Teoría De Los Discursos Sociales, Eliseo Verón

Eliseo Verón

Discursos sociales

Se han visto dos corrientes históricas: Por un lado, modelo binario del signo de Saussure. Esto es el surgimiento de la lingüística como ciencia de la lengua. Por el otro lado, el pensamiento ternario sobre la significación de Peirce y de Fredge. Ésta permanece ajena al desarrollo de la lingüística.

En los años sesenta, la lingüística saussureana dio vida, con cincuenta años de retraso, a la primera semiología. Ésta, era prisionera del modelo binario del modelo del signo y permanecía ajena a toda noción de productividad del sentido. Durante estos años, una teoría de la producción del sentido fue imposible: modelos nuevos tomaban forma, pero en un contexto cada vez más hostil a toda consideración sobre la “naturaleza social de la actividad del lenguaje”. En los setenta hizo su aparición el concepto de discurso.

Si bien se creyó que podía tomar forma como prolongación de la lingüística, tuvo la ventaja de situarse en desfasaje con respecto a la semiología. Su irrupción tuvo efectos positivos:

1. El concepto discurso abre la posibilidad de una ruptura con la lingüística. La teoría de los discursos se sitúa en un plano que no es el de la lengua. Simultáneamente hay una relación entre las dos: el saber lingüístico es indispensable para una teoría de los discursos sociales.

2. El concepto discurso hace estallar el modelo binario del signo y tomar el pensamiento ternario de sobre la significación. Dicho proyecto se denomina: Teoría de la discursividad o Teoría de los

discursos sociales.

Queda excluida la expresión “sociolingüística” porque reproduciría la ilusión peligrosa que consiste en creer que se puede acceder a la problemática sobre los discursos sociales “proyectando” el saber lingüístico sobre los contextos sociales.

3. La doble operación, por un lado, la separación/rearticulación entre teoría del discurso y lingüística y por el otro, reformulación conceptual del “pensamiento ternario”, permite que la teoría recupere problemas olvidados como: la materialidad del sentido y la construcción de lo real en la red de la semiosis.

El sentido como producción discursiva

La articulación de la problemática de los discursos sociales con el modelo ternario en Fredge y en Pierce, puede construirse así:

FREGE PIERCE TEORÍA DE LOS DISCURSOS

Sinn Interpretante Operaciones

Zeichen Signo Discurso

Bedeutung Objeto Representaciones

Desde el punto de vista del análisis del sentido, el punto de partida sólo puede ser el sentido producido. El acceso a la red semiótica siempre implica un trabajo de análisis que opera sobre fragmentos extraídos del proceso semiótico, sobre una cristalización de las tres posiciones funcionales. Se trabaja sobre estados que son pequeños pedazos del tejido de la semiosis. La posibilidad de análisis descansa sobre la hipótesis según la cual todo sistema productivo deja huellas en los productos y que el primero puede ser reconstruido a partir de una manipulación de los segundos: analizando productos, apuntamos procesos.

Teoría de los discursos sociales: conjunto de hipótesis sobre los modos de funcionamiento de la semiosis social.

Semiosis social: dimensión significante de los fenómenos sociales. El estudio de la semiosis es el estudio de los fenómenos sociales en tanto procesos de producción del sentido.

La teoría de los discursos sociales reposa sobre una doble hipótesis:

1. Toda producción de sentido es necesariamente social, no se puede describir sin explicar sus condiciones sociales productivas.

2. Todo fenómeno social es un proceso de producción de sentido.

Toda forma de organización social, todo sistema de acción, todo conjunto de relaciones sociales implica, en su misma definición, una dimensión significante: las “ideas” o las “representaciones”. Todo funcionamiento social tiene una dimensión significante constitutiva. La hipótesis inversa es igualmente importante: toda producción de sentido está insertada en lo social. Si la semiosis es condición de funcionamiento de una sociedad en todos sus niveles, ello no quiere decir, sin embargo, que manifieste las mismas modalidades en todos los lados, ni que la sociedad en su conjunto tenga algún tipo de unidad significante.

Esta doble determinación puede ser puesta en evidencia a condición de colocarse en el nivel de los funcionamientos discursivos. Este doble anclaje, del sentido en lo social y de lo social en el sentido, sólo se puede develar cuando se considera producción de sentido como discursiva. Sólo en el nivel de la discursividad el sentido manifiesta sus determinaciones sociales y los

fenómenos sociales develan su dimensión significante. Es por eso que una socio-semiótica sólo puede ser una teoría de las producción de los discursos sociales.

Si el sentido está entrelazado de manera inextricable con los Eliseo Verón

Discursos sociales

Se han visto dos corrientes históricas: Por un lado, modelo binario del signo de Saussure. Esto es el surgimiento de la lingüística como ciencia de la lengua. Por el otro lado, el pensamiento ternario sobre la significación de Peirce y de Fredge. Ésta permanece ajena al desarrollo de la lingüística.

En los años sesenta, la lingüística saussureana dio vida, con cincuenta años de retraso, a la primera semiología. Ésta, era prisionera del modelo binario del modelo del signo y permanecía ajena a toda noción de productividad del sentido. Durante estos años, una teoría de la producción del sentido fue imposible: modelos nuevos tomaban forma, pero en un contexto cada vez más hostil a toda consideración sobre la “naturaleza social de la actividad del lenguaje”. En los setenta hizo su aparición el concepto de discurso.

Si bien se creyó que podía tomar forma como prolongación de la lingüística, tuvo la ventaja de situarse en desfasaje con respecto a la semiología. Su irrupción tuvo efectos positivos:

1. El concepto discurso abre la posibilidad de una ruptura con la lingüística.

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