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CONFLICTO FINANCIERO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA: UNA GUERRA DE NUNCA TERMINAR


Enviado por   •  2 de Junio de 2022  •  Ensayos  •  1.244 Palabras (5 Páginas)  •  87 Visitas

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CONFLICTO FINANCIERO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA: UNA GUERRA DE NUNCA TERMINAR

Lián Alice Reza Vázquez

LianAlice0320@outlook.com 

Universidad Nacional Autónoma de México | Facultad de Economía

Estados Unidos y China son dos de las economías más importantes del mundo, forman una alianza comercial de igual importancia. Estados Unidos importa más bienes de China que cualquier otro país, mientras que China es el segundo mercado de exportación más grande de Estados Unidos.

La guerra entre Estados Unidos y China es una disputa comercial entre los dos países que involucra aranceles sobre las importaciones de bienes de un país a otro, así como restricciones a la inversión y la competencia en varias industrias.

Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo el mayor importador de bienes del mundo, pero China se ha puesto al día en los últimos años. En 2008, China se convirtió en el principal exportador mundial y superó a Japón para convertirse en la segunda economía más grande del mundo. En 2009, China superó a Francia para convertirse en el quinto mayor exportador y fabricante de bienes del mundo.

En los últimos años, el comercio entre ambos países ha aumentado de manera constante con Estados Unidos importando bienes de China por un valor de más de $ 400 mil millones solo en 2017 y exportando alrededor de $ 130 mil millones en bienes a cambio, una señal de que el comercio puede seguir siendo bueno para ambos países sin dejar de abordar intereses nacionales.

Desde que el presidente Trump ganó las elecciones, la guerra comercial entre China y Estados Unidos ha sido un tema de mucha discusión. El 22 de enero de 2018, entraron en vigor los aranceles estadounidenses sobre exportaciones chinas a Estados Unidos por valor de $ 200.000 millones de dólares y en represalia, China impuso un arancel del 25 por ciento sobre productos estadounidenses por un valor de $ 60 mil millones en junio y julio de 2018.

La guerra comercial es un desacuerdo económico entre China y Estados Unidos por prácticas comerciales desleales, lo que ha llevado a altas tasas de desempleo entre los trabajadores estadounidenses y pérdida de ganancias para las empresas de estos sectores en China. Es probable que los efectos a largo plazo sean negativos para ambos países, ya que tendrán menos acceso a los mercados extranjeros mientras se involucran en esta guerra comercial.

Esta es una guerra interminable porque en rondas adicionales de aranceles, todavía no hay señales de que ninguna de las partes retroceda para terminarla.

La mayoría de los bienes exportados por Estados Unidos son bienes manufacturados, y se importan materias primas y productos intermedios, y se desarrollan las industrias industriales y terciarias. Ahora, las tensiones entre Washington y Pekín se agudizan por su apuesta por la economía planificada 4.0, que se centra en inversiones en industrias como la inteligencia artificial, la farmacéutica, la automovilística, la aviación, la navegación y los trenes de alta velocidad.

El gobierno chino pretende superar el PIB de Estados Unidos en la próxima década con la finalización de la nueva Ruta de la Seda, que conectará al país con Occidente a través de vías férreas, puertos, aeropuertos y autopistas, convirtiéndolo en el país más grande del mundo China construirá dependencias económicas y ganará competitividad a través de sus relaciones con las economías emergentes.

En una guerra comercial, todos los jugadores generalmente sufren negativamente, pero cuando hablamos de Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo con un PIB de $ 18.500 y $ 11.4 billones en 2018, el sistema internacional generalmente sufre las consecuencias.

La situación antes mencionada, es decir, las medidas tomadas por los dos países para resistir las acciones del otro lado tienen un impacto en los países de ingresos medios, como lo describe la Comisión Económica para América Latina, que a pesar de tener bajos niveles de ingreso per cápita, se considera que tienen un nivel de desarrollo institucional suficiente para obtener capital privado.

Asimismo, también están influenciados por el modelo de negocios de los dos países, que se enfoca en una cadena de suministro eficiente, entendida como la secuencia de eslabones en el desarrollo de productos.

La guerra comercial chino-estadounidense muestra una vez más que el comercio internacional también es un mecanismo para que las principales potencias influyan en el sistema internacional, especialmente China, que se ha convertido en un retador lo que refleja la evolución de su política exterior.

Estos cambios no solo indican el ajuste y la adaptación bilateral en curso entre China y la comunidad internacional, sino que también reflejan el desarrollo de la política exterior y la redefinición de los intereses nacionales.

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