Vigilar Y Castigas

VIGILAR Y CASTIGAR

Como estudiante de primer semestre de humanidades de la universidad del Magdalena mirare como el libro vigilar y castigar nos muestra como el castigo y el poder como educador nos lleva a una reflexión por ende comentare las ideas principales de la obra donde también me remito a la Microficha del poder con la intención de resaltar la postura política del autor e intentar romper con la ambigüedad en torno a esta-creada sobre todo por supuestas citas del autor sacadas de contexto para adornar un argumento cualquiera. El esquema que voy a continuar consiste en una breve introducción a la obra para luego contextualizar vigilar y castigar y detenernos en los cambios que emerge en los siglos XVIII y XIX; este periodo es clave para analizar la actual sociedad disciplinaria, ya que se produce una crisis de la economía de los castigos y una reorganización del sistema punitivo;

Es entonces como en la lectura del libro vigilar y castigar de Michel Foucault se puede ver varios puntos específicos:

 Evolución de los métodos de castigo.

 Vigilancia de la sociedad medieval entre la contemporánea.

 Controlar el comportamiento de una sociedad.

 Proceso que ha tenido la sociedad para castigar y vigilar.

 Materia, tortura, suplicio, castigo hasta llegar a algo tangible o psicológico (almas).

Entenderemos que Foucault nos muestra en su primer capítulo la tortura como método de castigo a lo largo de la historia.

Es entonces donde el suplicio concibiendo descuartizar o desmembrar músculos por musculo, todo concebido por un pensamiento de humanización de penas. Se hace a un lado las prácticas punitivas, dejando a un lado. El castigo al cuerpo y procediendo a la restricción de voluntades y desechos.

El poder siempre está acompañado de saber el castigo abandono el cuerpo y, se direcciono hacia el alma y las conciencias. Cabe decir que el quien tiene menos pode será más fácilmente encasillado en la situación de condenado. El alma resulta ser quien en verdad recibe la pena puesto que se le somete a una restricción inmensa, prolongando de mejor manera el sufrimiento.

Los reos comúnmente no estaban de acuerdo con el método punitivo y carcelario por ello que se gestaron rebeliones, a nivel de los cuerpos contra el cuerpo mismo de la prisión.

La resonancia de los suplicios: el suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal; es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado por la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga. Además de las penas ya mencionados, existían otras más leves como: satisfacción a la persona ofendida, amonestación, censura, prisión por un tiempo determinado.

Los jueces modernos recibían y resolvían denuncias penales las cuales servían para un mejor análisis del caso. En el siglo XVIII si existía una tortura judicial sus castigos hacían, en primera instancia que el culpable fuera quien informara su propia condena por medio de fijados en su cuerpo y retrataciones en la iglesia. También se sometían a vergüenza pública para que confesaran a manera de súplica en su sentencia. La ejecución

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