¿Tolerancia O Respeto?

A lo largo de las últimas décadas, la sociedad mexicana ha experimentado una serie de transformaciones culturales y políticas que se dirigen a conseguir una sociedad más abierta. Sin embargo, aún persiste la intolerancia y la falta de respeto a los derechos de ciertos grupos de la población.

El contexto político social es predominantemente discriminatorio hacia las personas cuya orientación sexual se torna diferente a la heterosexual. De acuerdo a Claudia Lefort, la sociedad divide en categorías distintas la totalidad de lo social y establece cuáles relaciones son legítimas y cuáles no, qué es lo sano o insano, lo correcto o incorrecto, lo justo y lo injusto, lo moral e inmoral, lo bueno y lo malo, lo legítimo y lo ilegítimo, lo legal y lo ilegal. A través de estas divisiones creadas culturalmente las sociedades modernas funcionan, crean, persisten y cambian(Lefort, 1990).

La cuestión de la diversidad sexual y la legitimidad de las prácticas o las vivencias homosexuales y bisexuales o las identidades sexuales y genéricas de las personas travestis y transexuales no se escapan a estas divisiones. En México, el reconocimiento legítimo de la existencia de las minoría sexuales, la igualdad y la inclusión en términos de derechos están lejos de ser una realidad. En la sociedad mexicana predominan las prácticas discriminatorias, excluyentes y homofóbicas, las cuales son retos importantes para la construcción de una sociedad igualitaria e incluyente.

La homofobia es referida como una práctica discriminatoria hacia las personas que tienen –o se supone que tienen- prácticas sexuales con personas de su mismo sexo, o hacia las personas que asumen una preferencia sexual distinta de la heterosexual. Así, con la palabra homofobia se engloban todas las formas de discriminación que sufren las lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transgéneros, transexuales, intersexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres (CONAPRED, 2012).

La homofobia refleja la diferencia entre lo que la sociedad ha considerado como “normal” en cuestiones de sexualidad, estableciendo como “anormal” aquellas prácticas ligadas a la homosexualidad vistas como una enfermedad, algo equivocado o problemático. Sin embargo, resulta evidente que las prácticas discriminatorias no son iguales en todas las sociedad y ciertas prácticas sexuales se respetan en unas culturas y se repudian en otras.

Una sociedad diversa y educada en la democracia, tiene que reconocer sus prejuicios para poder combatirlos a partir del reconocimiento de los derechos humanos de las personas. Pretender combatir o erradicar la discriminación, en especial las prácticas homofóbicas, es recurrir a la tolerancia y/o el respeto frente a lo diferente, sin embargo, es necesario comprender estos términos y analizar la forma en que se relacionan. La única manera para que una sociedad se considere justa y democrática, las personas deberán tener garantizado el respeto de sus derechos humanos y el total acceso a la ciudadanía.

La idea de tolerancia puede definirse como la adopción de una actitud en la cual las personas que tienen desacuerdos o diferencias no lleven a situaciones negativas como la discriminación y la violencia, es decir, aceptan convivir con las otras personas, a pesar de esta situación. Sin embargo, existen otros aspectos a considerar cuando a tolerancia se refiere (CONAPRED, 2012).

De acuerdo al CONAPRED, el respeto se define como la cualidad de aceptar y comprender la forma de ser y de pensar de los demás, aunque no sea igual que la propia. También es la consideración de que alguien tiene un valor por sí mismo y se establece de forma recíproca (CONAPRED, 2012). En este sentido, el respeto implica la transformación de los prejuicios y estigmas que generan prácticas discriminatorias y el entendimiento de que la otra persona es igual a uno mismo en cuestión de que tienen los mismos derechos y oportunidades.

La lucha contra la homofobia exige un cambio en términos estructurales a favor de que surja una cultura social y una política de igualdad y respeto a las personas de la diversidad sexual. Sólo a través del respeto a los otros, considerándolos como iguales se puede alcanzar el reconocimiento de los derechos humanos y de las libertades de los demás

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