Vivimos en un mundo de locos, dejando de lado los sentimientos, cada cabeza es un mundo y cada quien vive la locura a su modo, lo que para alguien puede ser algo extraordinario

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ELOGIO DE LA LOCURA

Psicología Humanista

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ELOGIO DE LA LOCURA.

La locura es parte de nosotros, vivimos con ella y es necesaria para nuestra supervivencia, sin ella, seriamos como un ejército de robots sin sentido y aburridos. Erasmo amaba la libertad, la cultura y la paz, ahora ya sé que en parte yo también lo hago ya que para disfrutar de la vida no hace falta provocar disturbios o ver arder el mundo, es tan sencillo como sentarse bajo la lluvia y ver como todos corren a refugiarse para no mojarse y que volteen a verte y piensen; “Ese tipo está loco, se está mojando ahí solo”.

Vivimos en un mundo de locos, dejando de lado los sentimientos, cada cabeza es un mundo y cada quien vive la locura a su modo, lo que para alguien puede ser algo extraordinario, para otro puede ser lo más ordinario y rutinario que podría hacer, evocar los sentimientos también hace que se evoque cierta discordancia mental, no cualquiera declararía un amor eterno o un cariño puro y sincero sin un poco de locura, sería ilógico e irreal.

El termino de locura es tan viejo como la vida misma, viéndolo desde ambas perspectivas (religiosa-Ciencia); Por un lado tenemos a Adán y Eva siendo un par de locos desenfrenados en el edén, sintiéndose “chinas libre” y haciendo lo que su voluntad les ordena, rompiendo reglas y sobre todo, disfrutando.

La locura esta en nosotros desde que nacemos, hasta que morimos, eso es real, nunca dejamos de cometer “estupideces” en nombre del desenfreno y de ir en contra de las reglas por un momento.

Hace que nos podamos divertir.

La locura es lo mejor, comparado con  Dios es mejor, ya que no da sol, no da lluvia, etc., sino que da los mejores placeres de la vida, gracias a ellos, la vida es más agradable y por eso los humanos nos alejamos de la muerte, nos alejamos con el afán de querer vivir más y poder disfrutar más de lo que la vida nos regala.

La locura es más importante de la razón, la locura hace que nos podamos divertir, que disfrutemos y la razón nos hace recordar todo, que vivamos estancados en una problemática que al final quizá se pueda resolver sola.

La mujer es reflejo de la locura ya que la mujer actúa por rendimientos y pasiones y el hombre por la razón, gracias a ella uno puede satisfacerse y olvidarse de todos los problemas, es por ello que la compañía de una dama, siempre hace bien a un hombre, con ellas siempre habrá risas, alegría, emociones, un sinfín de sentimientos que se tienen que disfrutar. “La mujer será siempre mujer, ósea que es tonta aunque se ponga mascara de persona, es tan presente la locura que sin ella nada sería divertido ya que ellas están en todo lo que nos causa momentos de alegría”

No hay relación humana que pueda ser buena sin locura

La necedad es parte de la locura, siento que entre más necios seamos, más debates podemos crear, más emoción podremos generar, mas adrenalina y más pláticas para disfrutar de una buena charla en la tarde con alguna otra persona.

La locura es sincera, transparente, no existe daño alguno y no se puede ocultar. Nos distingue, es parte de nuestra personalidad y sinceramente es como nuestro sello de distinción para poder ser auténticos ante la sociedad.

La locura dice “sin mí el mundo no puede existir ni por un momento pues ¿no está lleno de locura todo lo que se hace entre los mortales? ¿No lo hacen locos y para locos? Tan solo vamos a hablar de coches que alcanzan velocidades increíbles, de las armas, de las drogas, de todo lo que está a nuestro alcance, cualquier cosa fue inventada por un loco para que otro loco lo disfrutara.  

Erasmo de Rotterdam

        Se me hace increíble que entre los años 1469 y 1539, en un lapso de 70 años, en una época tan cuadrada y arraigada en principios de moralidad “extraña” una persona como Erasmo haya vivido con esa ideología humanista de ser libre y poder divertirse en medida de las posibilidades que tenia, llamando a la locura como algo escencial en la naturaleza del ser humano para poder vivir y disfrutar de la vida.

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