Viaje Hacia La Interculturalidad. Coordenadas básicas Desde Los Bosques Culturales

Espejo humeante

Con el inicio a la lectura del libro, el autor nos hace ver una de forma muy explicativa la forma en que nosotros como personas no vemos y nos deberíamos de ver a nosotros mismos, el relata como él pudo verse a sí mismo y comprender de los que trata la vida en sí, nos hace analizar la vida que llevamos como personas, que desde que nacemos ya tenemos elegida la forma, estilo en que nos desenvolveremos y viviremos así como las creencias y las ideologías que tendremos, pero esto no es culpa nuestra, lo que pasa es que nos encontramos en un “sueño” en donde ya se determinó las creencias, reglas, ideologías y políticas que nos regirán a lo largo del tiempo. En esencia, vivimos en un gran sueño, un sueño de sociedad, de comunidad, de planeta. Nuestros padres nos enseñan los métodos, las reglas de nuestra vida, como encajar en ella, de la misma forma que a ellos se lo enseñaron sus padres, y así hasta el origen. Asumimos las enseñanzas sin casi cuestión. Éste es el sueño, vivimos aquello que generalmente no escogimos, pero lo vivimos como si de realidad se tratara.

Asumimos hasta tal punto, que en aquellos momentos que traspasamos el plano de la duda, de la cuestión, nuestro Juez (educado según el sueño) cae sobre la Víctima. Nosotros mismos llegamos al punto de auto-controlamos, nos auto-reprimimos para continuar dentro del camino.

Nos desenvolvemos en sociedades que el autor denomina como el mismo “infierno” y a mi criterio no está equivocado ya que eso es lo que nos hace juzgarnos y juzgar, de herir y auto herirnos, esto debido a que estamos llénanos de creencias erróneas, de que nos tomamos muy en serio lo que nos dicen otras personas, también hacemos suposiciones que llegamos a creer que son ciertas y en la mayoría de las veces en sentido negativo porque somos pesimistas, y también nunca hacemos nuestro máximo esfuerzo, es decir somos conformistas y esto nos impide ser felices. A todo esto es lo que autor le llama domesticación, es decir, que tanto padres y madres captan nuestra atención para que obedezcamos las reglas, es interesante y acertado ver que Ruiz toma a toda persona como otro animal para domesticar pero al grado de que aun cuando ya no dependemos de los padres, ahora seremos nuestro propio domador, pero insisto en que esto es debido a la mala forma y estilo de vida en el que estamos sometidos.

Con esto el autor llega al “preludio de un nuevo sueño”, en donde nos dice que como personas creamos muchos acuerdo que son los que harán que seamos felices o siempre estemos con baja autoestima y tristes, comenta que tanto hay acuerdo buenos como malos, es decir, todos nacemos con una determinada cantidad de poder personal que se renueva cada día con el descanso pero que desgraciadamente, gastamos todo nuestro poder personal; primero en crear esos acuerdos, y después en mantenerlos. Dice también que los acuerdos a los que hemos llegado consumen nuestro poder personal, y el resultado es que nos sentimos impotentes y que sólo nos queda el poder justo para sobrevivir cada día porque utilizamos la mayor parte de él en mantener los acuerdos que nos atrapan en el sueño del planeta.

Con esto, podemos hacer la pregunta de ¿cómo podemos cambiar todo el sueño de nuestra vida cuando ni siquiera tenemos poder para cambiar hasta el acuerdo más insignificante?

Si somos capaces de reconocer que nuestra vida está gobernada por los acuerdos y el sueño de nuestra vida no nos gusta, necesitamos cambiar los acuerdos. Cuando finalmente estemos dispuestos a cambiarlos, aquí el autor comienza a hablar sobre los cuatro acuerdos que ayudarán a romper aquellos otros que surgen del miedo y agotan nuestra energía.

Explica que se necesita una gran voluntad para adoptar los Cuatro Acuerdos pero que si somos capaces de empezar a vivir con ellos, la vida de uno se transformará de una manera positiva y que en lugar de vivir en el sueño del Infierno, crearás un nuevo sueño: el sueño personal del Cielo. En otras palabras, Se establecen así acuerdos en uno mismo, acuerdos que no se cuestionan, simplemente se siguen, porque son el mecanismo por los cuales todos estamos sumergidos en el sueño. Y hay que romper ciertos de éstos dogmas para poder salirse, ser realmente uno mismo y vivir plenamente.

Primer acuerdo: Ser impecable con las palabras.

Aquí, el autor no explica que las palabras son armas de doble filo, hay que saber usarlas con razón, creo yo que en este tema se relaciona con la asertividad. Depende cómo, algo dicho puede girarse hacia uno mismo, por eso, la cuestión es no caer en este error, no permitir que nuestras palabras den razones de actuar al Juez. Pero aunque no se giren en contra, pueden actuar como armas hacia terceros, con lo que también es un error. Una vez asumido eso, podemos darnos cuenta que estamos libres del poder de las palabras de otras personas hacia nosotros. Nos explica de como nuestra mente es un campo fértil y como las palabras son semillas que harán que se siembre el miedo o el amor

Ejemplifica esto con casos como el de Hitler, de cómo sus palabras sembraron la semilla del miedo en las personas con el solo hecho de sus palabras,

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