TURISMO ESPACIAL, SEXUAL, OTROS
liliana2920 de Septiembre de 2012
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Introducción
La actividad turística tiene su origen desde hace muchos siglos, en la cual se han incrementado muchas alternativas de servicios a los turistas, además de cubrir las necesidades de alimentación, hospedaje también se suma la de recreación, esparcimiento; en la cual surgen diversos tipos de turismo que están como un abanico a la disposición de quien lo desee, tornándose de gran importancia para la sociedad.
Es así, como en la actualidad existe un consenso generalizado sobre la importancia estratégica del turismo, por su envergadura económica y social, en el desarrollo y diversificación de la economía. El crecimiento de las pernoctaciones realizadas en establecimientos hoteleros, la difusión de la riqueza gastronómica, la revalorización del patrimonio natural y cultural y la ampliación de las plazas turísticas, entre otros indicadores, ponen de manifiesto la dinámica del sector, creando unas fuertes expectativas sobre el positivo papel que en el futuro el turismo puede jugar como elemento estratégico de crecimiento de la producción del estado y del empleo.
Sin embargo, los repentinos cambios de la demanda turística han venido asociados a un crecimiento mucho más lento de la oferta, tanto en términos cualitativos como en la cantidad de infraestructuras y servicios turísticos. De esta forma, el crecimiento de la demanda, como fenómeno sobrevenido, ha ido perfilando un modelo turístico desequilibrado en la oferta, poco competitivo y, por tanto, con dificultades para explotar las potencialidades con las que el sector cuenta.
El turismo espacial es una modalidad de turismo que se realiza a más de 100 kilómetros de altura de la Tierra, lo que se considera la frontera del espacio. Por el momento sólo se ha llevado a cabo en transportes y estaciones espaciales gubernamentales; pero a principios del siglo XXI las iniciativas privadas han dado los primeros pasos para fabricar vehículos y alojamientos turísticos.
El turismo espacial está considerado por algunos autores como el siguiente paso en la carrera del ser humano hacia el espacio. Una vez dejado atrás la era de la exploración y dentro ya de la explotación comercial, especialmente de satélites de telecomunicaciones y fotografías, el ser humano se ha adentrado por completo en el Espacio, aunque sea “hasta la altura de los tobillos” como decía Carl Sagan.
Dondequiera que hay algo extraño, algo bello o nuevo la gente querrá verlo. Realmente si el turismo espacial no ha comenzado antes ha sido por la fortaleza económica de las dos principales potencias, Estados Unidos y la URSS, que no necesitaban ingresos adicionales. Fue tras la descomposición de la URSS y la crisis económica subsiguiente, cuando Rusia decidió aceptar la oferta de llevar un turista, es decir, una persona que viajaba por motivos no profesionales. Moscú vio con buenos ojos desde el principio la posibilidad de obtener varias decenas de millones de dólares de personas dispuestas a pagarlos por el viaje y la estancia; así podrían costear la totalidad o parte del lanzamiento.
En este punto existía una fuerte discrepancia entre Rusia y Estados Unidos, este no quería ni necesitaba esos ingresos y temía convertir el caro y delicado complejo espacial de la ISS en destino para millonarios excéntricos. Ya antes se habían propuesto a la NASA varios viajes más o menos relacionados con el turismo, pero ninguno pasó de simples propuestas o conjeturas.
Afortunadamente para los posibles turistas espaciales, el fin de la Guerra Fría, la construcción de la Estación Espacial Internacional y, sobre todo, la capacidad de llevar al espacio tres personas en una cápsula cuando sólo son necesarias dos, abrían la puerta a esta modalidad de ocio.
La tripulación que pasaría a la Historia por llevar al el primer turista espacial. Fue el magnate norteamericano y ex ingeniero de la NASA Dennis Tito el primer ser humano en viajar al espacio únicamente por placer y previo pago, lo que se considera un turista. Con anterioridad y posterioridad otras personas habían viajado al espacio previo pago de esa plaza libre que quedaba en un lanzamiento ruso, por ejemplo el astronauta español Pedro Duque llevó a cabo su segundo viaje a la ISS bajo esta modalidad. La diferencia con los turistas espaciales es que todas las otras personas eran profesionales de la astronáutica y trabajaba dentro de una agencia espacial.
El primer viaje espacial, como muchos otros primeros viajes, tuvo varias dificultades que vencer. El precio no debió ser una ellas, porque Tito pagó unos 20 millones de dólares a la Agencia Espacial Federal Rusa por el entrenamiento, el viaje y la estancia en la EEI. En cambio la NASA puso todo tipo de objeciones y su administrador, Daniel Goldin, lo calificó como “el capricho de un excéntrico”. Pero la firmeza de los rusos, que llegaron a amenazar con abandonar el proyecto de construcción de la ISS, lograron allanar el camino.
Tito entró en la Estación el 30 de abril de 2001, haciendo más o menos realidad una de las predicciones de Arthur C. Clarke en su libro 2001. Durante su estancia fue muy fríamente recibido por los norteamericanos y siempre escoltado por los dos cosmonautas rusos; pero finalmente las tiranteces fueron aliviándose. En la ISS manejó el sistema de comunicaciones y verificó el equipo de energía del módulo ruso, además de sacar fotos, tomar películas caseras y mirar mucho por las escotillas, todo lo que se espera de un turista.
Regresó a la Tierra el 6 de mayo de 2001. Al aterrizar confesó: “acabo de regresar del paraíso pese a estar agotado, sudoroso y tan débil que no pude salir de la cápsula Soyuz por mi propio pie como sí lo hicieron mis compañeros”.
La cuarta turista espacial fue a la vez la primera mujer turista en viajar al espacio. La estadounidense Anousheh Ansari. Además fue la primera persona de origen iraní en viajar al espacio.
Otra nueva modalidad es el turismo sexual es una forma de turismo con el propósito de sostener relaciones sexuales, normalmente con prostitutas pero también puede darse que mujeres busquen oportunidades sexuales con hombres o con mujeres e incluso entre personas del mismo sexo. Entre las causas que motivan el turismo sexual en otro país u otra región se encuentran las siguientes:
Una mayor tolerancia de las autoridades, y en ocasiones una edad de consentimiento menor.
Una mayor impunidad ante el delito.
Precios más bajos (al viajar el cliente de un país rico a uno más pobre).
Mayor privacidad.
El cliente encuentra a determinados grupos étnicos más atractivos.
El cliente prefiere la “ética laboral” de las prostitutas extranjeras a la de las prostitutas de su propio país.
Al cliente le excita más el sexo en un entorno tropical con un clima caluroso.
Entre los destinos más comunes para el turismo sexual se encuentran Marruecos, Brasil, Camboya, Colombia, Costa Rica, China, Cuba, Perú y Tailandia. Tras la caída del telón de acero, Rusia, Hungría, República Checa y Ucrania también se han convertido en destinos habituales para los turistas sexuales. Algunos ejemplos son la ciudad de São Paulo y la Zona Norte de Tijuana. En muchos de estos países, el turismo sexual supone un pequeño porcentaje del negocio de la prostitución y la mayoría de las prostitutas sirven a los clientes del país donde se encuentran.
El turismo sexual ha estado presente desde la antigüedad, las diligencias militares necesitaban lugares de recreación durante los largos trayectos dentro de los campamentos o lugares en específico como punto geográfico de referencia.
Al desarrollarse la militarización en los mares así como los viajes del comercio, las ciudades portuarias se convirtieron en zonas de transito con lugares de tolerancia para los marineros y traficantes de mercadurias.
En el siglo XIX, la vida de bella época en Francia, después de la revolución industrial, trajo otros modos de entender el turismo sexual, por ejemplo la apertura de cabarets y centros nocturnos que dieran un ambiente bohemio y romántico de muchas ciudades europeas e inmediatamente después ciudades de otros continentes. El lapin Agile fue el primer cabaret parisino, abierto en 1875, que sirvió de modelo para los cabarets del siglo XX.
EL turismo sexual no surgió como una forma de hacer turismo, los centros nocturnos, burdeles y cabarets fueron lugares diseñados para la población local de las ciudades donde se desarrolló la prostitución, pero a través de los comentarios de las experiencias vividas, por los sucesos en los periódicos y el morbo por saber que ocurre en ciertas ciudades se extendió a oídos de países limítrofes o lejanos.
En el caso del turismo sexual femenino se tiende a pensar que lo practican generalmente por compensaciones monetarias por los servicios sexuales, pero existen otros factores que generan el comercio sexual en el mundo. Este es el turismo sexual en el cual las mujeres buscan tener relaciones sexuales
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