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CAMBIAR EL MUNDO EN LA SOCIEDAD RED


Enviado por   •  20 de Diciembre de 2021  •  Informes  •  2.749 Palabras (11 Páginas)  •  67 Visitas

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CAMBIAR EL MUNDO EN LA SOCIEDAD RED

La mezcla de deterioro de las condiciones materiales de vida y una crisis de legitimidad de los gobernantes y su gestión de los asuntos públicos induce a la gente a tomar sus asuntos en sus manos, participando en acciones colectivas diferentes de los canales institucionales prescritos, para defender sus reivindicaciones y, en última instancia. Por experiencia histórica, y observando los movimientos analizados en este libro, se deduce que los movimientos sociales suelen desencadenarse por lo general por emociones derivadas de algún acontecimiento que ayuda a los manifestantes a superar el miedo y a desafiar al poder, a pesar del peligro inherente de sus acciones. En el contexto de las emociones básicas que han identificado los neuropsicologías (miedo, asco, sorpresa, tristeza, alegría e ira)', la teoría de la inteligencia afectiva en la comunicación política sostiene que el desencadenante es la ira y el represor es el miedo. El cambio social es el resultado de la acción comunicativa que supone la conexión entre redes de redes neurona les de los cerebros estimulados por señales de un entorno de comunicación a través de las redes de comunicación. En los últimos años, la comunicación a gran escala ha experimentado una profunda transformación tecnológica y organizativa con el auge de lo que he denominado auto comunicación de masas, basada en redes horizontales de comunicación interactiva y multidireccional en Internet y, cada vez más, en redes de comunicación inalámbricas, la plataforma de comunicación prevalente en la actualidad en todas partes'. Este es el nuevo contexto, en el corazón de la sociedad red como nueva estructura social, en la que se están formando los movimientos sociales del siglo xx.. Los movimientos estudiados en este libro, y otros movimientos sociales similares que han surgido en el mundo, se originaron a partir de una crisis económica estructural y de una profunda crisis de legitimidad (véase el Apéndice de este capítulo). La crisis financiera que sacudió los cimientos del capitalismo informacional global a partir de 2008 puso en entredicho la prosperidad en Europa Estados Unidos, amenazó gobiernos, países y grandes corporaciones con el hundimiento financiero, y provocó una importante reducción del estado del bienestar en el que se ha fundado durante décadas la estabilidad social". La crisis mundial de alimentos en 2010 afectó al sustento de la mayoría de la gente en los países árabes, ya que el precio de los alimentos básicos, y especialmente del pan, alcanzó niveles inasequibles para una población que gasta la mayor parte de sus escasos ingresos en comida. Requieren una movilización emocional desencadenada por la ira contra la injusticia flagrante y por la esperanza de la posibilidad de un cambio como resultado de los ejemplos de levantamientos que han tenido éxito en otras partes del mundo; cada revuelta inspira la siguiente transmitiendo en red imágenes y mensajes a través de internet. Además, a pesar de las agudas diferencias entre los contextos en los que surgieron estos movimientos, hay ciertas características comunes que constituyen un patrón común: la forma de los movimientos sociales en la era de Internet. Los movimientos sociales estudiados en este libro, así como otros que han tenido lugar en los últimos años', presentan una serie de características comunes.. Las redes están dentro del movimiento, con otros movimientos del mundo, en la blogosfera, en los medios de comunicación y en la sociedad en general. Las tecnologías de conexión en red son valiosas porque proporcionan la plataforma para esta práctica creciente de la conexión en red continuada que evoluciona a medida que cambia el movimiento. También reduce la vulnerabilidad del movimiento a las amenazas de represión, ya que hay pocos objetivos específicos que reprimir, excepto los lugares ocupados, y la red puede reformar se siempre que haya suficientes participantes en el movimiento, conectados libremente por sus objetivos comunes y sus valores compartidos. Si bien estos movimientos suelen comenzar en las redes sociales de Internet, se convierten en movimiento al ocupar el espacio urbano, ya sea mediante la ocupación permanente de plazas públicas o por las manifestaciones continuadas. El espacio del movimiento se hace siempre mediante interacciones entre el espacio de los flujos de internet y las redes de comunicación inalámbricas, y el espacio de los lugares ocupados y de los edificios simbólicos objetivo de las acciones de protesta. El motivo es que la autonomía sólo se puede garantizar mediante la capacidad de organización en el espacio de libertad de las redes de comunicación, pero al mismo tiempo únicamente se puede ejercer como fuerza transformadora si se desafía el orden institucional disciplinario recuperando el espacio de la ciudad para sus ciudadanos. Por una parte, en las acampadas, viven día a día, sin saber cuándo se producirá el desalojo, organizando su vida como si pudiera ser la sociedad alternativa de sus sueños, sin límite temporal y libres de las obligaciones cronológicas de sus vidas disciplinadas anteriores. Puesto que el tiempo humano sólo existe en la práctica humana, este tiempo atemporal no es me nos real que el tiempo medido del obrero en la línea de montaje o el tiempo sin pausa del ejecutivo financiero. En cuanto a su génesis, estos movimientos son en gran medida espontáneos en su origen, desencadenados por lo general por una chispa de indignación relacionada con un acontecimiento concreto o bien porque han llegado al límite de repugnancia ante el comportamiento de los gobernantes. En todos los casos se originan mediante una llamada a la acción desde el espacio de los flujos que pretende crear una comunidad instantánea de prácticas insurgentes en el espacio de los lugares. Esto no es sólo por el carácter viral de la difusión de los propios mensajes, especialmente de las imágenes movilizadoras, sino por el efecto modelo de los movimientos que surgen por todas partes. Esta característica esencial de los movimientos observados es el resultado directo de una de las causas del movimiento: el rechazo de los representantes políticos por los representados al sentirse traicionados y manipulados en su experiencia de la política habitual. Hay muchos casos en los que algunos de los participantes son más activos o influyentes que otros, sólo por el hecho de dedicarse plenamente al movimiento. Por eso, a pesar de las tensiones obvias en el día a día del movimiento, la norma implícita ampliamente aceptada es la del autogobierno del movimiento por la gente del movimiento. La unidad no es comunidad porque la comunidad supone un conjunto de valores comunes, y éste es un trabajo que todavía se está haciendo en el movimiento, ya que la mayoría de la gente llega a él con sus propias motivaciones y objetivos, dispuestos a des cubrir posibles puntos en común en la práctica del movimiento. Este es el principio constante que surge de los debates de todos los movimientos: no sólo el fin no justifica los medios; de hecho, el medio representa en al mismo los objetivos de la transformación que se desea. Se interrogan constantemente sobre sí mismos como movimientos y como individuos sobre quiénes son, qué quieren, qué tratan de conseguir, a qué tipo de democracia y sociedad aspiran y cómo evitar las trampas y dificultades de tantos movimientos que han fracasado al reproducir los mecanismos del sistema que quieren cambiar, especialmente en cuanto a la delegación política de la autonomía y soberanía. Pero tienen necesariamente que ocupar espacios públicos y participar en tácticas al margen de la institucionalidad para presionar a las autoridades políticas y organizaciones empresariales, ya que no reconocen la viabilidad de una participación equitativa en los canales institucionales. La violencia proporciona imágenes selectivas y espectaculares para los medios de comunicación, y hace el juego a los políticos y líderes de opinión cuyo objetivo es suprimir lo más rápido posible las críticas que el movimiento representa. Es la cuestión que define la vida y la muerte de los movimientos, ya que éstos sólo tienen la posibilidad de materializar el cambio social si su práctica y su discurso generan con toda la sociedad (el 99%)"..  Pero como las reivindicaciones son múltiples y las motivaciones ilimitadas, no pueden formalizar ninguna organización ni liderazgo porque su consenso, su unión, depende de la deliberación y de las propuestas para cada caso, no de cumplir un programa elaborado a partir de demandas concretas: en esto radican su fuerza (amplio atractivo para todos) y su flaqueza (¿cómo se puede conseguir algo cuando no se han definido los objetivos?). Por canto los partidos políticos no pueden captarlos (ya que la desconfianza en ellos es general), aunque puedan aprovecharse del cambio de mentalidad provocado por el movimiento en la opinión pública. Lo que proponen estos movimientos sociales en red en la práctica es una nueva utopía en el centro de la cultura de la sociedad red: la utopía de la autonomía del sujeto frente a las instituciones de la sociedad. Efectivamente, cuando las sociedades no consiguen gestionar sus crisis estructurales con las instituciones existentes, el cambio sólo puede producirse fuera del sistema mediante la transformación de las relaciones de poder que empieza en la mente de la gente y se desarrolla en forma de redes construidas con los proyectos de nuevos actores que se constituyen en sujetos del nuevo proceso histórico. Pero su comprensión se ha visto oscurecida por un debate sin sentido en los medios de comunicación y en los círculos académicos que niegan que las tecnologías de la comunica cohonesten en la raíz de los movimientos sociales. Los movimientos sociales surgen de las contra dicciones y conflictos de sociedades específicas, y expresan las revueltas y los proyectos de la gente que son resultado de su experiencia multidimensional. Protege el movimiento contra la represión de sus espacios físicos liberados manteniendo la comunicación entre la gente que lo conforma y con la sociedad en general en la larga marcha por el cambio social que se necesita para superar la dominación institucionalizada.. Además, hay una conexión fundamental, más profunda, entre Internet y los movimientos sociales en red: comparten una cultura específica, la cultura de la autonomía, la maricultura fundamental de las sociedades contemporáneas. Los movimientos sociales, si bien surgen del sufrimiento de la gente, son diferentes de los movimientos de protesta. Movimientos que conectan las demandas actuales con los proyectos del mañana. Y los movimientos que estamos observando represen tan el proyecto fundamental de transformar a las personas en protagonistas de sus propias vidas afirmando su autonomía respecto a las instituciones de la sociedad. Por eso, aunque sigan exigiendo medidas para solucionar las miserias actuales de un amplio segmento de la población, los movimientos como actores sociales no confían en las instituciones actuales y se internan en el incierto camino de la creación de nuevas formas de convivencia buscando un nuevo con trato social.. He intentado documentar en otros trabajos que las características decisivas en este cambio cultural se refieren al nacimiento de un nuevo conjunto de valores de finidos como individuación y autonomía, que proceden de los movimientos sociales de los años sesenta y setenta y que calaron en la sociedad en las siguientes décadas con creciente intensidad". La individuación es la tendencia cultural que subraya los proyectos del individuo como principio esencial que orienta su comportamiento". Individuación no es individualismo, porque el proyecto del individuo puede estar dirigido a la acción colectiva e ideales compartidos, como la conservación del medio ambiente o la creación de una comunidad, mientras que el individualismo hace del bienestar del individuo el objetivo último de su proyecto individuado. La autonomía se refiere a la capacidad de un actor social para convertirse en sujeto definiendo su acción alrededor de proyectos construidos al margen de las instituciones de la sociedad, de acuerdo con los valores e intereses del actor social. La transición de individuación a autonomía se opera mediante la conexión en red, que permite a los actores individuales construir su autonomía con personas de ideas parecidas en las redes que elijan. Siguiendo con este énfasis en la construcción de la autonomía, el cambio social más profundo en Internet se produjo en la primera década del siglo xxi, con el cambio de la interacción individual y corporativa en Internet (el uso del correo electrónico, por ejemplo) a la construcción autónoma de redes sociales controladas y orienta das por sus usuarios. Por tanto, la actividad más importante en Internet actualmente pasa por los servicios de redes sociales (SNS), y los SNS se han convertido en plataformas para todo tipo de actividad, no sólo de amistad personal o para charlar, sino para el marketing, el comercio electrónico, la educación, la creatividad cultural, la distribución de los medios de comunicación y entretenimiento, aplicaciones para la salud y, por supuesto, el activismo sociopolítico. Los SNS los construyen los propios usuarios a partir de criterios específicos de agrupación y de redes de amistad más amplias, adaptadas por las personas, a partir de plataformas proporcionadas por los comerciantes de la comunicación gratuita, con distintos niveles de perfilado y privacidad. Las personas construyen redes para estar con otras, y para estar con otras con las que quieren estar, partiendo del criterio que incluye a aquellas a las que ya conocen o a las que les gustaría conocer". Y es en este mundo el en que han nacido los movimientos sociales en una transición natural para muchas personas, que pasan de compartir su sociabilidad a compartir su indignación, su esperanza y su lucha.. Por lo tanto, la cultura de la libertad a nivel social, y la cultura de la individuación y la autonomía nivel de los actores sociales, dieron lugar a las redes de Internet y a los movimientos sociales en red al mismo tiempo. Voy a ilustrar este análisis con los resultados del estudio que dirigí entre los años 2002 y 2007 sobre una muestra representativa de la población de Cataluña". Los movimientos sociales en red, como todos los movimientos sociales de la historia, llevan la marca de su sociedad. Sin embargo, en la mayoría de los movimientos estudiados, y en otros similares en el mundo, el paso decisivo desde la esperanza a la implementación del cambio depende de la permeable dad de las instituciones políticas a las exigencias del movimiento, y de la voluntad del movimiento de entablar un proceso de negociación. Sin embargo, puesto que el reto fundamental de estos movimientos se refiere a la negación de la legitimidad de la clase política, y la denuncia de su sometimiento a las élites financieras, hay poco mar gen para la aceptación real de estos valores por parte de la mayoría de los gobiernos. Centrados principalmente en Estados Unidos, muestra que, por una parte, los grandes movimientos sociales del pasado han tenido influencia política en varias formas, especialmente en conformar los programas políticos. Por otra parte, para que un movimiento sea influyente, los actores del estado tienen que considerarlo capaz de facilitar u obstaculizar sus propios objetivos, aumentando o consolidando nuevas coaliciones electorales, ganando apoyo público, aumentando el respaldo para las políticas de las instituciones gubernamentales".. Dicho de otra forma, la influencia de los movimientos sociales en los políticos y la política depende en gran parte de su posible contribución a los programas prestablecidos de los actores políticos. Esto está claramente en conflicto con la principal crítica de los movimientos sociales en red que he estudiado, que se refiere a la falta de representatividad de la clase política, ya que las elecciones están con activar el cambio social: se produce en las mentes de la gente. Pero cuanto más consigue el movimiento transmitir su mensaje en las redes de comunicación, mayor es la conciencia ciudadana, más se convierte la esfera pública de la comunicación en terreno de contestación y menor será la capacidad de los políticos para incorporar las reivindicaciones y demandas con meros ajustes cosméticos. La batalla definitiva por el cambio social se decide en las mentes de las personas y en este sentido los movimientos sociales en red han experimentado un gran avance a nivel internacional. Como se muestra en el Apéndice, en una encuesta internacional realizada en 23 países en noviembre de 2011, con la excepción de Japón, había más gente favorable que contraria y movimientos similares en sus contextos, y la mayoría de los ciudadanos estaba de acuerdo con su crítica a los gobiernos, políticos e instituciones financieras. También es verdad que cuando se pregunta sobre las tácticas del movimiento en Estados Unidos, sólo una minoría lo apoyaba, pero incluso en este aspecto el hecho de que entre un 25 y un 30% aprobara sus acciones extra institucionales indica un mar de fondo de respaldo a aquellos que desafían a las instituciones que han perdido la confianza ciudadana

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