El Futbol Y La Violencia
gloriana_omodeo10 de Septiembre de 2014
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Instituto Tecnológico de Costa Rica
Escuela de Ciencias Sociales
I Semestre, 2014
Seminario de Estudios Costarricenses
Proyecto de Investigación: Fútbol y Violencia
Informe Final
Profesora:
Irene Aguilar B.
Estudiantes:
Manuel Campabadal Chipsen
Brenda Goméz Tencio
Laura Leitón Aguero
Gloriana Omodeo Sánchez
Pablo Quirós Ulate
Fecha de Entrega:
19 de mayo de 2014
Tabla de Contenidos
Introducción 3
El fútbol y la violencia 4
I. Distinción entre violencia y agresividad 4
II. Orígenes de la violencia en el fútbol 5
III. Causas y consecuencias de la violencia en el fútbol 8
IV. Presencia de la violencia en el fútbol costarricense 14
Conclusiones 21
Bibliografía 22
Introducción
El trabajo tiene como objetivo un análisis de los principales temas referentes a la violencia que se relacionan con el deporte, en este caso el futbol. Mediante un análisis de los principales conceptos para hacer distinción en los conceptos que las personas utilizan erróneamente entre violencia y agresividad, así como los orígenes y las principales causas que dan pie a que actos de violencia se practiquen a partir de los resultados que se obtienen en un partido de futbol y el cómo deja el ámbito deportivo y se convierte en asuntos personales de distintas formas ideológicas en los distintos equipos que se han observado como rivales tanto dentro como fuera de la cancha.
En la actualidad Costa Rica enfrenta un serio nivel de violencia generada por motivos futbolísticos por lo que es importante dar una visión general de la situación actual así como los principales actos en los que se ha manifestado.
El fútbol y la violencia
I. Distinción entre violencia y agresividad
Para el análisis de la relación entre fútbol y violencia en el proyecto de investigación se debe conocer primordialmente la distinción entre los términos de violencia y agresividad, que si bien las personas lo utilizan para referirse a lo mismo, son muy diferentes entre sí. La diferenciación radica en que la agresividad es algo natural y la violencia es un comportamiento intencional cruel y socialmente destructivo. Por ende se pretende entender cómo es que la violencia es percibida en el ámbito deportivo del fútbol.
La agresividad como se mencionaba anteriormente es natural, forma parte de la naturaleza humana y es instintivo. Como lo explica José Sanmartín en la entrevista con la revista Teína, la agresividad es una conducta innata que se despliega automáticamente frente a determinados estímulos y se inhibe frente a otros (Teína, 2008). Esto quiere decir que el ser humano actúa de forma agresiva al estar inmersos en estados emocionales donde siente que se atenta contra esa persona o a los suyos. Es un principio de adaptación, que se activa de cierta manera para la supervivencia (Educación, 1997)
Por otro lado la violencia es una conducta premeditada e intencional que puede dañar a otro individuo, individuos, objetos, etc. Se puede describir como una agresividad pensada y que se exterioriza con el fin del control, dominio, sumisión, y del sometimiento de la voluntad de la otra parte involucrada. La violencia es una interacción entre los rasgos biológicos y los aprendidos socio-culturalmente hablando. Ciertas características genéticas pueden influir en el comportamiento violento, pero la educación es la que determina y alienta a esa violencia (Teína, 2008).
En el fútbol, la violencia es utilizada como una estrategia de juego para alcanzar el triunfo. Este tipo de violencia se ve manifestada en las conductas de defensa y ataque que no son permitidas bajo ningún término, por ende, son penalizadas en la mayoría de los casos. Un ejemplo de una conducta violenta es cuando se empuja o codea intencionalmente al jugador oponente en busca el dominio del balón. Aunque existan reglas en el juego, la violencia en la cancha es inevitable, y estas conductas son muy perceptibles en el público, que también induce a comportamientos violentos en la gradería y fuera de ella.
II. Orígenes de la violencia en el fútbol
Para poder determinar el cómo se originaron los actos violentos relacionados a eventos de fútbol, más que en un evento detonante, nos gustaría más enfocarnos en un punto de vista social, político y geográfico.
Enfocándonos en el aspecto social, podemos determinar que la violencia en los eventos deportivos no es una novedad ya que en desde hace siglos pueblos enteros terminan en enfrentamientos violentos a causa del furor causado por el apoyo hacia cierto grupo con el cual se identifican. Por lo tanto se puede considerar que es una actividad a la que la sociedad recurre indiferentemente del tema al que esté ligado (refiérase a deportivo, político, religioso, entre otros).
Ahora si bien combinamos un poco el ámbito social y geográfico se puede determinar que existen dos grandes focos donde se originaron los mayores casos de violencia en escenarios de fútbol a nivel mundial y términos claves relacionados a ésta como lo son “Hooligan” y “Barrabrava”, estos son Inglaterra y Argentina; uno, el cual provocó un expansionismo de los ideales de violencia en Europa y el otro en América respectivamente.
Comenzando por Inglaterra, hay que remontarse al año 1912 en donde se da el primer registro de un pleito entre seguidores de dos equipos distintos de fútbol, esto ocurrió en un partido entre Manchester United y el Liverpool, dos de los equipos más populares y con más seguidores en esa época y todavía en la actualidad. A partir de esto se comienza a crear un crecimiento de grupos de aficionados que se catalogan como “hooligans”, los cuales se pueden considerar como hinchas que usaban los alrededores y las mismas instalaciones de los distintos escenarios deportivos como campo de batalla entre conocidos y sobre todo extraños, seguidores de algún equipo rival. Ya para los años ochenta, ser hooligan se consideraba una moda, principalmente entre jóvenes masculinos, los cuales hacían presencia principalmente a eventos futbolísticos de carácter internacional, sobre todo a la competición llamada “Champions League”. Fue tanta la popularidad que alcanzaron estos aficionados que inclusive llegaron a ser financiados por las mismas instituciones deportivas que apoyaban, para que se hicieran presentes en los escenarios a los que llegaba a competir el equipo como visitante, costeándoles los gastos de transporte y de ingreso.
Este fenómeno no solo se popularizó en Inglaterra, si no que se comenzó a expandir por toda Europa. Cabe destacar que uno de los casos más importantes sería el de los llamados “Ultras”. Estos son una versión italiana de los hooligans, sin embargo su principal diferencia radica en que estos combinan el apoyo a determinado equipo con tendencias políticas, como por ejemplo los extremistas de izquierda y los extremistas de derecha.
En cuanto a América, la tendencia hooligan se adaptó con el nombre de “Barrabrava”; tendencia originada en Argentina en los años 20, la cual se expandió por toda América Latina. Estos grupos en sus inicios si bien es cierto ya presentaban actos de violencia, no se llegaba a los niveles extremos a los que se llegó a partir de la década de los noventa; se consideraba más un personaje de gran fervor y pasión por su club.
Por los años cincuenta estos grupos comenzaron a ser financiados por los mismos clubes para poder viajar e ingresar a los eventos, y comenzaron a darse amenazas a jugadores de equipos rivales y el número de víctimas fatales fue en ascenso, sin embargo fue en los años ochenta en donde se fundaron las bases de lo que son las barras bravas argentinas hoy en día, en donde se creen capaces de extorsionar y exigir a directivos y jugadores del club. Si embargo su apogeo se realiza en la década de los noventa en donde se da un gran aumento en las fatalidades causadas por enfrentamientos entre barras y en donde los intereses de los líderes de las distintas barras se comienzan a orientar también al campo político en dónde se comienzan a aliar con distintos representantes políticos del gobierno. A partir de este punto, los distintos jefes de las barras más famosas se comienzan a ver incluso como figuras públicas idolatradas.
Tal es el punto de organización de estas barras que fundan una organización llamada Hinchadas Unidas Argentinas, donde los principales representantes de las barras se reúnen para numerar exigencias que son transmitidas al ente regulador del fútbol en Argentina. Entre estas exigencias se encuentran cosas como entradas, dinero, transporte, entre otras cosas.
Respecto a su expansión a América Latina, esta se da en el mismo tiempo del apogeo de las barras bravas argentinas, en la década de los noventa, donde se comienzan a ver en países como Colombia, Chile, Bolivia, Perú, Brasil, México y por supuesto, Costa Rica. Prácticamente las estructuras de estas barras es la misma que las de sus homólogas argentinas donde, aunque pareciera extraño, reciben conocimientos de los miembros de las Hinchadas Unidas Argentinas por medio de seminarios, con el fin de expandir sus ideales y sus formas de exigir beneficios por parte de clubes de fútbol y entidades políticas.
Se puede determinar que la violencia en escenarios deportivos no es algo muy nuevo, sin embargo si hay una novedad en la forma de organización de los grupos de seguidores y la manera en que quieren estructurar las bases de su funcionamiento.
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