Aclaración sobre los términos y las proposiciones.

Tenemos que hacer una aclaración sobre los términos y las proposiciones.

No hay que confundir la proposición gramatical con el término lógico. Muchos términos gramaticales pueden formar un término lógico. La primera habilidad es la de identificar correctamente términos lógicos. Esto nos termine defendernos de las falacias, al menos de dos:

• La primera es la infracción lógica que se comete cuando un término no conserva idéntico significado de principio a fin (Todos los perros son mamíferos, todos las pinzas de perro son perros → En la premisa menor tiene un significado, en la mayor tiene otro.)

Todo depende del significado que le esté dando a la palabra, a su significación. Por Ej.: ¿obligación se refiere a un deber o una prohibición? Hay que identificar bien los términos para no caer en ambigüedades de sentidos.

Puede ocurrir también que un término que es gramaticalmente complejo (un término lógico de muchos términos gramaticales), pierde uno de sus términos gramaticales.

• El elefante verde que volaba sobre Argentina, es grande
• El elefante verde que volaba

Así, perdiendo términos gramaticales, se termina hablando de distintas cosas.

Lo último que se dirá de los términos es que estos tienen una extensión y una comprehensión, lo que es equivalente a una denotación y una connotación.

La extensión es la determinación de todos aquellos individuos a quienes conviene el término. De modo entonces, que cuando quiero definir o extender animal, tendré que poner el número de cosas que convergen al término, es decir, perro, jirafa, etc.

Cuando yo quiero definir hombre por su extensión, digo Perro, Diego, etc.

La comprehensión ya no significa extenderlo por la cantidad de individuos, sino que por las propiedades que le pertenecen.

Así, a “hombre” le pondré “animal racional”.

Otro ejemplo: enumero todos los individuos por extensión o denotación que correspondan a la palabra “automóvil”: Fiat, Chevrolet, etc.

Si ahora lo hago por comprehensión o connotación, sería: vehículo motorizado.

Aquí, surge una suerte de relación inversa (en sentido matemático). Cuando aumento el número de propiedades o características de un individuo, disminuye la cantidad de individuos a los que convergen.

Siempre cuidarse de que la extensión y la comprehensión sean las mismas del principio a fin de un razonamiento. O si un término está definido por extensión, no definirlo por comprehensión, o viceversa.

Nada más sobre los términos. Comenzaremos luego con inferencias o razonamientos.

Proposiciones

Existe una clase de proposiciones que son las proposiciones categóricas de forma típica, la cual una un sujeto a un predicado mediante una cópula que siempre es una forma del verbo “ser”.

Sin embargo, una proposición categórica de forma típica tiene además otras dos características. Toda proposición de este tipo, tiene una cantidad, y una cualidad.

Todos los chilenos son americanos (Afirmativa, universal)

La cualidad de una proposición depende de si esta es afirmativa o negativa. Por lo tanto hay dos clases de proposiciones según su cualidad: afirmativas y negativas.

Clasificando el ejemplo, vemos que es una proposición afirmativa. Ahora, la cantidad de una proposición es la cantidad del término sujeto. Vale decir, las proposiciones son según su cantidad o bien universales, o bien particulares.

Una proposición universal es aquella que incluye toda la extensión del término sujeto.

En la proposición del ejemplo, la extensión son los “chilenos”. Así, me estaré refiriendo a todos los chilenos. Esa palabra, “todos”, me está indicando la extensión: si es todo o si es una parte de la extensión del término sujeto. A esto como me indica la cantidad del sujeto y la proposición, se le denomina “cuantificador”. Un cuantificador lógico es un término que designa cantidad. Hay dos cuantificadores lógicos: el de lo universal y el de lo particular. Sin embargo, hay más de dos términos que designan estos cuantificadores.

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