Salud Publica
lauris89641 de Septiembre de 2014
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1) Evolución Histórica de la Salud Pública
a) La Salud Pública en los primeros tiempos de la Humanidad.
El temor a la muerte o las amenazas a la vida se encuentran en el origen mismo de la sociedad; así pues, era la necesidad de defensa y de protección de los miembros de la tribu frente a las múltiples amenazas la fuerza que los mantenía unidos.
La prevención se logra con la virtud, y la cura con la magia. Esa etapa mágica y mítica dio origen a muchas creencias y valores relativos a la salud que perduraron, con algunos cambios, durante generaciones, siglos y milenios, y que todavía en la actualidad son significativos y, a veces, fundamentales. Uno de estos ha sido la aceptación de la dualidad y la unión entre el espíritu, alma o mente y el cuerpo; otro, también de suma importancia, es la noción de la relación entre la salud del individuo y la de la comunidad social a la que pertenece.
La introducción de la agricultura estableció nuevas bases materiales y de organización social que revolucionaron la salud colectiva: el suministro más seguro de alimentos y la mejor protección contra los factores ambientales tuvieron, sin duda, un impacto espectacular en el estado de salud con respecto a la era preagrícola.
Según iba aumentando el conocimiento sobre la naturaleza, se incrementaban también las posibilidades de explicación racionales y de las intervenciones sanitarias científicas. La fe se iba enriqueciendo con la razón y la filosofía empezaba a convertirse en cultivo del conocimiento.
La salud y la enfermedad iban adquiriendo explicaciones naturales y aumentaban las posibilidades de intervención específica, mientras que la medicina se constituyó en campo de conocimiento y en una profesión. La prevención fue adquiriendo mayor relevancia por la asociación de la enfermedad con la impureza o suciedad y surgió la higiene como primera manifestación organizada de protección de la salud. La importancia en la salud y la enfermedad empezaba a ser reconocida, lo que dio origen a la teoría miasmática de la enfermedad, complementada por la interpretación humoral del funcionamiento corporal. La salud individual y colectiva se fortaleció a través de una cierta asimilación con la belleza, el arte y el cuidado al físico.
Se trata de un modelo de desarrollo ya presente en las sociedades prehistóricas y que aparece en los registros históricos de diferentes civilizaciones.
En las inscripciones etruscas, al principio de los registros históricos (5000/ 6000 a.C.), ya aparece la práctica de curar como una actividad social significativa; el Código de Hamurabi (3000 a.C.) cita a los médicos y en el antiguo Egipto la medicina adquiere una posición definida y una proyección social propia, aunque vinculada y regulada por la religión.. La salud ya no es exclusivamente magia. Los sistemas de alimentación (silos y distribución) y la preocupación por el medio ambiente y por el cuerpo en la sociedad egipcia de entonces pueden ser también vistos como medidas de salud pública.
En China, el Nei Ching, canon de medicina interna, del emperador amarillo, Huang Ti (siglo XXVII a.C.), es también de la misma época que los papiros egipcios. El yin y el yang, la teoría cósmica de los contrarios que se complementan y que aparecen de forma proporcional en el cuerpo humano generando equilibrios -salud- y desequilibrios -enfermedades-. Es un primer intento de explicación general y universal, no estrictamente religiosa.
Los vedas (India, hacia 2000 a.C.), especialmente en el sistema de medicina Ayurveda, reciben de Dhanvantari, dios de la medicina, la interpretación y las intervenciones mágicas sobre la salud, aunque también recogen el reconocimiento de síntomas y signos de las enfermedades y los remedios para curarlos.
Sin embargo, es en Grecia donde ocurre una verdadera revolución del conocimiento, que abarca también a la salud. La civilización helénica establece las bases para una transición de la magia a la ciencia. Con el casi mito de Esculapio (hacia 1200 a.C.), dios de la medicina y también médico, se iniciará ese cambio con respecto a la salud. Los templos son también casas de salud donde se ayuda a obtener la curación por medio de dietas, baños y ejercicios.
Sobre esta base, Hipócrates (460-380 a.C.) construye el Corpus Hipocraticum) sobre medicina y salud. La observación y la lógica en el diagnóstico y en la terapéutica, es también el origen de la epidemiología y del estudio de la salud pública. Hipócrates fue el padre de la teoría miasmática, que consideraba que las enfermedades se debían al envenenamiento por emanaciones viciadas o fétidas del suelo, agua y aire. En efecto, el texto sobre aire, aguas y lugares trata sobre la ecología humana y la relación entre la salud y las condiciones de vida y conduce a la visión del paciente integral en su medio.
Roma sucede a Grecia. La medicina se expande y se afirma con exponentes como Aulo Celso, Asclepíades, y Galeno (160 d.C.), el prototipo del médico tradicional. La contribución de Roma es todavía más importante en el campo de la salud pública, que hasta entonces no se diferenciaba de la medicina y no era más que una expresión eventual de ésta, sobre todo en caso de calamidades, y practicada por los mismos actores.
En los trece siglos que siguen al siglo II d.C., el predominio de valores que sostenían la conformidad y limitaban la creatividad restringió el desarrollo de la salud. En el mundo occidental, el dogmatismo religioso volvió a tener el control de las fuerzas sociales: la magia volvió a predominar sobre la ciencia, la providencia sobre la actuación, la salvación del alma individual sobre el cuidado del cuerpo y la preocupación por la población.
El progreso se producirá bajo el liberalismo relativo del islamismo, con Avicena en el campo de la química y con la creación de modernos hospitales públicos. Asimismo, se producen avances en India y China. En Occidente hubo también progresos en relación con las calamidades u otras situaciones críticas. Son ejemplos el código de los leprosos del III Concilio Lateranense (1179) y la introducción de la cuarentena durante la epidemia de peste negra del siglo XIV.
b) La Salud desde la Modernidad hasta nuestros días.
El Renacimiento y el mercantilismo, que revolucionaron la creación en las artes y "globalizaron" el mundo, alteraron el orden social y crearon las bases de una nueva revolución cultural y, consecuentemente, científica y productiva para la humanidad.
En el siglo XVII, G. Fracastoro, demostró el contagio de las enfermedades. Al final del siglo XVIII se produjo la primera vacuna -de la viruela, Jenner, 1779- y Joham Peter Frank propuso un método para una política médica completa en el que los gobiernos debían ser responsables de la salud de sus pueblos.
Las bases doctrinarias de los discursos sociales sobre la salud emergieron en la segunda mitad del siglo XVIII, en Europa Occidental, en un proceso histórico de disciplinamiento de los cuerpos y constitución de intervenciones sobre los sujetos. Así, la higiene, como conjunto de normatizaciones y preceptos a ser seguidos y aplicados en el ámbito individual, producía un discurso sobre la buena salud circunscripto a la esfera moral.
Por otro lado, las propuestas de una Política (o Policía) Médica comenzaban a establecer la responsabilidad del Estado como definidor de políticas, leyes y reglamentos referentes a la salud y como agente fiscalizador de su aplicación. En 1748, se aprobó en Suecia, la primera ley sobre la obligatoriedad de la compilación de información sanitaria, seguida por otros países.
Mientras tanto, el debate teórico en salud giraba en torno a si las enfermedades eran causadas por "miasma", o por contagio, con dos principales protagonistas. En Inglaterra: Farr, un teórico del miasma, y Snow, que sostenía la teoría del contagio, ambos respecto del cólera.
En el siglo XIX, los países europeos generaron un proceso macro social de la mayor importancia histórica: la Revolución Industrial. La reposición o el fortalecimiento de valores como la razón y la libertad, condujeron a un nuevo orden social que favoreció la expansión del conocimiento y la urbanización de las sociedades agrarias, con la consiguiente industrialización. El impacto sobre la salud de las poblaciones fue impresionante y múltiple.
Con la organización de las clases trabajadoras y el aumento de su participación política, principalmente en los países que alcanzaron un mayor desarrollo de las relaciones productivas, como Inglaterra, Francia y Alemania, rápidamente se incorporaron temas relativos a salud en la agenda de reivindicaciones de los movimientos sociales del período. Entre 1830 y 1880 surgen, en esos países, propuestas de comprensión de la crisis sanitaria como un proceso fundamentalmente político y social que, en su conjunto, recibieron la denominación de Medicina Social.
Pese a haber sido desbaratado en el plano político, el movimiento de Medicina Social generó una importante producción doctrinaria y conceptual que proporcionó las bases para los esfuerzos subsiguientes de pensar
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