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Teoria Del Valor: Aportes Contemporaneos


Enviado por   •  20 de Marzo de 2015  •  4.397 Palabras (18 Páginas)  •  2.414 Visitas

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APORTES CONTEMPORANEOS Y NO OCCIDENTALES DE TEORIA DEL VALOR:

La teoría del valor surgió en el siglo XVIII para explicar el comportamiento de los precios, cuando la expansión del mercado inviabilizó el sistema de regulaciones medievales.

La teoría del valor surge como respuesta a la cuestión fundamental de la naturaleza económica: dado que en una sociedad de mercado los individuos son libres y autónomos.

Adam Smith Y El Liberalismo Económico

Adam Smith, conocido como el padre de la economía, muestra a lo largo de su obra una marcada visión liberal que surge como respuesta a las condiciones históricas de finales del siglo XVIII, donde se atacó el sistema mercantilista a través de la doctrina del laissez - faire, por medio de argumentos en favor de una economía regulada por leyes naturales que le permitían conducirse "por la acción de una mano de una mano invisible" hacia su óptimo desarrollo.

La construcción de la teoría del valor y los precios de Adam Smith y en general de la visión ortodoxa parte de la existencia de un mundo de bienes y agentes económicos: el análisis se hace por fuera de cualquier realidad institucional, lo que implica la ausencia del dinero, razón por la cual a dichos bienes se les concede la cualidad de tener poder de compra sobre los demás. Así, con esta propiedad intrínseca que les permite enfrentarse directamente sin necesidad de un medio de cambio - institución dinero - que actúe como intermediario entre ellos, se trató de explicar el funcionamiento de la sociedad mercantil como regida por leyes naturales. La elección de Smith - entre dos formas posibles de construcción teórica en economía: monetaria o real - de un análisis por fuera de las instituciones, obedeció a razones tanto lógicas como histórico - sociales. Dobb expone los argumentos presentados por el economista escocés y sus sucesores clásicos dentro de la construcción lógica del análisis real:

(…) Puesto que el dinero representaba meramente una técnica conveniente de cambio, ya para el cálculo, ya como intermediario, era indiferente para las relaciones productivas esenciales y por tanto no podía afectar el sistema de las proporciones de cambio. Un aumento o disminución de la cantidad de dinero no podía afectar la relación existente entre los precios, puesto que tendía a afectarlos a todos por igual.

Igualmente, Smith creía que existía una conexión directa entre la institución monetaria y la intervención del príncipe en el curso natural de la economía, impidiendo el total desarrollo de la capacidad productiva de la sociedad. De la crítica realizada por Smith a la escuela mercantilista, se derivan otras razones para la elección de un análisis real: Smith argumenta que la riqueza de una nación no se mide por la cantidad de metales preciosos que acumule, como aseveraban los mercantilistas, sino por la magnitud de su capacidad productiva en periodos y condiciones determinadas. Los metales, pueden variar de valor debido a diversas causas, como la introducción de una técnica novedosa o el descubrimiento de una nueva mina. De esta última conclusión se desprende un planteamiento fundamental dentro del análisis real: si los metales preciosos y en general todas las mercancías son susceptibles a variaciones en su valor, ¿cómo es posible medir la riqueza en términos reales?

Marx modificó por completo el objetivo de la la teoría:

Mientras que Smith intentaba ilustrar la pérdida de relevancia del intercambio mercantil y de la vieja agricultura frente a la nueva industria y Ricardo pretendía probar que el aumento de la renta deterioraba la ganancia, Marx se propuso demostrar que el capitalismo es un sistema históricamente transitorio, que se basa en la explotación de los trabajadores. Este cambio transformó radicalmente el sentido del concepto de valor. Marx recurrió a esta última categoría para explicar cómo los capitalistas expropian una parte del valor creado por los trabajadores en el proceso productivo y cómo se redistribuyen esta plusvalía a través de distintas modalidades del beneficio. Semejante

apropiación es posible porque los asalariados generan durante su jornada laboral más valor que el requerido para su propia reproducción. La magnitud del valor que incorporan a las mercancías es superior al valor de su fuerza de trabajo expresada en salarios. Esta desigualdad no es un ¨engaño¨, ni una estafa circunstancial. Es un producto de la propiedad privada de los medios de producción, que otorga a los capitalistas el derecho a apropiarse del fruto del trabajo ajeno. Los empresarios detentan la atribución de contratar y despedir asalariados, que al carecer de medios propios de subsistencia están obligados a vender sus fuerza de trabajo en el mercado. En estas condiciones surge la plusvalía, cuya acumulación permite la aparición y el acrecentamiento del capital.

APORTES NO OCCIDENTALES DE TEORIA DEL VALOR:

La sociedad capitalista vive actualmente una crisis estructural. Esa es una afirmación que constituye punto de partida para la interpretación de algunos autores actuales que se sitúan en el amplio campo del pensamiento crítico. En este momento, por otra parte, desarrollase, en ámbito mundial, una crisis económico-financiera cuyo elemento detonador fueron los créditos subprime norteamericanos, en el interior de una situación de sobreendeudamiento de las familias consumidoras norteamericanas.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la actual crisis económica mundial generada por los créditos subprime no es, en verdad, la crisis estructural del sistema capitalista. No puede ser confundida con ella. Constituye simplemente una de sus manifestaciones; la más notoria en los últimos meses debido al destaque dado a ella por la prensa del mundo entero y, además, por el hecho de que afecta directamente el conjunto de países del centro del capitalismo, en particular su sistema financiero y el mercado de capitales.

Al lado de la crisis financiera actual, cuyo seguimiento en los próximos meses no es previsible, convivimos con otras manifestaciones de la crisis estructural: la del desempleo, la energética, la ecológica, la de los alimentos y, con esta última, el agravamiento de la miseria de enormes contingentes de la población mundial.

Esas manifestaciones de la crisis estructural del sistema capitalista, incluyendo las de carácter directamente económico, no son tan difíciles de ser reconocidas como tales, de ser identificadas. Basta un mínimo de sentido crítico y podemos llegar a un consenso más o menos amplio sobre la existencia de ellas. Incluso, en lo que respecta a sus causas más inmediatas, no es tan

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