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Tarea.

goiiooTrabajo23 de Mayo de 2012

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Introducción

Para comenzar podemso resaltar que la prudencia es Es la capacidad que poseen los hombres para orientar su actuación en base al uso de la razón. Esto quiere decir que ante todo la razón debe gobernar los actos de las personas y no el sentimiento. La prudencia permite a los hombres perfeccionar sus propias actividades y perseguir su propio bien respecto al fin común de los que le rodean y de su vida misma.

La prudencia gobierna a todas las de más virtudes y su función elemental es la de conocer los fines o propósitos para actuar de una manera correcta. Lleva a los hombres a tomar decisiones efectivas que aseguran éxito y buenos resultados, cuando se es prudente imponiendo la razón a nuestra existencia, las determinaciones tomadas estarán.

Lo que pude observar en este libro es cómo nos orienta de lo que es la prudencia en cuanto a lo que tenemos que mejorar a nosotros mismos para ser adaptables al mundo actual , ya que el ser humano vive mejor en base a la capacidad que cada uno tenga de adaptarse a los cambios de cada tiempo en que le toca vivir, en su entorno familiar, personal y a su vez con la sociedad misma; todos estamos acostumbrados a seguir patrones familiares, culturales o de aspecto social del cual estamos rodeados, ya que el mismo autor considera que dichos convencionalismos atentan contra nuestra paz interior; todo lo anterior si hubiera la capacidad de analizar detenidamente lo podríamos cambiar fácilmente.

El autor de este libro Baltasar Gracián nos da los “tips” para poder llevar la prudencia a su nivel más óptimo.

Al hablar de prudencia estamos hablando de un arte, porque es un valor que usamos cotidianamente para sobresalir en todas nuestras actividades diarias ya sean personales o colectivas, en cuanto las personales podemos decir acciones para llegar a las metas deseadas tanto en el ámbito familiar como laboral y nos damos cuenta que si no desarrollamos nuestro sentido de la prudencia nunca estaremos satisfechos con nuestros logros y estaremos cada vez más poniéndonos metas más altas sin que ello nos lleve a un estado de satisfacción personal.

La prudencia nos permite lograr objetivos de nuestra vida sin que estorbemos o demeritemos las metas u los objetivos de los demás, ya que si no somos prudentes estaremos invadiendo la libertad de cada persona.

EL DESAROLLO

El libro El arte de la prudencia lo que hace es resumir en trescientas frases una buena parte de la sabiduría práctica que permite triunfar en un mundo cada vez más competitivo y hostil.

Tome las que me marcaron mas me parecieron mas interesantes ya continuacion las enuncio.

4.Trata con quien puedas aprender. Convierte siempre el trato amigable con gente que sean escuela de erudición, y cuya conversación sea enseñanza culta. Haz de tus amigos maestros, aprovechando el gusto de conversar para el útil aprendizaje.

10. Haz fama y fortuna: las dos en una. Lo que tiene la una de inconstante, tiene la otra de firme. La primera para vivir, la segunda para el mañana. Aquélla contra la envidia, ésta contra el olvido. La fortuna se desea y tal vez se ayuda, la fama se diligencia.

El deseo de reputación debe nacer de la virtud. La fama siempre ha sido hermana de la grandeza. Por ello la gente famosa anda siempre por los extremos: son monstruos o prodigios, dignos de abominación o aplauso.

11. Rodéate de gente inteligente. La felicidad de los poderosos está en acompañarse de personas con sabiduría, que le saquen de todo aprieto causado por la ignorancia, que le ayuden a luchar con las complejidades de la vida. Singular grandeza es servirse de sabios, grandeza que supera el bárbaro gusto de Tigranes, aquel que cometía el error de usar como criados a los reyes vencidos

17. Ten variados estilos, para que no prevengan lo que harás. No actúes siempre del mismo modo, pues todos sabrán de antemano lo que vas a hacer, sobre todo tus contrarios. No hagas las cosas siempre de una manera determinada, pues notarán tu uniformidad en el hacer, y prevendrán y frustrarán tus acciones. Es fácil matar al vuelo el ave que sigue constantemente el mismo sendero, sin torcerlo. No obres todo el tiempo con tu segunda intención, porque cuando lo repitas, descubrirán ese ardid. Espera siempre la malicia, pues es menester tener gran sutileza para vencerla. Haz como el jugador sagaz, que nunca lanza la pieza que el contrario espera, y mucho menos la que desea.

19. No crees demasiada expectación.

Es frecuente que lo muy celebrado antes de realizarse, parezca después menos que la expectativa que se creó. Nunca lo real ha igualado a lo imaginado, porque es fácil concebir algo perfecto, pero muy difícil realizarlo con exactitud. La imaginación se casa con el deseo y crea una fantasía que es lejana a lo que puede dar la realidad.

22. Cultiva el buen conversar. La fina erudición es herramienta de discretos y cuidadosos.

Es bueno que en tu conversación muestres estar al corriente de todo, más de lo importante y menos de lo superfluo. Es bueno tener frases graciosas en cantidad suficiente, tener galantería en el comportamiento, y saberlas emplear oportunamente. A veces es más efectiva una nota de humor que la más grave y profunda cátedra. La sabiduría en la conversación les valió más a muchos que las siete artes liberales, con ser tan importantes profesiones.

25. Aprende a ser buen entendedor.

Arte entre las artes fue hace un tiempo el saber razonar. Ya no basta: es menester que sepas usar la intuición, y más cuando quieres librarte de engaños. No llegará a ser un entendido el que no sea intuitivo. Hay maestros de la corazonada y linces que adivinan las intenciones. Las verdades que más necesitas conocer vienen siempre a medio decir, y por ello es necesario recibirlas con mucha atención para deducirlas. Si descubres buena intención, cree en ella, y si es odiosa, desconfía y atácala.

28. Nunca caigas en lo vulgar. No te dejes llevar por el gusto. Gran sabio es el que se cuida de preferir lo que prefieren los muchos. Demasiados aplausos de la gente no satisfacen al hombre cuidadoso. Son algunos tan camaleones por lograr la popularidad que se complacen con el burdo elogio de un Vulcano, en vez de los elevados vuelos de un Apolo. Que tu entendimiento no se confunda con las falsas maravillas del vulgo , que no pasan de simples apariencias. Si te dejas seducir por la necedad de la gente corriente, tendrás grandes y tristes desengaños.

31. Acércate al que sabe triunfar y desecha a quien tiende a fracasar. La infelicidad es en ocasiones causada por la torpeza de quienes nos acompañan. Nada se contagia más que el fracaso. Nunca abras la puerta al que le salen las cosas mal, pues tras él vendrán a ti muchos y mayores males, que siempre andan como aves en bandada.

La mejor forma de juego es saber descartar. Más te favorece hacer alianza con quien sea una pequeña carta de triunfo que una grande cuyo éxito decayó. Si te encuentras dudoso, consulta a sabios y prudentes que hayan triunfado.

32. Vive siempre en disposición de dar a los demás. Quien gobierna gana gran crédito si da, si hace el bien. Es la elegante manera del soberano conquistar el afecto de todos. El principal privilegio del gobernante es poder hacer el bien más que todos.

Estos actos hacen amistades. Al contrario, están otros que mandan, y que están empecinados en contrariar, en no complacer gustos, no tanto por tener dificultades para dar, sino sobre todo por hacer la maldad de no ayudar, pues están opuestos a la divina bondad.

34.Ê Descubre tu principal virtud. Has de saber en qué profesión eres más capaz, y cultivar eso, y usarlo para ayudar a los demás.

Cualquiera puede conseguir la prestancia en algo, si descubre que esa es su vocación.

Conoce tu virtud principal y aplícate a ella: por ejemplo, unos se destacan por el buen juicio, otros por el valor. La mayoría no hace caso a los consejos de su inteligencia y por ello no consigue el éxito. Quien ignora sus razones y se lleva de sus pasiones, con el tiempo recibirá un amargo desengaño.

46. Evita la antipatía sin motivos.

Solemos aborrecer a algunas personas sin conocer todavía sus virtudes y defectos. Muy mal es que algunos barones inteligentes posean esta vulgar aversión. Que tu cordura logre corregirla, pues aborrecer a los mejores te producirá desprestigio. En la misma proporción en que es ventaja la simpatía por los notables es desventaja la antipatía de ellos.

51. Es importante que sepas elegir.

Generalmente, de esto depende tu vida. Se fundamenta en el buen juicio y el recto pensar, para lo cual no bastan inteligencia y estudio.

Se necesita sobre todo el discernimiento.

Sin él no hay capacidad para escoger lo mejor. Hombres de mucho conocimiento y sagacidad, de juicio exigente, estudiosos y enterados, se han perdido al momento de elegir. Se enredan siempre con lo peor, de tal forma que parece que se amarran al error. El buen discernimiento es uno de los más altos dones que has de tener.

52. Nunca perder la compostura. La finalidad principal de la prudencia es no perder nunca la compostura. Cualquier exceso de pasiones perjudica a la prudencia. Uno debe ser tan dueño de sí que ni en la mayor prosperidad ni en la mayor adversidad nadie pueda criticarle por haber perdido la compostura.

55. El hombre ha de saber esperar.

Al corazón lo ensancha el sufrimiento. Pero nunca debes apresurarte ni apasionarte. Sé primero señor de ti, y podrás luego serlo de los demás. Has de caminar despacio hasta encontrar tu ocasión propicia. El paso prudente da

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