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VIAJANDO HACIA LAS ESTRELLAS


Enviado por   •  12 de Agosto de 2015  •  Documentos de Investigación  •  7.139 Palabras (29 Páginas)  •  117 Visitas

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                                                     VIAJANDO HACIA LAS ESTRELLAS

                                                                       

 Hace un tiempo atrás del espacio bajó un inmenso objeto iluminado que después de ingresar a la atmosfera parecía una pequeña bola de fuego de esas que cuando niños hacíamos de tela y alambre dulce para impregnarlas de querosene varios días antes, y en las noches de navidad prenderles fuego y jugar con ellas en la amplia plaza de nuestro pueblo. Pasaron la atmósfera impunemente sin romperse pero dejando una imponente iluminación que sorprendió a los seres vivos que en esas horas nocturnas se encontraban despiertas gozando de la tranquilidad terrenal y la brillante luna y las estrellas. Eran las diez de la noche. Seguí la estela de la bola de fuego, contenta por ser la primera vez de ver un objeto de esas condiciones en el espacio y por sobre todo por la bella iluminación que dejaba en la naturaleza terrenal, especialmente en el bosque y cafetales ubicados junto a mi casita ubicada en la finca “villa María” de mi familia, en la vereda “el monte”. Seguía  viendo ese objeto no identificado que buscaba afanosamente un lugar en la tierra para caer pero con la diferencia que cada vez la resplandeciente luz se hacía imposible de mirarla. En un instante pasó frente a mí  un potente reflejo seguido de un estruendo o golpe amortiguado que me hizo presentir que el objeto visto no hace pocos minutos había caído muy cercano a mi casa de habitación, en una pequeña meseta distante unos metros de la misma. Los dos perros de la casa “tarzán” y “tigre” que habían permanecido aullando, empezaron a latir fuertemente, deseosos de salir en dirección al lugar en donde aparentemente había caído el objeto que venía del espacio. Olvidaba contar que en mi hogar nos acompañamos: mi padre, mi tío y mi hija quienes desde la primera iluminación los llamé para que participaran en tan bonito espectáculo nocturno pocas veces visto. La iluminación se fue apagando lentamente al igual que el ruido también proveniente del objeto ya descrito. Mi padre insinuó que fuéramos hacia la meseta  para observar que era lo que verdaderamente había caído,  mi tío, mi hija y yo no estuvimos muy de acuerdo por presentir las consecuencias que pudiéramos recibir con motivo de la caída de la “bola ardiente” como le decía  mi hija. Mi padre insistió en ir al lugar de los acontecimientos y procedimos a asegurar con las correas del collar a los perros e iniciamos la caminata para encontrar lo sucedido; la distancia subiendo era aproximadamente cien metros; al llegar al terreno plano o meseta, lo que vieron nuestros ojos: una nave espacial sostenida en tres “patas” o amortiguadores todavía humeante que a la distancia de cincuenta metros de donde terminaba la cuesta y empezaba la meseta se sentía el calor que expedía; el silencio era absoluto, solamente los perros unas veces aullaban y otras latín fuertemente queriendo soltarse de las correas para dirigirse a la nave que seguía sin hacer movimiento alguno en sus partes, valga decir puertas o ventanas las cuales eran numerosas especialmente ventanas las  cuales rodeaban la nave por su forma circular. Mientras observábamos lo que estoy relatando estábamos quietos como estatuas pero con el presentimiento que algo nos observaba desde la nave, una energía extraña me transmitió y al parecer a mi familia, una especie de tranquilidad que hasta a los perros los aplacó y silenciaron sus fuertes latidos pasando solamente aullidos sin dejar de observar la nave y luego mirarnos con ojos que mostraban preocupación o admiración, pero siempre con el deseo de irse hacia el objeto no identificado. En ese estado pasamos como cinco minutos, observando su forma redonda como un plato, su color plateado, su  patas donde se sostenía sobre un pastal, un poco de humo salía de la parte trasera que al contacto con el aire desaparecía inmediatamente. De pronto en forma instantánea se abrieron todas las ventanas y de las mismas salieron blancos rayos de luz que iluminaron toda la meseta originando con ellos un hermoso paisaje compuesto por los lindos árboles, cafetales florecidos y pastizales. La naturaleza cambió desde el momento que se abrieron las ventanas y la luz llegó a sus alcances, los árboles a moverse con el viento, las flores a abrir sus capullos, los pajaritos que se encontraban silenciosos por las horas nocturnas empezaron a trinar, desde la distancia se les oía su canto creyendo quizá que ya estaba sucediendo un nuevo amanecer; fue un momento muy hermoso. Pasaron unos minutos, de pronto se fue abriendo al parecer la puerta principal ubicada frente a nosotros, también de ella salía un humo o neblina muy brillante que permitía ver algunos objetos parecidos a sillas con diferentes componentes electrónicos incrustados, con un espaldar alto que cubría al parecer a los personajes que posiblemente estuvieren sentados en ellas, las ventanas interiores que daban al exterior parecían a nuestras pantallas de computadores o televisores de cientos de pulgadas, lógicamente más sofisticados indudablemente con la tecnología de ellos. Es difícil anotar cuanto tiempo transcurría porque desde la llegada de la nave parecía que no corría el tiempo, parecía un sueño todo aquello, o una película de ciencia ficción pero que nosotros no hemos tenido la fortuna de ver. Mi familia y yo seguíamos abismados de ver ese espectáculo; del fondo de la nave y en medio de la neblina interna fueron apareciendo algunos personajes que caminaban muy lentamente sobre la plataforma de la nave hasta ubicarse en el borde de la puerta, que al tocarlo fueron cayendo automáticamente unas gradas que se iban iluminado a sus costados. Mi padre, mi tío y mi hija trataron de salir corriendo, alcanzaron a voltearse, pero los sostuve  con mis manos, los perros ladraron y aullaron más fuertemente, como nunca lo habían hecho, les solicité a todos que tuvieran calma y tranquilidad. Estando en eso, escuchamos unas voces en un idioma extraño que venían de los personajes que ya pudimos ver perfectamente, eran cinco en total, por su forma de vestir el del centro parecía ser el líder o jefe de todos, porque alcancé a observar que todos los que estaban sentados frente a las ventanillas se pusieron de pie una vez fueron saliendo los cinco del fondo de la nave. En razón a que nada sucedió con el asomo de los visitantes, todos quedamos en calma, yo particularmente sentí un fuerte deseo de acércame a la nave, quizá lo mismo que el resto de mi familia, todos nos ubicamos a unos diez metros de las escaleras de la nave. Los personajes no dejaban de mirarnos, su parpadeo era lento, como decimos en “cámara lenta”, nos miraban de abajo a arriba y de arriba abajo, como estudiando nuestro vestimento, nuestra anatomía, nuestras facciones, etc., lo mismo que nosotros hacíamos con ellos. Los perros ya bastante calmados observaban fijamente hacia ellos, moviendo la cabeza a un lado y otro, y dirigiendo sus narices hacia ellos, olfateando lo que para ellos como para nosotros era totalmente extraño, al igual que para no toda la humanidad. Inesperadamente sentimos nuevamente las voces que discutían algo en su idioma, haciendo uso de sus manos para complementar sus voces, manos extremadamente delgadas y largas que muy rápidamente conté sus dedos para un total de cinco en cada mano al igual que nosotros. De pronto terminaron su diálogo y el líder se dirigió a nosotros con la alegre sorpresa que lo hizo en español muy rudimentario pero entendible, manifestando: “un saludo, terrícolas, venimos de muy lejos, de una galaxia distante varios años luz de este hermoso planeta….venimos en  paz, ya lo hicimos varias veces sin caer en su suelo, solamente desde el espacio cercano para tomar datos importantes de sus habitantes, de su bella naturaleza y sus componentes, de sus bellos mares, ríos y quebradas, de sus hermosos bosques, de sus industrias, de sus descubrimientos en pro de la humanidad, su deseo de descubrir cada día más la forma de conseguir una vida más larga en  cuanto a edad se refiere, de descubrir muchas medicinas para contrarrestar enfermedades incurables, de llevar a efecto obras espectaculares que beneficiarán a todos los habitantes, que traerán progreso y desarrollo a regiones pobres y olvidadas, de observar el creciente desarrollo de ustedes los humanos o terrícolas que en  muchas partes de  su planeta se entregan al bienestar de sus semejantes y en fin a observar, solamente a  observar todo lo bueno que se debe tener en cuenta para vivir en un bello planeta tan privilegiado que  ustedes tienen. El líder hizo una pausa y volvió a dialogar en su idioma con sus compañeros, mientras nosotros nos mirábamos sorprendidos de esas palabras especialmente en nuestro idioma que a medida que avanzaba en su exposición, más fluido y por tanto se entendía mejor. El jefe puso su mano derecha a su compañero de la diestra y éste seguidamente tomo la palabra y con un lento movimiento de la cabeza hacia nosotros manifestó también en español: Dimos muchas vueltas alrededor de su planeta, escondidos en las bellas nubes que lo rodean, vimos tantas cosas bellas que se asemejan a las que tuvimos en nuestro planeta llamado Orleón y que por circunstancias tan parecidas a las que están sucediendo en vuestro planeta, se está muriendo lentamente; nuestra existencia está marcada a tener que cuidar extremadamente lo que nos queda de todos los componentes que originaron y mantienen la vida de  nuestro planeta muy similar al suyo, nos queda poco del líquido esencial para la vida que aquí llaman agua, todos los hermosos bosques que plantaron nuestros antepasados  han sido destruidos para ser transformados en industrias, sin que opere un inmediata reforestación, originando con ello la escases del líquido tan primordial en nuestra existencia como  es  para ustedes el agua. Tengo que decirles que muchas veces hemos tenido que venir con nuestras naves tanques, en horas nocturnas a llevar agua de sus mares, procesarla en nuestros laboratorios para utilizarla en lo fundamental. Tenemos una atmósfera al igual que ustedes pero lamentablemente los rayos solares de nuestra estrella sol están penetrando muy fuertemente debido a la poca protección que queda alrededor de nuestro planeta por la grave contaminación ejercida a todo nivel por las grandes industrias  y poca vegetación que nos queda. Tenemos que aceptar que nuestro adelanto científico ocupa uno de los primeros puestos en el universo porque nuestros principales líderes han dedicado todo su empeño, tiempo y conocimiento, también han descuidado la parte esencial de la vida como es el planeta en sí mismo, sus componentes, es decir el complemento de la existencia. Tenemos la facultad de trasladarnos en nuestras naves desde nuestra galaxia conformada por miles y miles de planetas, a cualquier lugar del universo a velocidades inimaginables, manteniendo siempre todos los componentes necesarios para mantener la vida, y de tanto viajar y viajar por el espacio universal, tan solo hemos  encontrado  muy pocos planetas en donde existe vida, siendo la tierra el más completo en todos sus aspectos, el más hermoso en las horas nocturnas por su pequeña luna que los alumbra por un lado mientras gira y por el otro lado el sol, centro de su sistema planetario les ofrece la claridad del día. En este momento uno de los visitantes salió del fondo de la nave trayendo en sus manos sendos extraños vasos cristalinos llenos de un líquido ídem al agua nuestra que ofreció a los cinco personajes que como estatuas se encontraban en la puerta de la nave. El líder una vez tomo su bebida habló en su idioma al consejero que estaba a su izquierda y poniendo su mano en el hombro lo indujo a tomar la palabra. Nosotros un poco cansados de estar de pie, buscamos sendas piedras que estaban a nuestro lado y nos sentamos, sin dejar de mirar y escuchar todo aquel conjunto de cosas que estaban pasando a nuestro rededor. Los perros estaban totalmente calmados, sobre el sueldo a nuestro lado se habían quedado dormidos plácidamente. El tercer líder empezó a hablar: Nuestros adelantos científicos como ustedes ven y escuchan nos permiten hablar en diferentes idiomas que hablen en cualquier sitio del universo  debido a las visitas que hacemos en nuestras naves “madres,” la mayoría sin que se den cuenta ya que como manifestamos nos ocultamos a grandes alturas y dentro de las  nubes. De esa nave enviamos pequeñas naves “ojos” que observan y oyen desde pocas alturas todo lo que sucede en el suelo de sus ciudades y campos, procesamos los idiomas y fácilmente en poco tiempo en centros especializados lo estudiamos y hablamos a manera de práctica, como parece que ustedes lo están haciendo con sus escasos idiomas que existen en la tierra. Esas naves ojos tienen forma ovalada, resplandecientes, se trasladan a gran velocidad pero también pueden parar inesperadamente en cualquier momento y a cualquier altura que les llame la atención la información interesante para nuestro bien y el de cada planeta que visitemos. Todo lo visto y oído por los ojos es trasladado al instante a nuestras naves en sistema de ondas de radio a través de la atmósfera como ustedes lo están haciendo hace un poco tiempo en sus teléfonos que llaman celulares; se me olvidaba decirles que nuestras comunicaciones hace mucho tiempo, diríase “siglos” como lo llaman ustedes, dejó de ser por sistemas electrónicos, nosotros nos comunicamos mentalmente, es decir telepáticamente, cuando las circunstancias así lo necesitan. Es importante y grato comunicarles que ustedes los terrícolas o humanos como también se nombran dentro de unos dos o tres siglos, muy poco tiempo para nosotros pero para ustedes mucho, sus descendientes estarán comunicándose en la misma forma, telepáticamente como ya muy someramente lo van haciendo con pequeñas muestras muy rudimentarias y que ustedes llaman coincidencias, sueños, pensamientos recíprocos, etc.,  porque al igual que nosotros tendrán una transformación positiva que lentamente van descubriendo las personas que usan sus conocimientos científicos en beneficio de sus semejantes, no para hacer el mal, sino benévolamente en bien se su mundo, que lamentablemente viene hace tiempo en decadencia porque muchos de sus habitantes han puesto sus buenos conocimientos en contra de sus semejantes, destruyendo lentamente todo lo bueno, lo bello, lo necesario e indispensable para la existencia de su planeta y por ende  la de todos los seres que aquí viven, empezando por el hombre. El universo se transforma a cada instante, el universo es infinito, no tiene fin, en donde no hay nada, existe la nada que también hace parte del universo, porque más allá de la nada sigue existiendo universo.  Planetas, estrellas, lunas, satélites, cometas, meteoritos u otros objetos desconocidos que estén suspendidos o vaguen por el espacio universal son comparables en su número a los granos de arenas existentes en las brillantes playas de los mares de su bella tierra vista desde el espacio a donde se me ha ordenado invitarlos para que la observen una vez terminemos este diálogo tan importante. Mi familia, los visitantes y yo nos dimos un abrazo y mirándonos fijamente mostrando una escasa sonrisa de su boca un poco redondeada y su rostro totalmente carente de barba. Pasó la alegría por la buena nueva de ir al espacio a divisar nuestro planeta, quise agradecerles por la invitación, solicitándoles nerviosamente me permitieran hablar; inmediatamente como si ya conocieran mi pensamiento nos invitaron a acercarnos hacia ellos, cosa que hicimos quedando a un metro de la primera grada que habían bajado de la nave. Seguidamente las gradas se iluminaron más fuertemente y uno de los cinco líderes, concretamente el último de la izquierda bajó y tendiéndome la mano derecha nos invitó con su cabeza a que subiéramos por las gradas hacia el interior de la nave. No dimos paso alguno en las gradas, al contrario subimos lentamente suspendidos y en unos instantes estuvimos frente a los líderes que no dejaban de mirarnos porque quizá sentían al igual que nosotros esa infinita sensación en nuestros organismos al estar conociendo a personas de mundos diferentes, diferente a “tarzán” y “tigre” que bastante amedrantados no quisieron hacerlo y prefirieron quedarse con el rabo entre las piernas aullando y latiendo suavemente en dirección a la puerta de la nave. La escalera subió, la puerta se serró y seguidamente el cuarto líder seguido por nosotros y los demás visitantes empezó a mostrarnos la imponente estructura y componentes de la nave más visibles, los ventanales distantes uno del otro aproximadamente dos metros, con sus respectivas pantallas mostrando escenas diferentes unas de otras pero sus asistentes en la observación debidamente concentrados en sus trabajos. Valga decir que exteriormente esas ventanas parecieran que solamente sirvieran para mirar como las pequeñas de nuestros aviones. Seguimos nuestro paseo, mi padre, mi tío y mi hija estaban anonadados de ver este grandioso vehículo, ya que ni siquiera habían estado cerca de nuestros aviones, solamente verlos por el aire en las rutas que cercanas a nuestra casa vuelan y pasan hacia las diferentes ciudades del país, siguieron mostrándonos el interior, la mitad de la nave aproximadamente estaba ocupada en el trabajo de la observación por los ventanales, el centro de la misma estaba ocupada de silletería moderna,  para unas doscientas personas. En ese momento habló el tercer líder que había permanecido callado y dijo: cuando necesitamos un lugar amplio como acaban de observar lo utilizamos para traer un número elevado de seres de su tierra u otros planetas que ya están familiarizados con nosotros y siempre han creído que no solamente en su planeta existe vida, los escuchamos, nos cuentan sus adelantos, sus problemas, les mostramos parte del sistemas solar de ustedes, a veces vamos más allá, a otras galaxias, pero los traemos nuevamente, cuando esas afortunadas personas cuentan esas experiencias nos les creen, son objeto de burlas o los tratan de locos; a los terrícolas les falta creer más, ya lo están haciendo y eso simplemente será benéfico para el desarrollo de los mundos, que todos quienes habitamos el espacio infinito nos comuniquemos como una gran familia, porque eso somos. Ustedes los habitantes de este planeta la tierra, son muy desconfiados, siempre a través del tiempo, o días, años, siglos como llaman la existencia, siempre nos tratan como enemigos o invasores, quizá creyendo que venimos a hacerles daño, a apropiarnos de sus inmensos y hermosos recursos naturales, animales, industriales, a quitarles sus admirables descubrimientos tecnológicos, en fin, a perjudicarlos, pero la verdad, es que venimos a todo lo contrario, a tratar de ayudarlos en el mejoramiento de todo cuanto tienen, ya que nosotros lo tenemos a escala superior, tanto que de tanto desarrollo y ansias de seguir y seguir en esa escala, descuidamos o afectamos profundamente nuestro sistema natural de vida, es decir lo que ustedes llaman ecosistema y hoy en este tiempo estamos pagando  las consecuencias. En este momento aparece otro “visitante” quien trae en sus manos sendos vasos con bebidas y a un a orden del líder principal nos es ofrecida, la cual recibimos con mucho aprecio, mientras ellos también  tomaban, y en tanto aprovechamos para mirar  y mirar todo lo que a nuestro alrededor se encontraba en la nave. El sabor de la bebida, era casi igual a nuestro precioso líquido el agua, quizá ídem a los sabidos sueros caseros que hacemos los humanos.  Aprovechando este momento de no diálogo, me atreví a tomar la palabra dirigiéndome a ellos, ¿podrían decirnos porqué precisamente descendieron ustedes en éste lugar y cuál es el motivo primordial de su visita a nuestro planeta?  Llegamos a este lugar después de haber observado a través de nuestros instrumentos interplanetarios, lo hacemos cada vez que deseamos visitar a cualquier planeta, el lugar que escogemos debe ser muy especial, lejos de las grandes ciudades, que exista tranquilidad, que sus habitantes quieran la naturaleza y se preocupen por cuidarla, que vivan en armonía con los seres vivos que ustedes llaman animales y vegetales, de esta manera podemos creer que se encargarán de transmitir a sus familiares, amigos, vecinos y demás cercanos nuestra corta presencia. Respecto al motivo, es fundamental que no obedece a nada que los afecte, al contrario se trata de beneficiarlos un poco respecto a lo cual ya lo venimos haciendo desde hace tiempo por todas las partes o “continentes” en que dividen su planeta y que concretamente trata sobre lo siguiente: observamos con preocupación desde nuestras naves y por los ojos que se desprenden de ellas, las características del planeta tierra que es uno de nuestros entrañables sistemas de vida muy similar el muestro. Millones y millones de años desde su creación y formación han venido transformándose admirablemente siempre dando vida y alojando en sus entrañas el sustento de la misma. Esa fuerza INFINITA, CREADORA, SUPREMA, FUERTE, PODEROSA y BUENA, que es su DIOS, es la misma fuerza OMNIPOTENTE que es nuestro DIOS y al cual ustedes y nosotros hemos venido desobedeciendo y olvidando después de darnos el universo para el bien de todos los que vivimos en el. Lamentablemente, todo el ordenamiento natural de su planeta ha venido siendo destruido por el hombre, rey de ese planeta, las bellas plantas verdes y de todos los colores, formas y tamaños que forman los bosques, que desde el espacio forman con sus azules aguas esa acuarela de colores tan bella, están siendo destruidas desde hace tiempo por el hombre. Los mares, los ríos, las quebradas, los arroyuelos, las fuentes de aguas puras, que fueron destinadas para el sustento y buen destino de los seres vivos, están siendo destinados para el mal uso en productos venenosos, contaminantes que matan a los seres que viven en ellas, están siendo convertidas en cloacas que reciben las aguas residuales de ciudades, industrias y desechos con el desastroso perjuicio que afecta la vida del mismo hombre, sus descendientes y demás seres vivos. Los humos contaminantes que desde las industrias suben al espacio, desde hace años, viene afectando la atmósfera de su planeta afectando la capa de ozono y con ello permitiendo el paso de rayos ultravioleta más fuertemente con los efectos del recalentamiento que ya ustedes los terrícolas están sintiendo. En su planeta no hace mucho tiempo, admirábamos desde el espacio las uniformes estaciones o climas que se sucedían, beneficiando con ello a la naturaleza ya todos los seres vivos. El invierno, el verano la primavera, el otoño, todo eso fue cambiando debido a la contaminación y a los efectos originados por la destrucción de los bosque, quemas de productos químicos, daños en los mares y demás fuentes de agua que al evaporarse suben al espacio produciendo los cambios  ya descritos. Desde el espacio ya no vemos esa capa pura, transparente y cristalina llamada por ustedes atmósfera, ahora vemos una capa oscura, de poca visibilidad, carente de oxígeno, la cual se acentúa mucho más arriba de las grandes ciudades de su mundo. Hemos visto en los momentos de lluvia, fenómeno tan hermoso que ustedes todavía tienen, cómo el agua al caer, lleva infinidad de partículas contaminantes que también afectan con enfermedades a los humanos, animales y plantas. A consecuencia de todos estos daños que les he enumerado y los demás que siguen proyectando y ejecutando como la búsqueda de minerales “preciosos” como ustedes los llaman, el oro, el petróleo, la plata, el carbón mineral, el hierro, el cobre, el yeso, la arena, y demás, han causado irreparables daños en la corteza terrestre que también vemos desde el espacio, causando en nosotros tanta nostalgia al acordarnos de lo sucedido en nuestro planeta y otros que hemos visitado. En nuestro mundo, muy distante de ustedes por estar en otra galaxia, en tiempos pretéritos nos sentíamos orgullosos por tener frondosos bosques, mares, ríos, y demás vertientes con líquidos que superaban en tamaño a los suyos,  por ser tres veces superior a la tierra, por ello creímos que todo eso era suficiente para olvidarnos de los cuidados de nuestros antepasados y nosotros debíamos tener, y vino el descuido, la falta de atención, la depredación, el caos con todos esos hermosos recursos que eran la vida misma, empezamos a sentir el cambio que más pronto que tarde fue acabando con el ecosistema como ustedes llaman y hoy por hoy nos encontramos en emergencia, los líderes de nuestro mundo imponiendo normas rigurosas para tratar de volver a renovar y solucionar siquiera a la mitad del daño causado. Por eso nuestras constantes visitas para observar y tratar con personas como ustedes, sencillas y que viven en permanente relación con la naturaleza, todo lo relacionado con los cuidados, tratamientos con los seres vivos, los minerales y en fin porque no decirlo, aprender de ustedes algunas técnicas ancestrales y nuevas que muchos gobiernos de su planeta han venido desarrollando. Pero debe ser pronto, debe ser ya que se suspenda esa hambrienta actividad que está desarrollándose en la continua depredación de su naturaleza a todos niveles por parte de los terrícolas que no quieren a su hermoso planeta. Seguimos recorriendo el interior de la nave sin dejar de oír a los líderes en sus muy interesantes, admirables y justas intervenciones, yo me encontraba admirada por los conocimientos que de la tierra tenían, quizá mucho más que los mismos habitantes. Se notaba la nostalgia cuando hablaban de la situación de su planeta, tenían todo el deseo de volver a verlo como todavía se ve la tierra desde el espacio, lamentablemente con sus daños causados por la mano del hombre. Llegamos a la cabina de mando de la nave, no me imaginaba tanta tecnología, tres personajes estaban sentados la mando de los instrumentos por medio de los cuales dirigían las operaciones, observé aparatos más sofisticados, con extensiones conectadas a sendos cascos en sus cabezas, parecía que sus mentes también trabajaban en la conexión integral de toda la tecnología de navegación. Tres grandes pantallas estaban ubicadas al frente, en ellas alcancé a observar lecturas y tomas o videos diferentes en cada una de ellas, tan solo una proyectaba circunferencialmente los alrededores de nuestra estancia. Atrás de la cabina de mandos inesperadamente fueron apareciendo de la plataforma sendas sillas tan iguales a las ubicadas en la parte central; una vez establecidas conté rápidamente cinco hileras de cinco sillas. Inesperadamente el líder o jefe de la nave, alzó su mano derecha en forma lenta y todos inmediatamente dirigieron su mirada hacia él sin moverse de sus puestos y manifestó dirigiéndose a nosotros: como les prometí al iniciar nuestro diálogo que los invitaba a dar un paseo  alrededor de su planeta y su galaxia, pues iremos, y con una mirada, quizá telepáticamente dio la orden a los tres “pilotos”  de la nave y seguidamente nos invitó a sentarnos junto a ellos en las sillas ubicadas atrás la cabina de mandos. Una vez sentados automáticamente la misma silla se encargó de la seguridad de nuestro cuerpo, transmitiendo a la vez con ello una sensación de tranquilidad y confianza que no había sentido en el tiempo de estar en la nave. Quedé ubicada justo al lado del líder, aproveché unos momentos para observar lo siguiente: su estatura aproximada de 170 centímetros, su cabeza totalmente calva y así eran todos, el rostro, sus facciones un poco diferentes a los humamos en cuan to a sus ojos profundos y bastantes estirados sin cejas ni pestañas, el rostro alargado, la nariz corta y sus fosas nasales pronunciadas, las orejas pequeñas y la boca redonda y pequeña, en pocas palabras no muy extremadamente diferente a nosotros; su vestimenta, todos usaban pantalón y camisa entera en un material parecido a nuestros telas sintéticas adherido al cuerpo, con un calzado especie de botas que parecían estar unidas al pantalón, todos estaban con las  mismas características a excepción del líder quien vestía de color blanco, los demás de color plata. Estando en esas observaciones, sentí un suave ruido al parecer el encendido de la nave seguido de una especie de vacío en mi organismo e inmediatamente pude ver por una de las pantallas ubicadas al frente de los comandos, la inmensidad del espacio y muy velozmente la tierra, mi planeta, la grandeza y el azul de sus mares, la bella naturaleza verde tejida de bellos colores, el blanquecino de las nubes formando grandiosos copos de algodón que atravesábamos a una velocidad incalculable y que a veces cubrían la visibilidad.  Hubo un momento en que mi padre, mi tío y mi hija se sintieron nerviosos, preocupados, me miraron desde sus asientos al darse cuenta que una de las pantallas trasmitía la imagen de color rosáceo del exterior de la nave, en seguida, el líder, notando la preocupación manifestó: estamos atravesando la atmósfera de su planeta, no se preocupen eso es normal, ahora cuando salgamos al espacio exterior, donde no hay gravedad, daremos una órbita o como ustedes dicen “una vueltica” a la tierra que parece su hermoso planeta desde el espacio y dentro de unos minutos parecerá un punto brillante como todos los que en las noches ustedes observan en el “cielo”. Efectivamente, no terminaba de hablar el líder principal, cuando empezamos a observar como nuestro territorio cada momento se empequeñecía, sus colores eran de un azul profundo, el verde era poco visible, recordé de inmediato que el agua en nuestro planeta es superior a la tierra; en un instante vimos como esa pequeña bola era envuelta por nubes. Que hermosura de paisaje, complementado con la luna tan pequeña junto a su lado, acompañándola siempre, dándole esa brillante luz que recibe del sol y que dan origen a las fases de la luna y que en las tenebrosas y oscuras noches de la tierra aparece la luna llena, nosotros los terrícolas nos sentimos diferentes, más alegres, más románticos, se dice que es la luna de los enamorados, la naturaleza cambia para mejor y hasta los mares se sienten atraídos por su inmensa luz vivificante. La velocidad de la nave es incalculable, fue en muy poco tiempo, no se calcular si en segundos o minutos, que dimos la vuelta alrededor de la tierra. Dentro de la nave la luz es clarísima, en el espacio exterior no es tan oscura, las resplandecientes estrellas, planetas y demás astros iluminan hermosamente las profundidades del mundo, que hermoso, que imponente es la inmensidad de lo infinito. De pronto el gran líder interfiere mis pensamientos y manifiesta mirándome: Sí, que bello panorama acabamos de ver, nosotros lo vemos muy seguidamente, es uno de nuestros favoritos, nos hace recordar que así era nuestro planeta hace muy poco tiempo, lamentablemente como ya les he manifestado, no lo cuidamos y por lo tanto no deseamos que a ustedes les suceda lo mismo, y como han visto su planeta desde nuestra nave en el espacio, todavía están a tiempo de redimirlo, de cuidarlo, de preocuparse por la no contaminación, por no seguir acabando con la naturaleza en general, por lo más fundamental, la no exterminación del hombre por el hombre, que es al fin y al cabo  es  el rey de esa bella “bolita” que desde acá acaban de mirar. Esta pequeña experiencia que gustosamente estamos dejándoles, lo hacemos porque ustedes han sabido preocuparse por todas las cosas buenas en pro de ir cambiando positivamente. Todas estas visitas las hacemos desde mucho tiempo atrás, hemos invitados a gentes como ustedes ubicadas en diferentes partes o “países” como allá dicen; de diferentes razas, término absurdo que no ha calado en nosotros ya que en la tierra solamente existe una raza, la raza humana, con una misma sangre, la sangre roja y sus demás componentes en el organismo. Entre nosotros no existe esa absurda diferencia, nunca ha existido, somos la unidad por excelencia, somos de Orleón, así sea inmenso nuestro planeta. Ahora vamos a hacer otro paseo, vamos a visitar los planetas que conforman su sistema solar, los planetas vecinos de ustedes los terrícolas, pasaremos cerca a ellos para que observen la grandeza del universo demostrada alrededor de una sola estrella, el SOL, que produce energía para todos los mundos o planetas que giran a su alrededor sincronizadamente, cada uno de haciendo su órbita o trayectoria sin que suceda el más mínimo contratiempo. El SOL un millón de veces más grande que la tierra, es tan pesado que controla todo el sistema solar, su temperatura supera los cinco mil grados de temperatura y en su núcleo debe marcar  millones y millones de grados.  Estando en estas explicaciones el gran líder, nos invitó a mirar a las pantallas o ventanas y oh que extraordinario aparece el planeta más cercano a la tierra, y dijo el líder: ese es VENUS, el más cercano a la tierra en dirección al sol, obsérvenlo, es  pequeño con relación a la tierra, en él no existe vida, no tiene atmósfera, en las claras noches de la tierra lo pueden observar por su brillantes que recibe del sol, sabemos que ustedes la llaman “la estrella de la mañana y de la noche”. Tan extraordinaria era la velocidad de la nave que ya estábamos observando en la pantalla otro planeta. Dijo el segundo  de los líderes : este es el planeta MERCURIO, es el más cercano al sol, tampoco existe vida en él, su  temperatura por estar tan cerca al sol no lo permite, daremos una vuelta rápida  y viajaremos a encontrar los que por su ubicación son los más retirados del sol y de la tierra. Mientras llegamos a esos planetas quiero decirles, dijo otro de los líderes: los nombres de los planetas que conforman su sistema solar fueron dados por los terrícolas que los descubrieron, nosotros en nuestro mundo les tenemos otros nombres acorde a su ubicación dentro de las galaxias que conforman el universo. Ya podemos observar el planeta también cercano a la tierra en sentido contrario es decir del sol hacia el infinito, tenemos al famoso MARTE, planeta del cual ustedes los humanos han tejido tantos comentarios novelescos, inclusive hace poco tiempo la creencia que los iban a ser invadidos por los “marcianos”, que allí existe vida, grandes ciudades, mares y un adelanto superior a la tierra. No nada de eso es verdad, ya sus científicos a través de las sondas espaciales han logrado fotografiar la superficie del mismo; en marte no existe vida, quizá en un futuro, si ustedes los terrícolas siguen destruyendo su bello mundo, quieran algunos prepotentes pretender construir vida allí; sería lo más absurdo que hiciere alguna mente inteligente: destruir lo bellamente construido para pretender hacer lo absurdo e imposible. Sigamos nuestro viaje espacial dijo el tercero de los líderes; ya vemos a la distancia el planeta JUPITER, el más grande de los planetas del sistema solar, el más grande de sus vecinos, miren ustedes que inmensidad, que grandeza de planeta, es mil veces más grande que la tierra, demora  doce años del tiempo terrícola en darle la vuelta al sol, lamentablemente tampoco existe vida allí, son pocos los planetas del universo que tememos vida, ustedes, nosotros y otros en diferentes sistemas, en diferentes galaxias, a miles de años luz exciten habitantes como  ya les manifestamos, pero con diferentes componentes que hacen posible la existencia, Que  grandeza,  que admirable la existencia de la vida, pero que irresponsabilidad, que absurdo, que vergüenza  que haya habitantes en esos mundos privilegiados que pretendan destruirlos inmisericordemente sin pensar en las futuras generaciones. Terminadas esas reales palabras, en las pantallas aparece otro planeta, ya me parecía haberlo visto, sí, en el colegio, en el computador vimos muy someramente el sistema solar, pero a mí me pareció muy especial ese planeta, por sus hermosos anillos que giran a su alrededor, pero ahora que lo veo a poca distancia, nunca me imaginé tanta belleza, la grandeza de la composición del  universo, el solo ver cómo estamos en el espacio infinito  girando alrededor del sol, a la vez rotando en  un eje imaginario que da origen al día y la noche, no puede ser tanta belleza. Estaba en esos pensamientos cuando dice el cuarto líder: Vean al “planeta de los anillos” como ustedes lo llaman, a SATURNO, también muy grande, le sigue en tamaño a Júpiter, los anillos son miles y millones de esquirlas de hielo y asteroides girando en torno del planeta por la explosión de un satélite o luna que giraba a su alrededor. Esos anillos hacen perfecta órbita a miles de kilómetros de distancia, pareciera ser una celosa protección del planeta, gira una vez alrededor del sol cada treinta años, tiene más de veinte lunas. Allí tampoco existe vida, es el sexto planeta distante del sol. Ya estamos llegando a URANO el séptimo planeta, es cuatro veces superior a la tierra, dura ochenta y cuatro años en darle una vuelta al sol, también tiene anillos compuestos por un  polvo oscuro pero visibles. Estábamos asombrados de ver tan extraordinarias maravillas, pero también momentos de preocupación cuando aparecían grandes objetos parecidos a las rocas que vemos en la tierra y a gran velocidad en dirección nuestra, eso hacía cubrirnos tratando de esquivarlas en un solo deseo de proteger nuestra integridad o instinto de conservación, a lo cual los lideres  trataron de sonreír de una manera muy diferente a la nuestra, apretando levemente sus pequeños labios hacia adentro y moviendo ligeramente sus ojos, demostrando con ello que la velocidad  de la nave y de sus pilotos no permitiría el más mínimo roce con la infinidad de asteroides vagantes en el espacio. Amigos terrícolas, dijo el cuarto líder, no se preocupen que vaya a pasar algo fatal, si así sucediere no podríamos volver a su planeta, terminarían nuestras vidas y quedaríamos por siempre girando en el espacio engrosando el infinito número de cuerpos “celestes” que conforman al universo; dentro de mi mente, sin manifestarlo surgió esta frase: “sarcástico el paisanito, no? Inmediatamente me miró como preguntando: En un minuto aparece en las pantallas otro planeta, ahí tenemos a NEPTUNO dijo otro líder, este planeta es cuatro veces superior a la tierra, en darle una vuelta al sol gasta ciento sesenta y cinco años de su tiempo allá en la tierra, no existe vida alguna en él, también lo hemos visitado en varias ocasiones buscando la posibilidad de hallar la mínima muestra de vida como lo hemos hecho en todos los que conforman su sistema solar y también en lo profundo de su galaxia sin nada positivo. Mire otro planeta a la distancia dije emocionada mostrando con mi dedo índice derecho, a lo cual el gran líder o jefe de la nave manifestó: ese el PLUTON, el más pequeño de los planetas del sistema solar, es más pequeño que la luna de la tierra, en darle la vuelta al sol demora doscientos cuarenta y ocho años de su tiempo, también es el más recientemente descubierto, lo fue en 1.930, está compuesto por hielo y metano congelados y es el último de los planetas pero tampoco existe vida. Bueno terrícolas, dijo el líder principal : hemos terminado de dar la “vuelta o paseo” que los ofrecimos, quedan por ver algunos “pequeños planetas” que también conforman el sistema solar, pero ya es tiempo de regresar a su planeta tierra, ha sido muy fructífero para ustedes haber conocido este hermoso sistema planetario y para nosotros haberlo visitado nuevamente, viajes que hacemos frecuentemente a lugares donde haya o no vida, siempre procurando que donde la haya, entrar en contacto con los seres  que siempre la cuidan para bien de sus semejantes y demás seres que los acompañan por los viajes que hacen en el espacio, porque ustedes los terrícolas  también andan  por el espacio  girando alrededor del sol para formar el año en una vuelta, girando en sí mismo para formar el día y la noche en esa hermosa y fulgurante nave llamada tierra. Terminadas esas significativas palabras el gran jefe ordenó a los pilotos, con un simulado movimiento de la mano derecha dirigir la trayectoria hacia nuestro planeta. Inmediatamente sentimos un giro de trecientos grados que hizo a mis familiares sostenerse fuertemente de sus especiales sillas, porque en realidad durante la travesía del viaje no quitaron sus ojos de las ventanas- pantallas, siempre concentrados en tan grandiosos momentos de ver la grandeza de la existencia. El regreso indudablemente se sintió que fue a la máxima velocidad, vimos pasar nuevamente los planetas a la distancia de grandes a pequeños muy rápidamente, los bellos colores que se observaban cambiaban cada instante en el horizonte y volvían a aparecer por cualquier lado que se mirara desde la nave; el viaje fue todo durante la noche, los diferentes cambios de órbitas y rotaciones de los planetas, originaban esos múltiples, inverosímiles y fantásticos paisajes y colores que mi mente por su variedad, velocidad y belleza no lograba retener de manera suficiente. Hubo un momento que sentimos con  mi padre, mi tío, mi hija y yo, una especie de vacío en nuestros organismos, yo particularmente sentí que se me salía el espíritu, pero afortunadamente uno de los líderes nos tranquilizó; ya hemos llegado estamos reduciendo velocidad para tocar tierra, en instantes podrán bajar de la nave, sea el momento para despedirnos, estaremos siempre agradecidos por su corta compañía, sigan cuidando el pedacito de tierra que tienen como su hogar, pasen la voz a todos sus vecinos para que ellos sigan multiplicando esta experiencia que solo tiene como  objetivo que su planeta permanezca  con vida mucho pero mucho tiempo  más. El gran líder y sus compañeros, todos de pie, con su sonrisa ya conocida y con sus manos derechas abiertas a la altura de sus cinturas nos dieron la despedida, nosotros igualmente lo hicimos,  mientras se sintió que la nave reposaba en tierra, se abría la puerta, salía las escaleras automáticas, las luces se encendían, el vapor o nube blanca que salía de la parte baja de la nave, y nosotros lentamente bajamos de la nave, sentimos inmediatamente la frescura del aire terrenal, con olor a flores, a naturaleza, los pajaritos a trinar y los perros a ladrar, se me lanzaron a abrazarme acariciarme , tan fuertemente que me despertaron de tan hermoso sueño. Eran las cinco de la mañana, mis queridos perros al menos dejaron terminar tan largo viaje en sueños que empezó desde las diez de la noche y en esa forma pude realizar ese viaje a los confines del universo.

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