Terciario

Pedagogía:

Trabajo Práctico.

Película: "Entre muros"

La proyección de la película "Entre Muros", nos permite identificar diferentes instancias que se presentan a diario en una clase cualquiera que sea.

Cuando un docente prepara una clase, lo hace en base a un lineamiento o planificación de contenidos, plasmados en diferentes actividades que pretende llevar a cabo en un curso determinado, con alumnos específicos y en un tiempo claramente estipulado; pero durante el desarrollo de la misma, no todo sale según lo estipulado en la programación, en ella, se hacen presentes las características propias de la didáctica, que acompañan cada instante de la clase de todo aquel que se dedica a ser docente; y la trama de la película muestra claramente de qué se trata la PLURICAUSALIDAD, es decir, las diferentes situaciones que se presentan debido a la espontaneidad con la que expresan los alumnos sus opiniones o posturas, en el desarrollo de los diálogos y ante cada actividad propuesta por el docente. La SIMULTANEIDAD es otra característica siempre presente, porque las diferentes situaciones, los planteos y posturas ante un mismo disparador, se presentan de forma simultanea, los alumnos expresan problemáticas totalmente diferentes y al mismo tiempo; las inquietudes son particulares, y allí, el docente debe tener una respuesta para todas las dudas, alguna puede haber sido previstas desde el momento mismo de la programación pero otras no, simplemente surgen repentinamente, IMPREDECIBILIDAD, y deben ser resueltas por quien conduce la clase, no puede tomarse un tiempo para pensar o reflexionar una respuesta, es ese el momento y en ese tipo de respuesta radica la INMEDIATEZ.

Durante el desarrollo de las clases, la película recrea el clima, lo cotidiano que tiene una clase de cualquier institución educativa y de cualquier espacio curricular, plasma la convivencia necesaria de los dos tipos de concepciones de educación que plantea la heteroeducaciòn y la autoeducación. Es decir, por un lado, el docente pretende que los alumnos se procuren una autoformación y para ello, busca estimular la imaginación, la creatividad, de generarle la posibilidad de abrirse ante la clase y compartir las particularidades de cada uno para conocerse mejor, que expresen lo que sienten, lo que los inquieta, lo que saben , lo que han aprendido o interpretado por sí mismos; pero, por otro lado, la concepción de una heteroeducaciòn, no deja de estar presente, porque mas allá de que todo docente debe tener en cuenta los intereses de sus alumnos y puede incluso, debatir con ellos sobre la productividad o no que los contenidos de su materia traerán a futuro, lo que no está en discusión es que deben desarrollarse, que esos contenidos existen y son la esencia de cada materia y que por lo tanto son conocimientos que deben impartirse. Ante esta realidad, lo único que el docente puede hacer es, adaptar de la forma más conveniente posible, sus contenido a través de actividades que a los alumnos les resulte más interesante, menos tedioso para ser llevado a cabo, como el ejemplo del autorretrato con fotografías a quien no puede o le cueste mucho más que a los otros, expresarse por escrito. De esa manera se tiene en cuenta la educabilidad (Ricardo Nassif, Pedagogía General, Los problemas previos de la Pedagogía, p. 134) del alumno, es decir, la capacidad de formación y desarrollo que posee y que necesita explorar al máximo para alcanzar resultados positivos; y la educatividad que atañe directamente al profesor, a su aptitud para educar; es la fuerza educativa, la capacidad para ejercer influencia sobre sus alumnos con el fin de contribuir en el desarrollo de los mismos.

Un buen docente tiene en cuenta siempre, que el educando, es el punto de partida de todo proceso educativo de enseñanza formal, es justo entonces, que toda planificación deba necesariamente girar en torno a él, logrando establecer los lineamientos o bases necesarias para que sea posible asimilar información, transformarla y construir a partir de allí , nuevos conocimientos.

Entre muros, presenta las características propias del comportamiento adolescente, es la realidad con que debe enfrentarse todo docente en este nivel educativo, una etapa difícil, incluso para el propio adolescente que no sabe cómo enfrentar la vida, los retos, qué le conviene o no; y por ello crean un mundo donde esconderse, al cual pertenecer, con el cual identificarse mejor, se aíslan y por eso, a veces, cuesta mucho llegar a ellos. Son periodos vitales de la vida, los adolescente marcan individualidades, configuran su personalidad y a este momento crucial, apunta uno de los fines más

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