Violencia De Genero

Nociones generales de discriminación

Es lamentable el observar que los seres humanos continuamos guiándonos por el instinto, convirtiéndonos en seres irracionales. Una muestra de esto es la discriminación en sus diferentes formas, misma que se vive día a día, y que pese a los esfuerzos realizados no se ha logrado concientizar a las personas e instituciones en la medida necesaria.

La discriminación no es más que el reflejo denigrante, violento, cruel e inhumano de los prejuicios existentes en la colectividad social; ejercido o aplicado en contra de los diversificados grupos que la sociedad considera anormales o diferentes, por una infinidad de causas, siendo estás insignificantes, sin importancia alguna; ya que contravienen los principios universales e inmutables de la humanidad.

1. El prejuicio es una actitud “injustificada” hacia un grupo y los miembros que lo componen, tomados en conjunto y/o individualmente. En esta actitud no intervienen el conocimiento expreso de una persona concreta, o de un grupo específico, simplemente actúa la irracionalidad de rechazar por una determinada creencia, sentimiento y/o disposición a actuar. La etimología de la propia palabra es una clara indicación: “prejuicio”, es decir, un juicio previo a algo, o bien el juzgar por anticipado.

El hombre es social por naturaleza, por lo tanto, es fácilmente absorbido por el medio que lo rodea, es decir, es aprisionado y atraído a la realización de una conducta colectiva (al encontrarse en grupo), la cual difícilmente llevaría a cabo en forma individual; de igual forma es dominado por sus pasiones (emociones) volviéndose un ser irracional, volviendo así a su estado primitivo.

De un análisis hermenéutico de varias fuentes, observamos que el hombre al encontrarse en estados de exaltación y éxtasis, es decir que sus sentidos se encuentren exacerbados y reunido con otros individuos, realiza sin vergüenza ni represión alguna conductas que atentan en contra del ius natural, tales como denigrar, amenazar, insultar, golpear, etcétera; sin mediar las consecuencias que esto pudiera producir. Otro aspecto importante en el hombre es el de los sentimientos, es decir que:

“ que cualquier forma de frustración produce irremediablemente un impulso agresivo, y añade que cualquier forma de agresión puede tener su origen en la frustración”.

El sentimiento de frustración le abre la puerta a la agresión, dejándola libre para que esta cause estragos en la sociedad. La mayoría de las ocasiones el objeto de la agresión, no tiene relación directa con la causa de frustración.

De los diversos tipos de discriminación existentes, haremos referencia de manera general únicamente a dos de ellos, por ser los que se enfocan al trabajo desempeñado dentro del Instituto Sudcaliforniano de la Mujer, que es la discriminación convertida en violencia hacia la mujer y hacia los niños.

Discriminación a las mujeres (sexismo, machismo).

El machismo es una discriminación sexual, de carácter dominante, adoptada por los hombres. Está es una de las más arraigadas en nuestra sociedad por sus precedentes históricos, asentada sobre una base difícil de echar abajo (en la inestabilidad hormonal, la sensibilidad emocional que esto trae consigo; entre otras cosas). Tiene un carácter histórico, puesto a que lo largo del tiempo se observa que ha habido una gran discriminación, ya que las mujeres no podían alcanzar cargos públicos ni cargos políticos, incluso en algunos sitios no podían salir a la calle sin su marido ni tener trabajo remunerado.

El hombre que ha sido educado en una cultura machista aprendió desde temprana edad a respetar, admirar o temer a otro varón tanto física como intelectualmente. Sin embargo su “cultura” le enseño a ver a la mujer en términos de valores o atributos físicos: instrumento de placer, objeto de exhibición y reproductora de la especie. Su admiración o atracción hacia la mujer se base, principalmente, en una concepción biológica de la misma.

Hay mujeres que en su trabajo no les es permitido alcanzar diversos puestos de alta responsabilidad aunque estén incluso más capacitadas que los otros aspirantes masculinos para ese puesto, y esto es debido a que se tiene grabada culturalmente una conducta en donde la imagen masculina es la que impone respeto, autoridad, conocimiento; por lo que omiten mirar a donde realmente deben de mirar, la capacidad, actividades y desempeño sin importar si se es hombre o mujer.

Otras mujeres ni siquiera han alcanzado un puesto de trabajo debido a que en su familia el marido trabaja y ella tiene que dedicarse a las labores de la casa. Reprimiendo y sometiendo (en algunos casos) a la mujer a quedarse al cuidado de los quehaceres del hogar. Esto no debería ser así, si la mujer quiere trabajar podría surgir a modo de ejemplo las siguientes propuestas: compartir equitativamente responsabilidades del hogar, o bien contratar a una empleada o a un empleado que se encargue de esa labor.

Algunos países como Afganistán, África, entre otros se dan fenómenos en los cuales se aprecia la discriminación sexista hacia las mujeres. Que va desde el infanticidio de niñas recién nacidas en los casos extremos, al impacto de la negación a que las mujeres dispongan de los servicios y oportunidades que si disfrutan los hombres.

Además, en ciertos países (especialmente asiáticos), donde la práctica de la religión se vuelve un fanatismo, hay una clara diferenciación de la mujer. Ejemplos concretos son los de los países que practican el Islam (vestimenta tradicional islámica para las mujeres consiste en una túnica que cubre todo el cuerpo, dejando al descubierto sólo los ojos, siendo en algunos casos obligadas a llevar guantes que oculten sus manos) o el Musulmán.

Discriminación a los niños.

Los menores de edad los más expuestos. Es desolador saber que la mayor parte de la violencia

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