Situacion Actual De La Produccion Animal En Venezuela
ryarlys4 de Junio de 2015
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SITUACION ACTUAL DE LA PRODUCCION ANIMAL EN VENEZUELA
La situación de la ganadería de leche y carne en Venezuela no ha cambiado positivamente en Venezuela durante el año que está iniciándose; por el contrario, creemos que se presenta igual o peor que el anterior. Es la opinión de Manuel Cipriano Heredia, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, quien estuvo en Lara con motivo de las VI Jornadas de Producción de Ganado Carora, al ser consultado sobre el tema. Refiere que el presidente Chávez, en su memoria y cuenta en la Asamblea Nacional, dijo q ue en el año 1998 el rebaño nacional era de unas diez mil cabezas de ganado, pero afirmaba que para el 2011 y principios del 2011 había alcanzado los 14 millones gracias a la "política revolucionaria socialista", y que para el 2019 la proyección era de unas 20 millones de cabezas. Pero la realidad existente, agregó, es muy diferente a la que le han pintado al Presidente pues las cifras que maneja Fedenaga, que provienen de las estadísticas del hoy Ministerio de Agricultura y Tierras, indican que para 1998 el rebaño nacional estaba en 112.812.692 cabezas y aunque las cifras para el 2011-12 son un secreto de Estado que nadie conoce porque nadie las sabe, nadie las maneja, Fedenaga estima que no deben llegar a los 12 millones. Con respecto a la producción de leche, el presidente Chávez dijo que superaba los 2 mil millones de litros al año, pero en Fedenaga creen que está en unos 1.500, mientras que la industria de la leche, por boca del presidente de Cavilac, Róger Figueroa, la ubica en 3.5 millones de litros diarios, que multiplicados por los 365 días del año da 1.278 millones. Heredia puntualiza que esa cantidad sólo alcanza para el 40 por ciento del consumo nacional. Además, dijo, en el 2010 la importación de animales vivos de Brasil fue de unos 52 mil mensuales, o sea más de 600 mil al año, y este año ya han ingresado 300 procedentes de Colombia, pero tienen información de que ya se otorgaron los permisos para traer 25 mil animales vivos durante tres meses. Todo eso indica, afirmó, que los rebaños vienen descendiendo en cantidad y cambiar esa realidad o tendencia requiere de mucha más participación y confianza; no es llamar a reuniones a ciertos sectores de la producción nacional, excluyendo a otros como Fedenaga, entre ellos. Enfatiza que se está desviando la información sólo a sectores afectos al gobierno por lo que esos diálogos no han dado ningún resultado porque se trata de una situación político electoral. Heredia considera que debe haber seguridad jurídica y personal para que retorne la confianza entre los productores del país, además de que el gobierno debe convocar a todos, sin distingo de clase política, social, o económica; sentarse en mesas de trabajo para ver la realidad, "saber dónde estamos parados, cuál es la producción de leche o carne, cuál es el consumo real de la población y cuánto nos hace falta importar para cubrir ese consumo". Pero también estima necesario conocer las cifras reales para tenerlas como punto de arranque, además de determinar las razones por las que se llegó a la negativa situación actual. Reitera que los ganaderos venezolanos eran autosuficientes en producción y ahora sehan venido incrementando las importaciones, beneficiando a productores de otros países. Despues de Loyo La salida de Juan Carlos Loyo del Ministerio de Agricultura y Tierras no ha representado ningún cambio para los ganaderos venezolanos, considera el presidente de Fedenaga, Manuel Cipriano Heredia. "Tenemos que esperar cuál es la actitud que trae el nuevo ministro, el general Mota Domínguez, ex comandante de la GN, pero las informaciones que tenemos es que siguen invadiendo fincas, como la del ex gobernador de Barinas, Rafael Rosales Peña, y hace pocos días, en pleno Carnaval, a las 8 de la noche, estando los dueños, el INTI y el Ejército tomaron otra, en plena producción, en el municipio Ezequiel Zamora, y así no vuelve la confianza
Las explotaciones caprinas en Venezuela se desarrollan básicamente en el pastizal natural, conocido como espinar, caracterizado a grandes rasgos por el predominio de árboles y arbustos en su mayoría desíduos, provistos de espinas y la casi ausencia de vegetación herbácea y por lo tanto de cobertura vegetal superficial. El espinar asume diversas formas según la precipitación, temperatura, topografía, naturaleza del suelo o grado de intervención antrópica. Cabe anotar la presencia dentro del espinar de las asociaciones de dos o tres especies. Es de suma importancia conocer y delimitar las especies y asociaciones para fines de manejo del ganado caprino (14). Dentro de éstas destacan: el Amargosal (Crotom rhamnifolius - Opuntia wentiana), cuya poca utilización por parte de animales la tipifica como indicativa de sobre-pastoreo; Oreganal (Lipia origanoides - Evolvulos tenuis), Bubital (Cordia cylindrostachia) las especies participantes en estas dos asociaciones son ávidamente consumidas por los caprinos.
En el Cuadro 1 se hace una relación, con indicación del análisis aproximado, de aquellas especies que, a juicio de los autores, tienen decisiva importancia en la alimentación de caprinos en condiciones extensivas.
SISTEMA DE EXPLOTACION
Las explotaciones dedicadas a la cría caprina se caracterizan por un bajo índice de rentabilidad, consecuencia directa de la escasa productividad de los rebaños. La tecnificación de las explotaciones a través del mejoramiento genético, la racionalización del pastoreo, y el combate de enfermedades, entre otras medidas, ayudarían en forma notable a elevar las condiciones de vida de miles de familias y reducir el daño potencial que una crianza indiscriminada de caprinos pueda ocasionar (17).
Los rebaños están constituidos en su mayoría por animales clasificados como del "tipo criollo", posible producto de los cruces entre las diferentes razas españolas introducidas por los colonizadores (10). Lo difícil del medio donde se desarrolla la explotación, la escasa atención de los criadores, la falta de selección y la ausencia total de prácticas racionales de manejo y alimentación, han provocado un desmejoramiento de gran magnitud, hasta el extremo de que la cabra criolla es en la actualidad un animal pequeño, de patas largas, pelo corto y escasa capacidad productiva. El promedio de peso corporal oscila para animales adultos entre 30 y 45 kgs. No presentan un patrón definido de color, variando del blanco al negro, pasando por romero, rucio, colorado, pintado, etc. La producción es extremadamente baja y fluctúa entre los 200 y 300 g. de leche por cabra y por día en lactancias de 200 días. Los pesos al nacer observados van de 2,2 a 2,8 kg. Y los pesos al destete de 8 a 10 kg. para hembras y machos, respectivamente (3). La mortalidad de cabritos entre el nacimiento y el destete es elevada, debido principalmente a la baja productividad lechera de las madres, el ataque por parte de animales salvajes, las diarreas y otros tipos de enfermedades difíciles de controlar por parte del criador por desconocimiento de las mismas o por falta de recursos económicos.
CUADRO 1. Análisis aproximado de las ecies mayormente consumidas por caprinos.
La explotación se realiza, salvo en contadas excepciones, en condiciones sumamente rudimentarias. Los animales pastorean libremente en potreros comunales, hecho que impide un control de monta efectivo. Las cabritonas son servidas por machos a una edad y peso no recomendables lo cual provoca un atraso irreversible en su posterior comportamiento productivo. La transmisión de enfermedades entre rebaños entremezclados dificulta en gran forma un control efectivo de las mismas. La aplicación de tratamientos preventivos y curativos por parte de los criadores más progresistas. se ve reducida en su efectividad por el contacto continuo de animales tratados y no tratados. La ausencia de cercas y el alto porcentaje de machos no seleccionados en distintos rebaños, impiden que las características mejoradas de reproductores puros o mestizos de razas importadas, adquiridos por algunos de los criadores, se extiendan en forma efectiva a los animales de sus rebaños.
La influencia de la estación seca sobre el valor nutritivo de las plantas forrajeras de zonas áridas y semiáridas es determinante. El contenido de proteína de las muestras tomadas en verano es menor en más de un 50% en comparación a las muestras colectadas en la época de lluvias.
Tal circunstancia, al sumarse a la reducción natural de la capacidad de carga de las áreas de pastoreo, contribuye a agravar aún más las condiciones alimenticias de los rebaños en la época seca (1). Los escasos recursos económicos de los criadores no permiten a éstos realizar una suplementación alimenticia de los animales en las épocas críticas, hecho que provoca un aumento considerable en el índice de mortalidad de todos los animales y particularmente de las crías.
A pesar de las consideraciones hechas, es de anotar que existen zonas del país en donde los núcleos de caprino s presentan un cierto grado de uniformidad en el color y cierto nivel de capacidad productiva, indicativos del efecto de la selección y del trabajo continuo de los propietarios tendientes a mejorar sus explotaciones. Esto corrobora la tesis de que la cría caprina, desarrollada mediante la aplicación de sencillas técnicas de producción animal, es factible y recomendable. Los resultados obtenidos en la Estación Experimental El Cují (Edo. Lara), del Ministerio de Agricultura y Cría de Venezuela demuestran que puede lograrse un aumento significativo en la producción de leche (hasta el doble de la producción normal) con la simple aplicación de prácticas adecuadas de manejo y alimentación
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