Capítulo X Enfoques Radicales y Marxistas
cecy_1303Ensayo30 de Noviembre de 2015
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Capítulo X
Enfoques Radicales y Marxistas
Hay un elemento de crítica social derivado del pensamiento radical que es ahora más esencial para la teoría del trabajo social que antes del mencionado periodo de influencia. Estos enfoques crearon un entorno teorético en el que el desarrollo de modalidades del trabajo social tales como la potenciación, la defensa y la elevación de la conciencia tuvo un auge que desemboco en la aceptación definitiva de dichas modalidades.
Rojek (1986) distingue tres posturas marxistas en el trabajo social:
- La posición progresiva, el trabajo social es un agente de cambio positivo porque conecta la más generalizada sociedad burguesa. Los asistentes sociales tienen un papel importante en la promoción de la acción colectiva y en la elevación de la conciencia, colaborando de esta forma a la consecución del cambio.
- La posición reproductiva, los asistentes sociales son agentes de control de clases que acrecientan la opresión de la clase trabajadora por las sociedades capitalistas.
- La posición contradictoria, los asistentes sociales son agentes de control capitalista que debilitan la sociedad de clases. Incrementa las capacidades de funcionamiento de la clase trabajadora y ofrecen parte del conocimiento y del poder del estado a sus clientes de la mencionada clase.
Galper (1980) Posición progresiva
Skenridge y Lennie Posición reproductiva
Corrigan y Leonard (1978) Posición contradictoria
El trabajador social radical aparece como resultado de la crítica que se le hace al trabajo social tradicional (psicodinámica) y de otra, de las demás teorías que se apoyan en las explicaciones psicológicas de los problemas sociales y de las teorías funcionalistas que tiende a dar por sentado el presente orden social.
McIntyre (1982) hace un útil resumen de la crítica radical sobre el trabajo social tradicional.
1. Las explicaciones del trabajo social tradicional reducen los complejos problemas sociales a problemas psicológicos individuales, tiende a “culpar a la víctima” haciendo a los clientes responsables de problemas que tienen orígenes sociales y aparta la atención de las circunstancias sociales.
2. Confina a la gente que tiene problemas aislándola de otras personas que podrían compartir esa experiencia con los que se impide que sea tratada en compañía de las mismas.
3. Fortalece y secunda el opresivo orden social del capitalismo.
Webb (1981) identifica cuatro principales teorías radicales y el trabajo social tradicional:
1. Acepta que la sociedad contribuye a generar problemas personales
2. La relación existente entre la gente y la sociedad es transaccional, reflexiva o interactiva de forma que podemos afectar a nuestras circunstancias sociales al igual que ellas nos pueden afectar a nosotros.
3. Persigue la autonomía del cliente social, el radicalismo acusa al trabajo social tradicional de ignorar o estar de acuerdo con las cortapisas sociales.
4. Le dan valor al insight, por estimar que a través de él los clientes sociales pueden comprender sus circunstancias y estar en disposición de actuar sobre ellas.
Ryant (1969) Menciona los defectos intrínsecos que forman parte de un sistema social apoyado en el capitalismo en su asistencia a la clase trabajadora y son:
- Los organismos sociales tienen roles limitados y fragmentados por lo que encuentran dificultades para tratar globalmente los problemas de los clientes y la gama de problemas sociales que necesitan atención.
- La financiación de los organismos sociales restringe los recursos disponibles y controla negativamente aquellas soluciones que son contrarias a los intereses económicos.
- La organización jerárquica y burocrática de los organismos sociales tiende a reforzar la cautela y el acatamiento de normas y convencionalismos.
- La representación en los comités de dirección en los órganos públicos responsables de las normas que rigen los organismos sociales.
- El profesionalismo del trabajo social hace que los asistentes sociales sean gratificados por la sociedad con status, altos ingresos y otras ventajas del cargo.
Se identifican cuestiones en los puntos de vista radicales del trabajo social y son:
1. Control social grado en que el trabajador social lo ejercita a través del estado en nombre de las clases dominantes.
2. Profesionalización grado en que esta es favorecida por el régimen educativo del trabajo social en detrimento de los intereses de las comunidades oprimidas y de los clientes.
3. Práctica de los enfoques radicales.
El trabajador social tiene la función del control social y que una des tareas es conseguir que haya conformidad.
Pearson (1975) llama “las vinculantes obligaciones de la sociedad civil”.
Satyamurti (1979) sostiene que en los organismos británicos del trabajo social, la asistencia y el control forman parte de la normatividad pública y sus funciones son difíciles de separar.
Goroff (1974) afirma que las actividades de muchos organismos sociales estadounidenses reflejan un control social coercitivo.
El trabajo social radical, se preocupa por el modo en que la profesionalización del trabajo social pone en desventaja los intereses de los clientes y hace que los asistentes sociales se consideren parte del estado y de los intereses sociales que oprimen a los clientes.
Illich y otros (1977) los profesionales buscan su propio beneficio en lugar de abogar por los intereses de las personas a las que sirven, han despertado una gran expectación.
Statham (1978), los radicales deberían estudiar las formas tradicionales de la teoría y la práctica para que viesen donde estaba la opresión. El trabajo social como ocupación y como conjunto de organismos no puede ejercer influencias decisivas en el cambio social.
Bailey y Brake (1975b y 1980) la práctica radical la presentan como “esencialmente comprensiva de la situación del oprimido en el contexto de la estructura económica y social en la que vive.
El trabajo social casuista no es rechazado, sólo aquel que sustenta la “hegemonía de la clase dirigente”, la hegemonía es el uso de la ideología por la clase dirigente para tener controlada a la clase trabajadora y la forma de actuación del trabajo social radical es a través de la acción colectiva.
Los asistentes sociales deberían unirse a las instituciones de la clase trabajadora especialmente a los sindicatos así como participar en la acción política y en la actividad comunitaria preferentemente dentro de las organizaciones obreras.
Bailey y Brake (1980) es el trabajo individual con clientes, los asistentes sociales deben hacer que la gente comprenda de qué modo la opresión le ha apartado de la sociedad, así como elevarle su autoestima. Debería hacerse distinción entre las necesidades personales y materiales.
El auge de los derechos sobre calidad de vida y defensa de los clientes son, unos logros importantes de la teoría radical. El trabajador social da primacía a las concepciones tradicionales de la familia, lo que pone a las mujeres en situación de servidumbre. Las mujeres eran muy a menudo las clientes del trabajo social y llegaban con problemas en los que muchas veces intervenían hombres o eran causados por ellos.
Estos se llegaron a aliarse con el desarrollo del movimiento femenino de los años sesenta y setenta, una manifestación feminista de la práctica de trabajo social con (Statham, 1978, Wilson, 1980; Valentich, 1986, Hanmer y Statham, 1988; Dominelly y Mc-Cleod, 1989).
Freire (1972; Brigham, 1977) en los años sesenta y setenta se abrió paso en Latinoamérica que el trabajo social de corte occidental era inadecuado porque no reconocía que en los países pobres la lucha por la mera existencia era lo que tenía la máxima prioridad.
Costa (1987) Una reconceptualización del trabajo social en Latinoamérica, haciendo hincapié en el papel del asistente social de funcionario a sueldo en alianza con la clase trabajadora y viendo a la práctica política como parte del trabajo social.
Las técnicas utilizadas está la de buscar la democratización de las instituciones sociales de forma que los clientes puedan hacer sentir su influencia dentro de ellas, crear espacios y servicios especialmente adecuados para gente trabajadora (derechos civiles y de bienestar social), adherirse a los movimientos sociales y utilizar a las asociaciones profesionales y a los sindicatos para promover el cambio.
Costa cita cuatro alternativas estratégicas de Faleiros:
1. La conservativa, es profesionalizar el trabajo social sin establecer compromiso político alguno.
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