TRABAJO EN EQUIPO: LA ESTRATEGIA DE LOS SERVICIOS DE SALUD COMO GARANTÍA DE ATENCIÓN A LA POBLACIÓN

Resumen

Comúnmente se escucha en los ambientes relacionados con la salud la importancia del trabajo en equipo multidisciplinario. Un equipo puede definirse como un grupo pequeño cuyos miembros colaboran entre sí y están en contacto y comprometidos en una acción coordinada, respondiendo responsables y entusiásticamente a la tarea. El concepto de atención médica integral comunitaria, orientada a la familia, exige un multidisciplinario que implica la cooperación entre varios profesionales de la salud, de modo que puedan satisfacerse las necesidades totales de salud de la población. Las necesidades de salud de las comunidades ya no pueden ser satisfechas por un médico que trabaje aisladamente, sino que requieren de la formación de un equipo cuyos miembros proporcionen cada uno, una perspectiva diferente de conocimientos, actitudes y habilidades.

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Usualmente, al pensar en la atención a la salud, a la mayoría de las personas les viene a la mente la imagen de un médico en un hospital, en el que los demás profesionistas suelen pasar a segundo plano. No obstante, la atención a la salud no es tan simple como podría pensarse. Sabemos que en una unidad de salud hay un número de profesionistas, técnicos y empleados trabajando en conjunto con el objetivo de atender los problemas de salud de las poblaciones y buscar una solución. Esto se trata básicamente de un trabajo en equipo. Pero, ¿por qué es tan importante pensar sobre algo que podría parecer tan trivial y cotidiano? Porque el trabajo en equipo es vital para una atención a la salud de una población, y una buena coordinación entre los miembros de dicho equipo es la diferencia entre la eficiencia o el fracaso de la organización.

Davis y Newstrom definen el equipo como un grupo pequeño cuyos miembros colaboran entre sí y están en contacto y comprometidos en una acción coordinada, respondiendo responsables y entusiásticamente a la tarea. Citando la definición de Polliack, un equipo puede ser considerado como un sistema de trabajo que permite a varias personas de diferentes profesiones y habilidades coordinar sus actividades, y en el cual cada uno contribuye con sus conocimientos al logro de un propósito común. Ahora bien, sabemos también que para que el trabajo en equipo sea eficiente, deben darse ciertas condiciones. Es necesario, en primer lugar, la coordinación entre los miembros del equipo, para lo cual es imprescindible tener una comunicación adecuada que favorezca el trabajo conjunto. Asimismo, cada miembro tiene diferentes habilidades, por lo que no se puede reemplazar a un miembro con otro y se espera que cada uno desempeñe el papel que le corresponda asumiendo sus responsabilidades. El apoyo mutuo es vital en el trabajo en equipo, puesto que un equipo cuyos miembros no cooperan entre sí está condenado al fracaso por obvias razones. Es esencial que todos los miembros del equipo se pongan de acuerdo sobre los objetivos comunes y acepten, como grupo, la responsabilidad de alcanzar dichos objetivos. También es importante un adecuado liderazgo, tomando en cuenta que el verdadero líder no actúa basándose en el poder que le otorga su posición forzando a las personas, sino consiguiendo con honradez, compromiso, atención y respeto, que la gente haga voluntariamente lo que se le indique debido a la influencia personal. Por último, algo importante que se debe asumir es que no debe existir un funcionamiento jerárquico del equipo, sin profesiones dominantes sobre otras.

Hemos definido ya lo que es un equipo, y la importancia de los factores que favorecen un trabajo en equipo eficaz y adecuado. Ahora bien, ¿cómo se da el trabajo en equipo en los servicios de salud?

Según la OMS (1973), el equipo de salud se define como aquella “asociación no jerarquizada de personas, con diferentes disciplinas y profesionales,

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