Agresividad Y Violencia En El Futbol Colombiano
nathalierk123 de Abril de 2013
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AGRESIVIDAD Y VIOLENCIA EN EL FUTBOL
INTRODUCCIÓN
Para Darwin (1872, citado por Reeve, 1994) las emociones son un proceso innato cuya función consiste en la adaptación al entorno en el cual se desarrolla cada organismo, así considerada, la agresividad en el Hombre cumple con la función de adaptarse al entorno psicosocial en el cual se desarrolla. La agresividad se caracteriza de otras emociones por ser un evento que prepara al organismo para la lucha y la defensa, lo que le permitiría a los organismos su sobrevivencia, además de garantizar en cierta medida la permanencia ya no tan solo del organismo en sí, sino del organismo como especie.
Según Huizinga (1984) el Hombre ha creado cultura a partir del juego, es mediante esta actividad que el Hombre ha adquirido y desarrollado diversas habilidades psicosociales, como son el lenguaje, la interacción social y por lo tanto la capacidad de convivir con sus congéneres, desarrollando para ello reglas que definen los términos bajo los cuales se han de conducir y efectuar las relaciones interpersonales de acuerdo a cada grupo social y las circunstancias bajo las cuales se encuentran.
El fútbol es un juego reglamentado en el cual se definen las conductas que son permitidas en el terreno de juego y las sanciones a las que se hacen acreedores quienes violan alguna regla de este código de conducta deportiva. Al existir este reglamento formal, el juego del fútbol pasa a ser considerado un deporte. El deporte es una actividad de carácter voluntaria a la cual se entrega el / la deportista con el fin de lograr un objetivo, romper una marca, vencer a un oponente, para lo cual ha de someter a prueba sus más altas y superiores cualidades, físicas, emocionales y cognitivas. De entre las cualidades emocionales destaca la agresividad. Definimos el concepto agresividad como toda conducta que tiene por objetivo dañar física o psicológicamente a otro organismo, sin embargo en el contexto deportivo el daño ocasionado a los competidores opositores consiste en vencerlos dentro del marco de los lineamientos establecidos por cada federación deportiva.
En este caso particular diferenciaremos las conductas violentas de las conductas agresivas a partir de la violación de alguna regla socialmente aceptada, por lo que una conducta agresiva en el fútbol podría ser “cargar” al jugador oponente hombro a hombro, en tanto que resulta un acto violento el empujarlo con las manos y brazos extendidos, lo cual está sancionado como una falta en el terreno de juego (y socialmente reprobado en otros escenarios).
LA VIOLENCIA EN COLOMBIA, REALIDAD INOBJETABLE
Hablar de la violencia en Colombia, es un tema extenso y complejo. La Agencia Universitaria de Periodismo Científico, con sede en Colombia, estudia las causas de la misma. Ella afirma, lamentablemente, que los colombianos son los responsables del 30% de las muertes violentas en América Latina. Homicidios, secuestros, asesinatos políticos, lesiones fatales por diferentes causas, accidentes de tránsito, violencia intrafamiliar, desapariciones forzadas, violencia contra la mujer y los niños, son algunas de las formas con las que a diario se presenta la violencia en nuestro país, y ahora, para terminar de completar la nueva y nefasta historia de violencia en el Fútbol y el deporte espectáculo. ¿Que fue entonces lo que le pasó a Colombia, y a la violencia con ella? Colombia, y sin que haya necesidad de repetir, es un hermoso país de regiones, localizado en la parte norte de Sudamérica, donde el azul de sus mares se confunde con el verde de sus montañas, de sus esmeraldas y de los ojos de sus hermosas mujeres.
La violencia del Fútbol espectáculo en Colombia, fue aprendida a través de los nuevos sistemas de comunicaciones que inundan a Colombia, menoscaba la cultura juvenil colombiana y crea una nueva manera de aumentar el dolor. Dolor que nos causan entre otros, las muchas formas de violencia que hoy inundan el país, como lo son: la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico, la delincuencia organizada, el desempleo, la miseria y el hambre. Colombia con 44 millones de habitantes, intenta sobre llevar el sueño de la postmodernidad que lo habitan en sus 1.138.910 Km2 de extensión, personas buenas trabajadoras y honestas. Un país como Colombia, rico en innumerables productos agrícolas, minerales y culturales. Un país donde el deporte se ha entendido en su Constitución política desde el año 2000 como “gasto público social”, el cual necesariamente demanda del Estado el compromiso de responder como un Estado social de derecho a la necesidad de dar respuesta a sus ciudadanos.
Colombia independiente de su violencia, y de la mala prensa que se pueda conocer o escuchar, tiene entre sus más destacados ciudadanos, al premio Nóbel de literatura Gabriel García Márquez, escultores, como Fernando Botero; científicos como Manuel Elkin Patarrollo, grandes futbolistas en la Liga de Fútbol de España, como Amaranto Perea, en la liga de Italia como Iván Ramiro Córdoba y en la liga Inglesa a Juan Pablo Ángel. Como olvidar a los ciclistas de todos los tiempos “Lucho” Herrera, Fabio Parra y en la actualidad Santiago Botero; los beisbolistas Edgar Rentería y Orlando cabrera en las grandes ligas Americanas; la patinadora “Chechi” Baena y las tensitas Fabiola Zuluaga y Catalina Castaño, el automovilista Juan Pablo Montoya, además de cantantes como Shakira, Juanes, y Carlos vives, pero además honestos campesinos que cultivan el más rico café del mundo, las flores mas lindas del planeta y las frutas más dulces del universo.
Pero en medio de ese maravilloso historial deportivo, asistimos también aterrados a lo que se nos volvió el nuevo espectáculo del fútbol, que al igual de las muchas alegrías que nos ha deparado como lo ha sido el asistir tres mundiales en línea, un 5 a 0 contra Argentina, hace 10 años por una eliminatoria, ser campeones de la copa América hace tres años; ganadores de dos Copa Libertadores, participar en innumerables torneos juveniles organizados por la FIFA, tener jugadores en todas las copas europeas, en el fútbol árabe, turco, argentino, brasilero, centro y norteamericano. Tener varios técnicos, dirigiendo equipos de liga y equipos nacionales, como el de Costa Rica, Ecuador y Panamá.
LAS CARAS DE LA VIOLENCIA Y LA NUEVA FORMA DE VER EL FÚTBOL.
El fútbol se puede considerar como uno de los fenómenos sociales más importantes del siglo XX, y el más importante para este siglo XXI. Su capacidad de despertar sentimientos, pasiones, alegrías, tristezas, guerras, y fiesta, no conoce fronteras. Históricamente se puede considerar que el Fútbol, se ha jugado alrededor de un balón y 22 jugadores detrás de el, en un terreno llamado cancha, delimitado por medidas y controlado por un juez. Sin embargo, es necesario decir también, que no solamente el juego se presenta en la cancha, si bien en este espacio se da el juego o deporte del fútbol como tal, un aspecto fundamental para este, es la tribuna. Espacio o lugar donde se sitúa gente a ver fútbol, a respirar fútbol, a sentir fútbol, todo en medio de una mezcla entre pasión y razón. Es decir, otro lugar dentro del estadio donde también se juega fútbol.
Es necesario hablar entonces de la tribuna como otro terreno de juego, lugar donde lo que se juegan son otra gran cantidad de simbologías y aspectos de interacción social, propios del análisis de las ciencias sociales. A través de la historia del siglo XX, se puede observar como el fútbol se constituyó en un fenómeno que gradualmente con el tiempo fue atrayendo incalculables masas, se vio también como fue despertando todo tipo de pasiones y moviendo todo tipo de intereses, los cuales unidos al nuevo mundo globalizado, permitieron impulsar a nivel mundial y en especial en algunos lugares del planeta, una forma de expresión, por demás violenta, la cual fue denominada “Hooligans” los mismos que invadieron como plaga todos los estadios Europeos en medio de los campeonatos oficiales, sembrando terror y violencia al interior del Fútbol espectáculo, dentro y fuera de los estadios, quienes mostraron al mundo la cara "negativa" de dichas barras, aforando el nombre de “barras bravas”; fenómeno que comenzó a promoverse alrededor del mundo de forma acelerada, haciendo que en los diferentes países futbolísticamente "grandes" las barras bravas comenzaran a surgir, y luego por imitación de estos modelos, en otros países como el nuestro.
La tendencia de barras bravas nace en Colombia en los años 90 cuando nace la rivalidad entre hinchas de Medellín, Cali y Bogota. Al igual que en los estadios del mundo, en Colombia las tribunas se llenaron de alegría, porque nuestras gentes aprendieron a ver el colorido de las tribunas de los otros equipos europeos o argentinos, unas veces porque la hinchada acompaño a sus equipos a dichos lugares, otras veces por lo que se veía por televisión, en el también globalizado mundo de las comunicaciones. En Colombia se pasa de una manera pasiva de ver
el fútbol, a una forma activa y diferente, ya que estos jóvenes durante todo el partido se dedican a saltar y a cantar a ritmo de tambores, palmas y señales, empleando gestos con las manos y cuerpo en general. Muchachos y niñas de todos los estratos sociales y económicos de la ciudad, unidos solo por una insignia, un color, una pasión, una razón y un sentimiento, para ver y disfrutar los encuentros futboleros. En Colombia las ciudades empiezan a llenarse de graffittis y simbología entre barras,
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