues deja al individuo a merced de sus pasiones y necesidades, que son ilimitadas. Así, abandonado a su egoísmo y sin un orden moral que se sobreponga, el individualismo moderno puede terminar rompiendo la cohesión social. Para evitar la enfermedad social de la anomia, la solución es generar centros de vida comunitaria, que como miembros de un solo organismo contribuyan a esa unidad.
a población de los ghettos es un grupo de individuos, caracterizados por ser desempleados crónicos y que no poseen habilidades. Estos individuos han experimentado periodos prolongados de pobreza y de dependencia de los seguros sociales, y recurren a la economía sumergida o delinquiendo para sobrevivir. Estos problemas económicos se acentúan en la medida en que viven en barrios con altas tasas de delincuencia, alto consumo de drogas, escuelas poco exigentes, embarazos prematuros o pésimas condiciones de vida.
La exclusión social
Los distintos colectivos sociales tratan de maximizar sus beneficios, gratificaciones y recompensas restringiendo el acceso de los otros a los medios y oportunidades para alcanzar esos beneficios, de manera que ese acceso quede limitado a un círculo de elegidos. La exclusión social, es cualquier proceso mediante el cual los grupos dominantes tratan de mantener un control exclusivo sobre los recursos, limitando el acceso a ellos: propiedad, riqueza, origen étnico, el lenguaje o la religión.
La exclusión social se manifiesta de diferentes formas:
- La exclusión: Existen estrategias adoptadas por los grupos sociales para separarse de los extraños, impidiéndoles el acceso a los recursos valiosos. Se utiliza el poder de los que están arriba para crear un estrato definido como inferior.
- La usurpación: Son los intentos de los menos privilegiados para adquirir los recursos que poseen otros, lo que supone un recorte de los privilegios del grupo definido como superior.
LOS PREJUICIOS Y LOS ESTEREOTIPOS
Como los estudios de genética demuestran, el genoma humano es común a todas las razas, por tanto, existe una única raza, la raza humana. Cuando atribuimos características de conducta o de personalidad a los individuos en función de sus rasgos raciales, lo hacemos falsamente, y esto es lo que constituye el fundamento del racismo.
Una etnia es una categoría de personas que se ven y son vistas como distintas como resultado de su herencia cultural. Estas diferencias son totalmente aprendidas, no congénitas. Una minoría social es una categoría de personas que por sus características físicas o culturales son discriminados por las demás dentro de la sociedad en la que viven. Por su parte, podemos definir prejuicio como una actitud favorable o desfavorable hacia otras personas basada en una suposición . El conjunto de prejuicios existentes sobre un colectivo constituye un estereotipo. La discriminación no es una actitud, sino un comportamiento real que cierra oportunidades a unos y las deja siempre abiertas a otros. La discriminación acentúa los conflictos, pues contribuye a generar identidades colectivas asentadas en la diferencia respecto de los distintos y no tanto en los lazos comunes existentes en el grupo.
Hemos de dejar claro que los prejuicios y los estereotipos no tienen porqué ser falsos, a menudo están basados en la experiencia, sin embargo, cualquier generalización que se haga sobre un colectivo ha de tener fundamentos cientificos. A menudo el sentido común es fuente de percepciones erróneas, por otra parte el hecho de prejuzgar a personas o colectivos de determinada manera, concluye por lograr que se comporten de modo distinto a como lo harían en ausencia de ese prejuicio. como reales. En muchas ocasiones los prejuicios y estereotipos funcionan bajo los mecanismos del teorema de Thomas, si entendemos que alguien es un delincuente, finalmente acabará comportándose como tal, con lo que, paradójicamente, la experiencia nos dirá que teníamos razón, cuando en realidad estábamos equivocados. Si un grupo racial o étnico distinto de autóctono y con menor poder de definición de la realidad (gitanos o inmigrantes) es visto con desconfianza y tratado como a inferior, efectivamente acabará cumpliendo las expectativas del grupo dominante.
Los Grupos Sociales
Ya dijimos que la vida de los individuos se desarrolla en el marco de agrupaciones sociales. Grupos y organizaciones dominan buena parte de nuestra existencia y sus sistemas de autoridad influyen, liberan o constriñen nuestras acciones. Es en el seno de estos grupos donde transcurren, de hecho, nuestras interacciones, y aunque su tipología es muy variada no debemos confundirlos con los agregados sociales (conjuntos de personas que están en un mismo lugar al mismo tiempo. (personas que viajan en un vagón de metro) ni con categorías sociales (conjunto de personas que comparten una característica común, como tener una edad determinada).
Goffman distinguió entre interacciones focalizadas (aquellas en las que los actores atienden a lo que los otros dicen y hacen) de interacciones no focalizadas (cuando las personas sólo muestran conciencia mutua de la presencia del otro). La mayoría de las interacciones focalizadas transcurren sobre un fondo no focalizado, por ejemplo cuando hablamos con un tendero en un supermercado, somos conscientes de la presencia del resto de compradores y personal del supermercado, pero nuestras acciones no dependen más que de una mera general y difusa de las de estas personas. Un ejemplo de ello aparece a menudo en el cine cuando la policía a sabiendas de que va a cometerse un robo en un banco se disfraza de cliente, de personal de limpieza, etc. El ‘error’ que cometen los atracadores es el de creer que ese es un contexto no focalizado y actuar en consecuencia, para cuando se dan cuenta de que realmente todos los presentes estaban interactuando con ellos, ya es tarde. El pertenecer a una determinada categoría social puede favorecer el surgimiento de grupos con intereses y afinidades comunes.
En los grupos sociales propiamente dichos sus miembros interactúan de forma regular y poseen una identidad como grupo, algo en común que les diferencia de otros grupos y constituye la conciencia de grupo, esta identidad debe ser de alguna forma también reconocida por los demás. Existe una estructura social, no interactúan al azar sino que desempeñan roles y ocupan estatus dentro del grupo a través de los cuales definen sus valores, normas y objetivos y coordinan sus actividades. Deben poseer, lógicamente cierta durabilidad y estabilidad por lo que dependen de consensos, o sea deben estar de acuerdo al menos en lo fundamental. Cuanto
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