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Valores Y Etica Ambiental

StephanyGpe8 de Diciembre de 2011

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Desarrollo Sustentable

A partir de educación en valores el ensayo.

UNIDAD 2.- Valores y Etica Ambiental

La Educación en Valores hace referencia a los modales externos de una persona, a su adaptación o a la falta de allá, a las normas de urbanidad y cortesía dados.

La educación es el resultado de que la persona adquiera o no los comportamientos y costumbres formados, proceso de evolución de adentro hacia fuera.

Con está información se surgen los y son:

El Profesional Integral

Se tiene una lista en la cual se indica más o menos las formaciones que un profesional ya integrado debe ir aplicando de acuerdo a la edad que tiene la persona.

El profesional en su diario vivir no solo confronta problemas con relación a su trabajo, sino también en su profesión de día a día con las personas que le rodean, esto hace que muchas veces cometamos errores sin darnos cuenta que estamos pisando la línea de la moralidad y el diario vivir.

Formacion de Valores del Profesional

La formación de valores supone una relación entre la persona en tanto particular, con la comunidad entendida como lo general, de lo interior con lo exterior, es decir, de la interiorización de las normas con las regulaciones y valores comunitarios, de lo individual y lo colectivo, o sea, del reconocimiento de sí mismo con el reconocimiento de valores y normas compartidas y por tanto, legítimas.

En la sociedad actual, la formación y la capacitación de las personas es una necesidad. El desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones técnicas y tecnológicas en diferentes ámbitos de la vida del hombre han proyectado el quehacer educativo a un lugar de prioridad. Claro que no siempre ha sido así, fue necesario transitar por una larga historia y arribar a la Revolución Industrial y a la Ilustración para que a fines del siglo XVIII, los sistemas educativos nacionales se constituyeran como una respuesta a la necesidad de universalizar a la educación, en un sentido formal institucional, y con ello, permitir que la educación, bajo el amparo de las leyes nacionales y la rectoría del Estado, pasara a formar parte de lo cotidiano en esa relación cercana entre maestro, alumno, planes y programas de estudio, comunidad escolar y comunidad social que ahora ya son parte de la vida social, cultural y política de los seres humanos y de la sociedad misma. Es esta inclusión en la vida del hombre que convierte a la educación en un factor determinante del desarrollo de la revolución científico-técnica actual, pasando a ser además objeto de estudio de su propia disciplina, la Pedagogía.

La formación de valores con el tiempo se va haciendo de la siguiente manera:

• De los seis a los siete años, la aceptación de la norma parte de cierta uniformidad percibida, la razón la tiene quien sostiene esta norma.

• De los ocho a los nueve años, la norma es arbitraria, y en consecuencia, convencional.

• De los diez a los once años, la norma es convencional pero reviste autoridad.

• De los doce a los trece años, si la regla es arbitraria es entonces cambiante y si es así, lo que yo opino es lo mejor.

• De los catorce a los dieciséis años, la norma desempeña una función social en tanto hace que el individuo sea o no parte de un grupo.

• De los diecisiete a los dieciocho años, Las normas se legitiman por su uso, no son más que meras costumbres no cuestionadas.

• De los dieciocho a los veinticinco años, las normas facilitan la interacción social y son resultado del consenso.

• De los veintiséis años en adelante la formación de valores de un profesional ya esta completa. Si no lo es así quiere decir que en cierto periodo de vida de la persona se perdió uno o más valores lo que ocasiona que en varias veces la formación termine arruinándose parcialmente.

Actitudes y Componentes Actitudinales

El concepto de actitud pertenece a los dominios de la psicología social y de la psicología de la personalidad. Pese a la importancia que el mismo tiene en ambos ámbitos no existe precisión sobre el significado del término. Este hecho obliga a adoptar una definición y a comentarla.

Según Milton Rockeach una actitud es una organización de creencias interrelacionadas, relativamente duradera, que describe, evalúa y recomienda una determinada acción con respecto a un objeto o situación, siendo así que cada creencia tiene componentes cognitivos, afectivos y de conducta. Cada una de estas creencias es una predisposición que, debidamente activada, provoca una respuesta preferencial hacia el objeto de la actitud o hacia su situación, hacia otros que toman una posición con respecto al objeto de la actitud o hacia su situación, o hacia el mantenimiento o preservación de la actitud misma. Como el objeto de una actitud se encuentra siempre dentro de una situación acerca de la cual también tenemos una actitud, una condición mínima de conducta social es la activación de por lo menos dos actitudes que actúan entre sí: una que se refiere al objeto de la actitud y otra que se refiere a su situación.

La que es un conjunto de elementos que se relacionan entre sí, en la definición que se cita estos elementos son denominados creencias, pero también podrían haberse llamado conocimientos, expectativas o hipótesis.

Puede definirse una creencia como la “adhesión a una idea, esto es persuasión de que es una idea verdadera… la creencia aparecerá… como algo opuesto al saber y, en cierta medida, a la opinión pero al mismo tiempo como algo que puede fundamentar inmanentemente la aserción perteneciente a la naturaleza del saber mismo”. La creencia puede aludir a la “verdad” o falsedad de un objeto o situación, a la valoración del mismo como bueno o malo o a juzgar una posible acción en relación al objeto o situación como apetecible o rechazable. Sea cual fuere el contenido de una creencia, la misma constituye “una predisposición a la acción y una actitud es un conjunto de predisposiciones para la acción relacionadas entre sí y organizadas en torno a un objeto o situación”.

Toda creencia constitutiva de una actitud presenta tres componentes:

1. Un componente cognitivo porque representa el conocimiento que, dentro de ciertos límites de certeza, tiene una persona acerca de lo que es verdadero o falso, bueno o malo, deseable o indeseable.

2. Un componente afectivo porque, supuestas las condiciones adecuadas, la creencia es capaz de despertar afectos de intensidad variable que se centran:

a) en el objeto de la creencia, o

b) en otros objetos (individuos o grupos) que toman una posición positiva o negativa con respecto al objeto de la creencia, o

c) en la creencia misma, cuando su validez es notoriamente puesta en duda, como sucede en el caso de una disputa.

3. Un componente de conducta, porque la creencia al ser una predisposición de respuesta de umbral variable, debe coincidir a algún tipo de acción cuando es activada convenientemente.

Quizá sea oportuno aclarar que el término conducta se está utilizando en su más amplia acepción, es decir, se entiende por conducta cualquier respuesta que un sujeto presenta ante un estímulo, respuestas que pueden ser fisiológicas, motrices, mentales, o combinaciones de ellas.

Otro aspecto que conviene precisar se relaciona con el componente afectivo de la creencia. Este se pone de manifiesto solamente cuando la creencia es puesta a prueba por un objeto o situación cuando la respuesta preferencial se ve bloqueada de alguna manera, el consenso más o menos generalizado en relación a una creencia, es decir, cuando la misma no es cuestionada, de alguna manera desdibuja el componente afectivo pero de ningún modo lo hace desaparecer.

Es muy difícil establecer un límite temporal para decir que una predisposición constituye una actitud o no llega a merecer tal denominación. Sin embargo, es necesario dejar claro que aquellas predisposiciones que son momentáneas no son actitudes, es necesario que presenten alguna estabilidad en el tiempo para que se las juzgue como tales.

Las actitudes que posee un sujeto no se presentan aisladas, una a una y ordenadamente. Puede afirmarse que siempre por lo menos se presentan dos actitudes ante un objeto o situación y en muchas oportunidades un número mayor.

Las dos actitudes que como mínimo se presentan se relacionan una con el objeto en sí y la otra se vincula con el entorno en el que están insertos tanto el sujeto como el objeto, en otros términos con la situación en la que se desarrolla el encuentro del sujeto con el objeto. El comportamiento del sujeto es el resultado de la integración de las actitudes activadas por el objeto y de las actitudes activadas por la situación.

¿Para qué sirven las actitudes? Entre los estudiosos del tema no hay acuerdo respecto a la respuesta a este interrogante. Quizá puede contestarse diciendo que una actitud se puede comparar a una teoría científica en miniatura; desempeña funciones parecidas y tiene parecidos vicios y virtudes. Una actitud, como una teoría, es un cuadro de referencia, ahorra tiempo, organiza el conocimiento, tiene consecuencias para el mundo

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