Ciudadanía: Práctica política y social. Pobreza

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EQUIPO 1

JAIME RENÉ SEMERÍA SANTIAGO A01112494 SINALOA

VICTORIA RENDÓN RIVERA A01740048 SINALOA

ELIA CAROLINA ESCAMILLA NIEBLA A01740037 SINALOA

MANITSI ANAHÍ BOJÓRQUEZ PÉREZ A01113993 SINALOA

JESUS ERNESTO VALDEZ TRAPERO

ESCENARIO 1

ANTE LA POBREZA ¿QUIÉN RESPONDE?

Amelia Hernández Gámez

Tutora

Ciudadanía: Práctica política y social.

DESCRIPCIÓN DE HECHOS

La pobreza es un factor y problema social que ha afectado desde siempre a la humanidad. México no está exento de ella. Según el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) la pobreza se define a la situación de una persona o un grupo de personas que cuenta con al menos una carencia social de los 6 indicadores , los cuales son: el rezago educativo, acceso a servicios de salud, seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos de vivienda y alimentación; a las personas que cuentan con más de 3 carencias se les considera en pobreza extrema.

En 2016 la situación de pobreza alcanzó cerca de 4 millones más de mexicanos que en el año 2008, alcanzando así al 43.6% de la población, de los cuales el 7.6%, es decir 9.4 millones, se encuentran en situación de pobreza extrema. Los estados mayormente afectados son Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla.

Hasta el día de hoy, según el CONEVAL, los programas sociales han sido una estrategia incompetente para combatir este problema, y se puede observar en los resultados del aumento de la población en situación de pobreza. El nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador está buscando restar la situación de pobreza haciendo que el salario mínimo exceda la línea de bienestar mínimo, esto basado en la constitución, que dice “un trabajador formal que trabaja ocho horas puede hacer que él y su familia no estén en situación de pobreza extrema”.

Por otra parte, el gobierno presenta nuevos sistemas de apoyo, aumentando al doble las pensiones de los adultos mayores, además del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”.

La Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) realizó una encuesta a poblaciones que se consideran en situación de pobreza alimentaria, de capacidades y/o de patrimonio, que nos presenta el otro lado de la moneda. Los resultados nos presentan que las comunidades en situación de pobreza comparten la definición con CONEVAL, es decir, definen a la pobreza como la falta o carencia de satisfactores inmediatos, como la comida, el dinero, o la vivienda.

Un resultado interesante que nos presenta esta encuesta fueron los motivos por los que las comunidades creen que existen la pobreza; solo el 19% piensa que es por no trabajar, el 16% se lo atribuyen al gobierno, pero un 50% piensan que es factor del destino o de la suerte. Para solucionar el problema, casi el 50% se lo atribuyen al aumento de empleo y salarios, y un 28% a situaciones políticas, apoyos de gobierno, planes de gobierno. Por el lado de aplicación a justicia social el resultado más relevante fue el 41.7% representando que el gobierno debe proteger a los más pobres, compartido con el resultado de políticas sociales que debería ejercer gobierno, que presentan un 34.4% para atender a los más pobres y un 26.3% que dice atendiendo las necesidades de todos. Las comunidades también dijeron que para combatir la pobreza ellos debían colaborar con Gobierno (44%) y sus familias (37.52%), además que en la mayoría de los resultados los pobres definen a las familias como la institución por excelencia. Finalmente se presentan resultados que nos dicen que ser una mujer pobre es más difícil que ser un hombre pobre.

ANÁLISIS

La pobreza es algo que ha estado creciendo según los hechos que se nos presentan en el caso. Es difícil encontrar una razón circunstancial de la causa, sin embargo, los estudios previamente presentados nos han permitido tener una visión mucho más holística de las perspectivas de gobierno y sociedad.

La ignorancia no es un tema para nada nuevo. Desde tiempo muy remotos se ha utilizado como una de las mayores armas para controlar a las masas, como ejemplo podemos encontrar el triunfo de las religiones y el poder que tenían en épocas donde la mayoría de la población no sabía leer ni escribir, eran guiados solamente con lo que otros decían sin importar que tan descabellado se escuchara.

Para entender este tema primero es necesario definirlo. Ignorancia, según la real academia española, se define como la falta de ciencia, de letras y noticias, general o particular; en lo personal me gusta definirlo como la falta de conocimiento. Realmente es un tema bastante amplio, pero nos centraremos en dos partes específicas. La falta de educación en México, y la apatía a el conocimiento.

Según el foro económico mundial, en 2016 el 53% de los adultos jóvenes de México contaba con educación por debajo de la media superior, y solamente el 17% había cursado la educación superior, lo que nos deja un país donde el 83% de su población no llegó a estudiar una carrera universitaria. Si vemos este problema desde el punto de la desigualdad encontramos que un adulto con educación terciaria gana 56% más que un adulto sin ella, además que tienen un 10% más probabilidad de encontrar empleo. Sin embargo, no todo está perdido en 2015 la tasa de matrículas inscritas a alguna universidad aumentó el 5% lo que pronostica buenas cifras para los siguientes años.

Por otra parte, en 2015 México ocupó uno de los últimos lugares en calidad de educación. De los 124 países analizados por el World Economic Forum, México ocupó el lugar 102 en educación primaria y el 107 en educación secundaria. Sin embargo, en 2017 la OCDE lanzó un comunicado, gracias a las reformas educativas lanzadas en la gestión presidencial pasada la calidad de la educación el país aumentó en un 5% en comparación con años anteriores.

La Apatía a el conocimiento o la falta de interés a distintos temas se ha convertido en una de las principales causas de los problemas sociales del país, tales como la corrupción y el mal manejo de recursos.

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