Chile ¿preparado Para Catástrofes?

Chile es uno de los países con más riesgo sísmico del mundo. Está situado en el llamado círculo de fuego del Pacífico, línea de frecuentes terremotos y erupciones volcánicas que rodea virtualmente todo el litoral del océano y donde se producen el 80% de los terremotos que ocurren en el mundo.

Luego del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010 se detectaron una serie de Falencias en la capacidad institucional de los organismos públicos para enfrentar catástrofes naturales de escala nacional. En las semanas posteriores al desastre, se conocieron múltiples episodios de descoordinación, evidenciando problemas de reacción no sólo a nivel central, sino a nivel local.

Si bien, en los años posteriores se han realizado mejoras en los sistemas de respuesta inmediata a nivel nacional, en la dimensión local, de responsabilidad municipal, no existen a la fecha nuevas políticas o programas ad hoc que mejoren sustancialmente la capacidad de respuesta frente a estos episodios, y por tanto esta dimensión local podría presentar las mayores falencias para enfrentar futuras situaciones de emergencia. Si proyectamos lo que sabemos de la realidad municipal, es probable que en los próximos 2 o 3 años, no existan ni mejores instrumentos, ni mejores instalaciones, ni más capacidades municipales para hacer frente a una catástrofe a gran escala y a las semanas posteriores a ella.

Tanto por factores geográficos, cómo por características más estructurales que incluyen las marcadas diferencias sociales y el déficit organizacional a nivel municipal, el caso chileno resulta paradójico al contrastar el nivel local con el nivel nacional. En el contraste entre ambas dimensiones, es relevante considerar que características como las ya nombradas son un factor relevante a la hora de enfrentar catástrofes, pudiendo ser causal de respuestas disimiles con consecuencias graves para la seguridad de la población.

La extensión territorial, es un factor que hace compleja la coordinación efectiva de la respuesta a catástrofes de gran envergadura: Dado que Chile se estructura en un eje norte-sur vía terrestre donde hay cerca de 5000kms de extremo a extremo, incluyendo segmentos del recorrido que deben hacerse por vía Argentina. Hay que considerar que el transporte por tierra, por ejemplo de camiones con abastecimiento en casos de emergencia, podría tardar unas 12 horas desde Santiago a Puerto Montt, suponiendo que la Ruta 5 está operativa luego de una catástrofe.

El Transporte marítimo, no resulta una solución rápida y el caso del transporte aéreo queda supeditado al estado de las instalaciones en los aeropuertos. El 27F mostró que existe posibilidad real de que se produzcan problemas en todas las vías anteriores, simultáneamente. El aislamiento geográfico también es un factor importante, ya que puede llegar a ser un elemento crítico a la hora de responder a emergencias en localidades cordilleranas

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