SINDROME DE ESTOCOLMO

Es un tema demasiado confuso, pero a su vez muy interesante, existen varias versiones de médicos especialistas en psicología que explican el porqué ocurre ciertos lazos sentimentales entre secuestradores y rehenes.

El nombre de esta enfermedad proviene de un hecho que ocurrió en Estocolmo; Suecia, consistió en que en una ocasión cierto grupo de delincuentes retuvieron a varias personas en un banco durante 6 días, al termino del cautiverio un fotógrafo logró tomar una foto que impacto a la sociedad era un beso entre una de las retenidas y su raptor.

El síndrome del Estocolmo es una “enfermedad” psicológica que consiste en que ciertos rehenes llegan a tener un vinculo sentimental con sus secuestradores.

Trataré de explicar brevemente algunas de las opiniones de los especialistas y relacionare la novela “No tiene nombre el paraíso” con dicho tema.

Se dice que es una enfermedad que le ocurre a todas las personas que son privadas de su libertad, mas sin embargo no es así ya que se ha comprobado que no les ocurre a todas, en algunas ocasiones familiares y los mismos ex secuestrados piensan que padecen de dicho síndrome por el simple hecho de que sienten gratitud y aprecio hacia su raptor, pero no significa que sean portadores de este síndrome, simplemente es uno de los síntomas de esta enfermedad, mas no se refiere a padecerla.

El síndrome surge a partir de que el rehén al estar en cautiverio sufre de vulnerabilidad, bajo autoestima, y depresión a tal punto que se culpa y entiende ser merecedor al castigo del cual está siendo víctima. En ocasiones también nace cuando se desarrolla un afecto poco usual para estos casos, ya sea para que crear un lazo de confianza, o para tratar de dominar la situación.

Como lo ocurrido a Sofía y Jimena en No tiene nombre el paraíso

Jimena no cree que sea tan malo Samuel, después de 11 meses de cautiverio, ella se dice estar feliz a su lado

-El abraza y besa en la boca; Jimena responde y se incrementa el ritmo de las caricias, hasta que llegan al punto máximo.

Sofía, cree que su amiga se entregó a Samuel por estrategia siendo esto mentira, fue costumbre hasta cierto punto curiosidad y deseo.

Aterriza a su realidad sabe que debe cooperar; cree que Samuel se preocupa por ella así como hace tiempo nadie lo hacía.

Decía:

-a nadie le interesa la gente que se porta mal, la noche en la que espero a Samuel desnuda en su cama, ofrecida para él.

Es como ellas empiezan a tener este llamado síndrome.

Pero en ocasiones es porque tanto las victimas como los familiares se sienten agradecidos con los secuestradores porque no les hicieron nada o los dejaron salir con vida del cautiverio. Es totalmente normal que reaccionen así ya que es un acto natural de absoluta gratitud hacia el secuestrador.

El síndrome se puede tiene algunos síntomas que afirman que se posee dicha enfermedad, la primera es que la victima empieza a identificarse de un modo muy notable con las actitudes del secuestrador apropiándose de ellas, como si fueran de sí mismo, la segunda es que cierta victima continúe con muestras de afecto y agradecimiento con el raptor aun después de un largo periodo al finalizar el cautiverio.

Otro enlace que tiene que ver la novela con este tema es cuando interviene la policía en el cautiverio de estas señoritas y ellas se oponen rotundamente a que se lo lleven argumentando que están aisladas por su propia voluntad, impidiendo que lo encierren en prisión, y ayudándolo a cumplir con su prometido que fue crear su propio paraíso a lado de estas jóvenes así llamado por él.

Al final las dos muchachas esperan un hijo de su propio secuestrador, así mismo creando un lazo demasiado estrecho y sentimental hacia él.

En lo personal es un tema demasiado interesante, me es asombroso creer que pueda existir este

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