TESIS FRAMBELIS CORRECCIONES.
nestinarTesis6 de Marzo de 2016
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CAPITULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
El fortalecimiento de una economía agropecuaria sustentable, mediante la autogestión es una de las premisas más importantes que ha impulsado el productor del campo, a través de la aplicación de mecanismos que se circunscriben en propiciar espacios para la profundización experiencias que tenga el colectivo del sector primario de la economía nacional en función a generar estrategias tendentes a bajar costos y elevar la calidad de la producción sea de tipo pecuario o agrícola.
Por consiguiente, tal acepción recoge el principio de fomentar la producción, consumo en el espectro local para así coadyuvar a la concreción en el desarrollo de saberes en el ámbito agropecuario. Ante esa situación, se requiere la instrumentación de una estrategias fundamentada agentes dinamizadores para conformar centros de producción cada vez sujetos a la realidad económica que les ha tocado enfrentar.
Según Velloso (2007), los medios de producción pecuarios se inscriben
Iniciativas productivas que emergen del interior de una hacienda, aprovechando las capacidades, potencialidades y habilidades propias, con el fin de desarrollar proyectos económicos, territoriales y tecnológicos, que permitan edificar una economía más humana, para una nueva vida económica del país (p.14).
Bajo esta premisa, las formas de producción dentro de una hacienda deben estar sujetas a la realidad en que se encuentre. Revisando los mecanismos y su aplicabilidad para así optimizar los niveles de producción sin menoscabar los recursos con que la misma cuenta.
Ante esto, la ganadería como elemento del sector primario en la economía se ha visto en la necesidad de ir evolucionando, de un sistema extensivo de producción a formas más intensivas y tecnificadas. Varios han sido los factores que han promovido estos cambios, entre ellos, el aumento del valor de la tierra, la reducción del área disponible, el costo creciente de la mano de obra, el alto costo de los insumos, la protección del medio ambiente, las exigencias del mercado y la necesidad de lograr mayores ingresos que hagan rentable el negocio ganadero.
Dentro de los factores que influyen en el mejoramiento de la producción y la productividad de la ganadería como son la genética, la salud animal, el manejo y la administración, la alimentación del ganado bovino constituye un rubro de mucha importancia, siendo determinante en el costo de la producción, el cual se ha visto seriamente afectado por el aumento del precio de los granos básicos como el maíz, base de muchos concentrados para alimentar ganado, así como por el cambio climático.
Bajo esta consideración, Brodereck (2006) señala
Por las razones de carácter económico se ha incrementado el interés por hacer mejor uso de los recursos disponibles en las fincas, como son la utilización de los residuos de las cosechas de maíz y un manejo adecuado de los mismos, lo que constituye la forma más económica de producir carne y leche, pero limitada por la influencia del clima sobre la calidad y producción de los mismos. (p.36)
En tal sentido la búsqueda de mejoras en cuanto a la producción se refiere va a depender del aprovechamiento de sus cultivos, para así elaborar artesanalmente suplementaciones alimenticias que permitan mejores y más sostenidos rendimientos en materia de producción bovina. Esta condición suplementaria es aún más necesaria en épocas de sequía o exceso de lluvias, cuando la calidad y la producción de pastos bajan sustancialmente.
La época de escasez trae frecuentemente como consecuencia al sobre pastoreo que conlleva a la disminución de la producción de leche, pérdida de peso y retraso en el crecimiento del ganado. Para disminuir el efecto de estas variaciones estacionales se debe recurrir a la preparación de alimentos concentrados a base de maíz (Zea mays linneus), de tal forma que pueda garantizase el suministro de alimento a animales cuando existan condiciones climáticas adversas. (Gutiérrez citado por Aristigueta 2008).
En este orden de ideas, las formulas nutricionales, los residuos de cosecha de maíz (Zea mays linneus) y los subproductos son usualmente consumidos en forma fresca por los animales domésticos. Sin embargo, es posible transformarlos para conservarlos y utilizarlos en el futuro durante períodos de escasez de alimentos.
En tal sentido, la producción de ganado vacuno depende del forraje, formulas nutricionales disponibles, la cual guarda una estrecha relación con las condiciones del suelo, clima, del manejo que le proporcione el productor y su disponibilidad, se caracteriza por épocas de abundancia (que coinciden con las lluvias) y de escasez (que coinciden con la sequía).
En el mismo orden y dirección, el uso de residuos podría permitir disponer de mayor cantidad de materias primas para alimentación humana y, al mismo tiempo, “ampliar el número de materias disponibles para alimentación de rumiantes a precios más competitivos”.( Monterola citado por Vilela 2009) estudiaron el valor nutritivo y la utilización de residuos hortícolas y agro-industriales en la alimentación de rumiantes, y concluyeron que en la mayoría de los países, existe gran diversidad y cantidad de residuos, con diferentes potenciales alimenticios, generando óptimos resultados en la producción de carne y leche.
Por otra parte, la utilización de residuos agroindustriales en la alimentación de rumiantes presenta un gran interés ya que el 33% de los cereales producidos en el mundo es destinado a los animales domésticos, en detrimento de los disponibles para una parte importante de la población humana, carente de la mejor alimentación Vilela (ob.cit).
Actualmente la ganadería bovina enfrenta serios cuestionamientos debido al modelo imperante de producción, caracterizado por grandes extensiones de gramíneas, poca diversidad de especies, alto grado de transformación de los ecosistemas naturales, escasos niveles de integración con el sector agrícola y con otros sistemas agropecuarios, bajos niveles de eficiencia y rentabilidad, deterioro del medio ambiente y poca participación efectiva en la solución de las necesidades socioeconómicas de la población, aunada a su limitada contribución al producto interno bruto nacional.
En tal sentido, Wong (2009) establece
Para obtener una mayor eficiencia en el uso de recursos agroalimentarios para la producción bovina, es necesario la conexión de todos los eslabones del sistema productivo, donde se promuevan incentivos por los resultados y en el entendido que todos los miembros del equipo que trabajan en la finca son aliados, tienen similares objetivos y por lo tanto, participan de los éxitos o los fracasos. (p.74)
En contraposición a esto, el principal problema relacionado con la alimentación de los animales es la marcada racionalidad en la disponibilidad de forraje, dada por las condiciones climatológicas, edáficas y de manejo. De igual manera, algunos pastos son deficientes en proteína, situación que hace a este nutriente limitante, ya que no se cubren los requerimientos nutricionales para algunos animales y etapas fisiológicas.
Asimismo, los productores buscan alternativas mediante la práctica de elaboración de alimentos y fórmulas nutritivas para así permitirles la disposición de abaratar los costos y que puedan ser almacenados y utilizados con facilidad (Wong, 2009).
En otro orden y dirección, la falta de adecuación y sistemas de conservación eficientes para la suplementación alimentaria del ganado durante periodos de sequía, conlleva a la realización de estudios tendentes a comparar diferentes alternativas de conservación de alimentos como el forraje o elaboración de alimentos, tomando en cuenta la cantidad y calidad de la misma para mantener niveles estables de producción sin importar las épocas del año. El principal objetivo de la preparación de alimentos es la de disponer de un aporte nutritivo que asegure la producción del ganado durante períodos de escasez.
Igualmente, es imperante tener en cuenta que al construirse un silo, se puede aprovechar el pasto verde de la época lluviosa, principalmente pastos de cortes como maíz, sorgo y caña. De igual forma, se evita las pérdidas en la finca y se dispone de alimento en cantidad y calidad adecuado, sosteniendo la producción normal de la explotación durante todo el año (Sosa 2005).
En tal sentido, el maíz (Zea mays linneus) contiene un elevado contenido en almidón en su grano, lo cual propicia contenido energético más elevado que el heno o el forraje de sorgo y que sea un excelente material para ensilar y por su valor alimenticio para los animales.
Ante esto, la investigadora basa su estudio en productores agropecuarios del caserío Bella Tovar parroquia La Aparición municipio Ospino, donde los productores desconocen el uso de formulas nutricionales de manera artesanal, utilizando concentrados alimenticios industriales, desconociendo el aprovechamiento de fuentes residuales de los cereales como el maíz para la preparación de formulas nutritivas para el ganado bovino.
En el mismo orden y dirección, la investigadora se centra su estudio en los productores agropecuarios del caserío Bella Tovar parroquia La Aparición municipio Ospino estado Portuguesa para así establecer como herramienta para abaratar costos y elevar la producción de ganado bovino el manejo de las fuentes residuales que genera las cosechas de maíz a tal fin que permite mantener por periodos extensivos cantidad de alimentos que requiere el mismo. Dicho manejo se observa de manera artesanal, lo cual trae como consecuencia óptimos resultados en la producción de reses.
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