CRISIS DE LA INSTITUCIÓN FAMILIAR EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

CRISIS DE LA INSTITUIÓN FAMILIAR EN LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA

La familia es la célula primogénita, irreducible y fecunda expresión de sociabilidad humana, es la asociación espontánea y natural que dentro de la convivencia social, cumple los fines de la vida material y espiritual. La familia es un hecho natural de trascendencia social, por eso la protege el Estado, como garantía de su propia subsistencia, ya que en definitiva, sobre la familia se elabora y se afirma en último término la vida y el desenvolvimiento de la nación^[1].

La familia con el pasar de los años viene presentando cambios severos debido a varios factores, como lo es un temprano embarazo y como consecuencia los padres se ven obligados a conformar una familia siendo muy jóvenes e inexpertos, algo que ya es común a diario. Otro factor es que desde niños se tiene como ejemplo a los padres y el trato entre ellos, si la convivencia no es buena, entonces el niño cuando sea grande tendrá una idea errónea  de cómo manejar su futura familia. También otros factores no menos importantes como la desintegración del grupo paterno, el divorcio, el aborto deliberadamente provocado o actos de infidelidad o extra – matrimonial. El Estado de igual manera afecta directamente a la familia en este sentido.

La sociedad también juega un papel importante ya que la complementa, más específicamente el Estado tiene el deber de reconocer que la familia es una sociedad que goza de un derecho propio y primordial y por tanto en sus relaciones con la familia están gravemente obligados a prestarle servicios fundamentales para el diario vivir, a introducir nuevos medios para conseguir el dinero necesario, de educar a los niños siendo ellos nuestro futuro, de ocupar a la juventud e incentivarla con actividades como el deporte para que ellos aprovechen el tiempo libre en algo productivo y se alejen del vicio.

La conexión intima entre la familia y sociedad: exige la apertura y la participación de la familia en la sociedad, impone también que la sociedad no deje de cumplir su deber fundamental de respetar y promover la familia misma su deber fundamental de respetar y promover la familia misma, a familia y a 8 sociedad tienen una función complementaria en la defensa y en la promoción del bien de todos los hombres y de cada hombre^[2].        

Son muchos los motivos que afectan la familia, sin importar el contexto y generalizando, me atrevo a decir que todo el mundo ha llegado a escuchar que el matrimonio está en crisis. Aunque cuando se plantea una crisis del matrimonio y de la familia se deja atrás la idea crítica sobre una determinada forma de comprender lo que es vivir un matrimonio y conformar una familia porque se centra en la creación y experimentación de una inédita formula de comunicación sexual para el hombre.

Como dice Jorge Isaacs; La humanidad enjuicia, reconsidera, reflexiona y examina y revisa de continuo las ideas que se hizo sobre las cosas, incluidas las posibles fórmulas de comunicación sexual humanas, esta continua la reconsideración de la formula, el estado normal de esta temática, por lo cual podemos saber que para la humanidad, el matrimonio y la familia es resultado de varias crisis que se vienen trasmitiendo de generación en generación.

La familia, se nos presenta en el curso de la historia como una “institución” que reviste múltiples aspectos desde sus orígenes, que en lo sucesivo le  permite organizarse de otra manera por la presencia y presión de nuevas ideas y necesidades. Así que el matrimonio y la familia no muestran su pureza sino hasta cuando se conforma la misma, como resultado un gran contraste con la crisis.

El mejor lugar para criar a los hijos con buenos valores es la familia, ellos serán capaces de tomar buenas decisiones que son necesaria para salir de esta crisis. Esto será posible gracias a padres, siendo ellos los primeros educadores y maestros, como lo ha sido durante todo la historia de la humanidad.

La familia es considera célula primaria y fundamental de la sociedad, está en crisis, sin embargo, debemos tener en cuenta que es el hijo quien nos hace padres y son los padres quienes nos hacen hijos. Cuando al hijo no se le inculcan valores e ideas tradiciones tales como la fidelidad conyugal, la entrada de la mujer al campo laboral, además las relaciones interpersonales dentro del matrimonio o la misión educadora de los padres, entonces el problema seguirá siendo una realidad en el futuro.

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