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Trabajo De Medicina Veterinaria

Arnacaro1 de Mayo de 2013

3.079 Palabras (13 Páginas)854 Visitas

Página 1 de 13

Republica Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos

Medicina Veterinaria

Núcleo Zaraza

Anatomía

Profesor: Participante:

Pedro Luis García

Zaraza, Enero 2.013

Índice

………………………………………………………………………… Págs.

Introducción……………………………………………………………. 03

La cabeza, el aparato respiratorio de las aves…………………………. 04

El esqueleto de la cabeza……………………………………………… 04

Desarrollo de la calavera………………………………………………. 04

El cráneo………………………………………………………………. 06

Región facial y maxilar……………………………………………….. 09

La mandíbula………………………………………………………….. 10

El aparato hioideo……………………………………………………… 11

Disección de la cavidad bucal y faringe………………………………. 11

Conclusión……………………………………………………………… 13

Bibliografía……………………………………………………………. 14

Anexo

Introducción

La anatomía de las aves, incluyendo su fisiología, muestra muchas adaptaciones únicas encaminadas, la mayoría, para la obtención de la capacidad de volar. Las aves han evolucionado hasta poseer un sistema esquelético y muscular ligero y potente que, junto con los sistemas circulatorio y respiratorio, les hace capaces de desarrollar una oxigenación y actividad metabólica muy altas, y con ello conseguir la suficiente energía para conquistar el medio aéreo. El desarrollo del pico ha condicionado la evolución de un sistema digestivo especialmente adaptado. Estas especializaciones anatómicas han sido la causa de que a las aves se les asignara en la clasificación taxonómica a una clase propia en el Filo de los cordados.

A continuación se estudiara en este trabajo investigativo, una parte importante de la anatomía de las aves, tal es el caso de la cabeza y el aparato respiratorio. El tema referido se estructura de la siguiente manera: Caracteres externos de la cabeza, el esqueleto de la cabeza, desarrollo de la calavera, el cráneo, región facial y maxilar, la mandíbula, el aparato hioideo, disección de la cavidad bucal y faringe, entre otras. De tal manera que esto nos permitirá desarrollar los conocimientos anatómicos de esta importante zona del esqueleto de las aves.

Para poder realizar esta investigación se utilizaron algunas fuentes bibliográficas como punto de referencia.

LA CABEZA, EL APARATO RESPIRATORIO DE LAS AVES:

CARACTERES EXTERNOS DE LA CABEZA:

 La cabeza de las aves es redondeada y provista de un largo pico formado por el encajonamiento o adaptación nebulares superiores e inferiores en membranas corneas,

 Falta de dientes en las aves modernas, si bien estuvieron presentes en Archaeopteryz y en los precursores fósiles más recientes.

 Los orificios nasales externos se encuentran en la base del pico superior.

 Por debajo y detrás del ojo se encuentra el oído cubierto con un penacho de plumas, por lo que el conducto solo es visible cuando el ave esta desplumada.

 Los ojos son grandes, provistos de parpados superiores e inferiores y una membrana transparente interna (membrana nictitante), la cual puede desplazarse por el globo ocular desde su ángulo anterior.

EL ESQUELETO DE LA CABEZA

La calavera consta de los huesos que van vinculados a la protección y soporte del cerebro, órganos de los sentidos y viseras de las cavidades bucal y faríngea. Para llegar a comprender mejor la organización de la calavera se considera su desarrollo debido a que los elementos que aparecen independientemente en embrión son muy poco diferenciables en el adulto.

Desarrollo de la calavera:

La calavera está constituida por los siguientes componentes, bien diferenciables en el embrión:

El neurocráneo, los arcos branquiógenos, el dermatocráneo, los huesos cartilaginosos.

a) El neurocráneo: Es el origen cartilaginoso de la calavera y consta del condrocráneo y la capsulas de los órganos de los sentidos. El condrocráneo es una estructura en forma de caja que aloja el cerebro. Posteriormente esta la representación del techo, mediante un anillo occipital completo que limita una abertura (el foramen magnum), por el que pasa la medula espinal. Las capsulas, también cartilaginosas, corresponden a los órganos nasales (capsulas olfativas), a los ojos (capsulas ópticas) y a los oídos (capsulas oticas).

b) Los arcos branquiógenos: se forman de la siguiente manera, los tres primeros se encuentran bajo forma cartilaginosa. El primer arco, o mandibular, representa la base del maxilar superior y del inferior. La parte dorsal del segundo arco o hioideo, da lugar al pequeño hueso del oído medio. La parte ventral del arco hioideo y todo el tercer arco determina el aparato hioideo que mantiene la lengua.

c) El dermatocráneo: Comprende los huesos membranosos o dérmicos propiamente dicho, que dan lugar directamente a núcleos de osificación en el mesénquima dérmico. Huesos que se encuentran debajo del cerebro, el condrocráneo y el arco mandibular, forman la mayor parte de la calavera.

d) Los huesos cartilaginosos: se desarrollan poco después de los membranosos a partir de centros de osificación del cartílago del neurocráneo y de los arcos branquiógenos. La mayor parte del cartílago del cráneo es sustituido por hueso de esta forma.

Al final del desarrollo embrionario de inicia la unión entre los distintos huesos contiguos del cráneo de las aves, sobre todo en la región occipital. En los primeros momentos de vida del pollito, se hace casi imposible distinguir las suturas de muchos de los huesos.

La calavera se divide a su vez en dos regiones principales que están ligeramente articuladas entre sí que son: el cráneo, integrado por huesos sólidos y unidos entre si y la región facial, constituida por huesos muy finos y menos unidos. Dos estructuras más, la mandíbula y el aparato hioideo.

1. El cráneo: forma un estuche cuneiforme que aloja y protege al cerebro. Su cerebro es tan grande que determina el contorno de toda la región posterior del cráneo. Está formado por huesos cartilaginosos y membranosos, cuyos límites ya en el adulto no pueden precisarse. Consideremos primeramente los huesos cartilaginosos del cráneo. Por detrás, el cráneo empieza a constituirse a partir de los cuatro huesos del anillo occipital; un supraoccipital encima del agujero magno, dos exoccipitales, uno a cada lado de dicho agujero, y un basioccipital por debajo. Este último lleva el único cóndilo del occipital para articularse con el atlas. El suelo del condrocráneo se osifica para formar el fasisesfenoides, y elevándose en la pared de cada lado de éste, delante de la región ótica, y formando para de la pared posterior de la órbita esta el pleuroesfenoides. El cartílago de la capsula ótica en estas condiciones su osificación para formar el hueso periótico que aloja a las estructuras del oído interno y forma parte de la pared lateral del cráneo; su superficie externa forma una depresión en embudo que integra la cavidad timpánica. Las capsulas ópticas permanecen cartilaginosas, a excepción de un anillo de huesecillos escleróticos situado detrás de la cornea del ojo, huesecillos que no son incorporados al cráneo para que el ojo quede libre en sus movimientos. Los ojos son muy grandes, y en lugar de encontrarse a cada lado y algo por debajo del cerebro, como en otros vertebrados, en las aves se encuentran más bien delante de él y separados uno del otro en el embrión por un simple septo de tejido cartilaginoso. Este septo interorbitario va osificándose progresivamente y se incorpora al sistema craneal. Las capsulas del proyecto olfatorio no se osifican y todas la estructuras relacionadas con el sentido del olfato están discretamente desarrolladas. Con respecto a los huesos membranosos. El basiesfenoides está recubierto inferiormente por el paraesfenoides, hueso membranoso que acaba uniéndose definitivamente al hueso cartilaginoso. Una característica de la gallina, no aparente en otras aves, es la presencia de la fosa temporal, espacio secundario formado por la unión de los extremos distales de la apófisis cigomática, que deriva del escamoso, y de la apófisis postorbitaria del frontal (dicha fosa no debe confundirse con la temporal diagnostica de los reptiles). Adosado al frontal y formando el limite anterior de la órbita encontramos un pequeño hueso prefrontal (lacrimal). El interior del cráneo debe examinarse en una calavera cortada sagitalmente pudiendo ver como el espacio real del cerebro es mucho menor de lo que parece visto exteriormente, pues los huesos que limitan dicha cavidad están muy engrosados, pero a la vez son muy ligeros de peso, por tener una estructura esponjosa como resultado de la penetración en su seno de espacios aéreos

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