Sociedad de derechos.

Transición de estado de derecho a una sociedad de derechos.

Desde el nacimiento del Estado Moderno el cual surge entre los siglos XVI y XVII, cuando los reyes aprovecharon la crisis del feudalismo para retomar su poder, y acelerando el proceso en pleno renacimiento con profundas transformaciones en los mecanismos del gobierno y en el ejercicio del poder. Ya podemos identificar diferentes elementos del Estado moderno ya que desde esos albores, este poseía identidad, estaba organizado, estructurado y era formal.

Aunque no podemos dejar de mencionar que hasta bien entrado el siglo XVIII el concepto de autoridad era de carácter absoluto, es decir la autoridad o monarca en turno gozaba del pleno poder de hacer y decidir lo que le convenía. Por lo se puede identificar que a pesar de la aparente organización estatal existía la necesidad social de la implantación de un Estado de Derecho, que conllevara al estado a la mesura del Gobierno y su sujeción a la ética y derecho debido, ideas y necesidades que llegan a su clímax en los movimientos reivindicatorios de los derechos civiles y políticos como lo son la Revolución Francesa y la Carta de Independencia de los Estados Unidos de Norte América.

Para definir el estado de derecho se debe hacer referencia a la existencia de tres componentes destacados que nos han conducido a la concepción de  Estado de derecho que tenemos en la actualidad:

• En el primero es que se constituye en la lucha misma para que el Estado, personificado en los otrora monarcas, se sometieran a formas jurídicas bien establecidas, con reglas generales, establecidas bajo instituciones de la representación de la sociedad es decir en un el órgano legislativo, representativo y popular.  Esto lleva aparejado en si el reconocimiento de los derechos civiles y políticos así como igualdad jurídica, independencia del poder judicial y garantía de la propiedad.

Conceptualizando la idea de que un Estado en el cual la autoridad que se encarga de imponer la ley también debe someterse a ella; según Robert von Mohl lo clarifica en  “La Ciencia Política Según Los Principios Básicos Del Estado De Derecho”.  

• El segundo el Estado de Derecho implica también la extensión del control judicial a la actividad administrativa. Que se cristaliza con el desarrollo de la administración contencioso-administrativa, encaminada a romper la impunidad del Estado ante sus propias acciones.

• El tercero el cual  implica que el Estado de Derecho debe  incluir la legitimación democrática del poder del Estado, que también tiene que estar sometido a norma jurídica.

Así nos encontramos con la idea iniciada por Jorge Jellinek, de la autolimitación del poder estatal conceptualizando desde el punto de vista jurídico al Estado como un sujeto de derechos y obligaciones.        

Tomando las anteriores consideraciones podríamos definir al Estado de Derecho como la Organización política de la vida social sujeta a procedimientos regulados por ley en el cual los actos del Estado están limitados estrictamente por un marco jurídico supremo guiados por el principio de legalidad y el respeto absoluto de los derechos humanos, y se caracteriza por el imperio inexcusable de un determinado orden jurídico.

Podemos observar que de la concepción de Estado de Derecho se desprenden dos elementos fundamentales, los cuales son el principio de legalidad  y el respeto absoluto de los derechos humanos; entendiéndolos de la siguiente manera:

El principio de legalidad como un axioma de valoración de lo justo por una sociedad en virtud del cual estado debe ceñir su actuación a lo contemplado en la norma y no puede ir más allá de ella, ni ser omiso respecto a la obligación impuesta por la norma al propio Estado.

Los derechos humanos son atribuciones inherentes a las personas reconocidos en los tratados internacionales y la  parte dogmática de la Constitución del Estado que buscan la protección de la dignidad de las personas a través de las garantías individuales reconocidas por la propia Constitución y que se  consideran  como indispensables frente al poder del Estado y para limitar materialmente imperio del Estado.

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