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SOCIOLOGÍA APLICADA . ACTIVIDAD PEDAGÓGICA


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2021  •  Monografías  •  3.906 Palabras (16 Páginas)  •  59 Visitas

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SOCIOLOGÍA APLICADA

ACTIVIDAD PEDAGÓGICA N° 1

El turismo presenta una naturaleza compleja que se basa en la heterogeneidad de los factores y actores que contribuyen en su desarrollo. Aunque su estudio y análisis se ha focalizado en el aspecto económico de manera prioritaria, su naturaleza social es insoslayable. Aceptando la definición de “Hecho social”, es posible percibir que la actividad turística supone un encuentro entre sujetos, un visitante con la comunidad receptora, implicando una amplia variedad de impactos que recaen sobre aspectos socio-culturales, económicos y ambientales.

En primer lugar es necesario pensar en el turismo en dos sentidos: por un lado, como práctica social, basada en la recreación y el uso del tiempo libre; por otro, como valor simbólico que resalta el cúmulo de convenciones que constituyen el ideal turístico, confiriéndole un valor que sólo es producto de la imagen que a esta práctica le es conferida desde el seno social, superando las conciencias individuales. Es decir, que el turismo como tal no es algo que se encuentra en la naturaleza de manera innata, sino que es algo establecido por el hombre, quien le confiere un determinado valor social, lo que implica que, dependiendo del contexto, ejerce un efecto coercitivo en la sociedad, el cual se cristaliza en la práctica turística, fundamentalmente en el encuentro entre viajeros y comunidad local, aunque también puede analizarse entre los mismo turistas.

La práctica turística, es por lo tanto, una actividad que, sin negar las virtudes que el aprovechamiento del tiempo libre supone, se estructura sobre una idea impuesta que lo define como algo necesario para los sujetos, aunque no siempre fue así. Puede decirse que, tal como es concebido actualmente, el turismo se construye de acuerdo con los parámetros fijados por el sistema capitalista, producto de la revolución industrial. Es por ello que el turismo no puede separarse completamente del aspecto económico, siendo este uno de los principales ejes en su definición, con base en el consumo turístico. Son los prestadores turísticos los que acentúan el alcance beneficioso del viaje, de acuerdo con la imagen bucólica del turismo, basada en el enfrentamiento maniqueo entre tiempo ocupado y tiempo libre. Es este al que se le provee de una significancia que constriñe los ideales que se han construido desde todas las esferas sociales, incluyendo al Estado.

Este factor constituye uno de los efectos de coerción más evidentes: el dinero es un elemento imperioso para poder acceder a la actividad, al menos en su concepción más conservadora, tradicional. Disponer de mayores o menores recursos marca, en la percepción social, diferencias en la experiencia de los viajeros. Inicialmente el viaje se restringía a un sector de la sociedad que se erigía como el único con el tiempo y el dinero para realizarlo. Por entonces, el turismo se imponía como accesible para unos pocos, como una actividad de carácter elitista que respondía a los parámetros que ese grupo social concebía como propios y adecuados. Así, esta práctica del ocio se imponía como un factor de diferenciación, lo que conllevó a la configuración del turismo como una necesidad, que paulatinamente dió lugar a las políticas que definieron al turismo como un derecho adquirido para los trabajadores que, al integrarse a la práctica de los viajes, catapultó el fenómeno del turismo masivo, el cual termina de delinear el sector y la actividad tal como se la entiende actualmente. De esta manera se explica que el turismo está intrínsecamente ligado al contexto tempo-espacial concreto.

Tomando como objeto el colectivo social se entiende que, aunque el turismo es interdisciplinario, los aspectos que constriñen componentes de tipo psicológico, como la motivación individual, no estriban en la caracterización de la actividad per sé, aunque el estudio de estos elementos se cristalizan en las herramientas que son eficientes, por ejemplo, para el desarrollo de productos turísticos.Esto acentúa al turismo como un hecho social; ciertamente refuerza la idea de que trata de un fenómeno de naturaleza ecléctica que se fundamenta en la interdisciplinariedad, donde ninguna de las ciencias tiene el monopolio de la verdad. (Hiernaux-Nicolás)

En relación con lo anterior, la actividad turística está sujeta a dos tipos de hechos. Aquellos que se cristalizan en las normas definidas a través de una legislación que opera sobre la actividad de manera directa (Ley Nacional de turismo, agencia de viaje, transporte, alojamiento, visado para turistas internacionales…) a través de una estructura que aúna a los sectores público y privado; y otras que ejercen su influencia indirectamente (como la Ley de defensa al consumidor) que, si bien inciden en la experiencia turística, son aplicables por fuera del sector.

Por otro lado, la práctica turística también se ve sujeta a otros hechos que, sin estar “por escrito”, tienen el mismo grado de influencia. En este sentido se reconoce lo que Durkheim denomina corrientes sociales, que “tienen la misma objetividad y el mismo ascendiente sobre el individuo”. (Durkheim, 1996)

Sobre estas generalidades, es posible afirmar que la actividad turística concierne a las ciencias sociales, incluyendo sus efectos de talante económico, lo que justifica la postura de Daniel Hiernaux al afirmar que el turismo no es una actividad económica en sí, sino un inductor de actividades económicas, al ofrecer bienes y servicios en función de la demanda del turista” (Hiernaux-Nicolás). De esta manera, si bien el turismo puede leerse de acuerdo con las leyes de mercado, no es que sea parte de su génesis, más bien el resultado de su concepción según los parámetros industriales y del sistema capitalista imperantes (Capanegra, 2010)

Por definición, el turismo implica un desplazamiento voluntario, sin fines de lucro, a un lugar diferente al de residencia, con un plazo mínimo de 24 horas y máximo de un año. (OMT). Es el desplazamiento, entonces, la acción que resulta indiscutible para que se active el sistema turístico, lo que en palabras de Leiper significa relacionar un área de origen (residencia de los viajeros), con una de destino, por una ruta de tránsito. Todo ello sujeto a un marco contextual, lo que le permite asimilarlo como un sistema abierto. De esta manera, un viaje turístico conlleva, primero, la decisión de viaje del sujeto (demanda), hacia un sitio ajeno al de residencia (destino turístico), siendo el que demandará por bienes y servicios para satisfacer sus necesidades (Planta turística), todo ello en las condiciones que defina la situación concreta. La diversidad de factores y actores que operan en el desarrollo de la actividad constriñe la complejidad que presenta su definición y la diversidad de efectos que pueden suponer en lo social, ambiental y económico, ya sea positiva o negativamente.  Esta lectura permite entender lo que Capanegra en Sociología del Turismo, haciendo uso de la definición de Marcel Mauss, define como “Hecho social total”, en tanto que (…) aún como fenómeno parcial, las repercusiones de sus procesos interfieren en toda la sociedad resonando en todos los sectores y actividades (…)”.

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