TEORÍA DEL CASO ALEGATO DE APERTURA

TEORÍA DEL CASO

ALEGATO DE APERTURA.

Buenos días, con su venia Señor Juez; Estando presentes en la fecha y hora fijada para la apertura de Juicio Oral; En mi carácter de representante de la Fiscalía Licenciado(a) en derecho________________________________, es que me dirijo a usted para ACUSAR FORMALMENTE de HOMICIDIO a la señora PRORFIRIA CANSECO GALLASTEGUI, en el grado de RAZÓN DE PARENTESCO O RELACIÓN, previsto y sancionado en el artículo 323 del Código Penal Federal.

“La sociedad mexicana siempre se ha caracterizado por la abnegación de las madres, la protección de sus hijos, limitando su vida personal, profesional, económica, a la maternal” *****“esté no es el caso”.****

Teniendo como sucedido los siguientes hechos:

El día 9 de abril, a las 20.00 horas; la señora PRORFIRIA CANSECO GALLASTEGUI, “hoy acusada” privo de la vida a la adolecente LIDIA LOMBARDI CANSECO, en la casa de campo de su propiedad denominada “La Dorada”.

Como se comprobará, la señora PRORFIRIA CANSECO GALLASTEGUI, como madre de la hoy occisa, siempre debió velar por la integridad, seguridad, tanto física como psicológica, de su hija con los cuidados y amor, como lo debe efectuar cada madre; Sin embargo tal es el caso, que a la víctima se le habían olvidado la elaboración de sus enseres escolares para hacer su tarea, y le solicita a su señora madre que la lleve a la casa para recogerlos y efectuar su labor escolar, sin embargo dado a los testimonios que apuntan a el carácter irrisible, nervioso y colérico depresivo, de la señora Canseco, a raíz de su divorcio o separación; por lo cual al no poder descansar y bajo dicha sintomatología, es que estalla en cólera por cualquier cosa, cayendo la hoy occisa en discusión con su señora madre, para lo cual ella le ofrece una bebida, y le dice que en un momento se quitarían del lugar, sin embargo, como ya era costumbre de la señora Canseco, le tritura 5 pastillas del medicamento conocido como LORAZEPAN, creyendo que con esa dosis iba a tranquilizar a su víctima, y se dormiría, caso contrario, que en tanto empezaba a hacer efecto el medicamento, la discusión subió de tono y los gritos, a tal grado que la señora Canseco, amarro a su hija, introduciéndole en la boca un pañuelo y poniéndole un cubre bocas para apaciguar y callar a los gritos, dejándola en la habitación, sin darse cuenta que en unos minutos ya había fallecido por sobre dosis y asfixia mediante obstrucción de nariz y boca.

Sin que la adolecente pudiera pedir auxilio o expresar que se sentía mal, falleciendo en un total silencio y angustia.

Es de suma importancia destacar la profesión que ejerce la señora, “licenciada” para darnos cuanta como orquesto y monto toda una serie de escenarios y hechos para

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