Ética en las Organizaciones - Ensayo.

JOHN JAIME ESTRADA

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA DE PROYECTOS

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

Febrero 26 de 2016

Los seres humanos pensamos que el cuidar los recursos naturales es cosa de otros, o que si gasto más papel o dejo de caminar por ir en motocicleta a comprar el pan del desayuno, en nada afectara mi vida, por el contrario es confort brindado fruto de mi esfuerzo. Hasta cierto punto que es fruto de esfuerzo puede ser justificado, pero cuando nos daremos cuenta que hacemos parte de un delicado balance, donde estamos llevando a la extinción no solo los recursos naturales, sino también a nosotros mismos.

El carácter egoísta centrado en un desenfrenado nivel de consumo, nos ha llevado a un acelerado desarrollo económico, medido sobre la base del dominio de los medios de producción (tierra, capital, empleados) y no sobre la base de que el origen de los mismos muestra grandes síntomas de agotamiento. Nuestra despensa se está agotando, procesos como el fracking, fruto del desesperado afán por escurrir hasta la última gota del petróleo presente en las profundidades terrestres, lo que nada nos ha costado no nos duele gastarlo pues el desgaste para producirlo a lo largo de miles de años ha sido obra de la naturaleza.

Con los últimos fenómenos presentados no solo a nivel mundial sino local, como el fenómeno del niño, altas temperaturas, extinción de ríos y especies. Hemos sido protagonistas en primera línea, de que el planeta nos está dando gritos de dolor, nos dice que está llegando a un punto de donde nadie nos va a poder salvar. Debemos ser conscientes que nuestras acciones impactan directamente todo lo que sucede a nuestro alrededor, y estamos sufriendo las consecuencias merecidas o no de nuestros desenfrenados actos de salvajismo contra el planeta.

Ha llegado la hora de ponernos en situación, de tomar decisiones que empiecen a aportar de a poco una solución, recolectar agua lluvia, reutilizar agua de la lavadora, afeitarse en la ducha, desconectar los decodificadores que gravan permanentemente programas televisivos, apagar nuestro celular en las noches, entre muchas otras pequeñas grandes acciones, empezaran a aportar por un futuro más sostenible.

Debemos entender que el medio ambiente es más que un simple escenario sobre el cual desarrollamos nuestras vidas sociales, laborales, económicas, etc. Somos parte del bien común del planeta, empleando dones tan preciados como nuestra creatividad e ingenio, pero ya no orientadas a desarrollos nuevas formas de consumo cada vez más agresivas sobre los limitados recursos con los que contamos, sino, orientadas a que desde lo básico, podamos generar bases de un desarrollo sustentable empezando por lo que más valoramos que es nuestro hogar y familia. La información con la cual contamos, y que cada días es más universal y globalizada, nos permite replicar en ellos estrategias que desde nuestro día a día, ya que la educación y el ejemplo son poderosos motores par que dichos cambios se multipliquen y repliquen para fomentar una cultura ecológica sustentable, donde nos brindemos un futuro menos escarnecedor y una opción de vida para nuestros hijos.

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