Comite Olímpico Guatemalteco

Introducción

Dentro del presente ensayo monográfico se pretende dar a conocer a través de un

análisis la progresión histórica del proceso que ha vivido y sufrido la sociedad

guatemalteca a partir de la época de la conquista y cómo el mal repartimiento de

la riqueza ha provocado un desarrollo desigual en la sociedad, desembocando en

la crisis que hoy por hoy afecta a la gran mayoría de la población guatemalteca.

Para analizar este problema y poder llegar a plantear algún tipo de solución a la

problemática es necesario mencionar sus causas, una de ellas es el poder de

inferencia que tienen todos los acaudalados en las decisiones de carácter

socioeconómico que afronta Guatemala.

El análisis de esta problemática social se realizó con el interés de determinar el

origen de la desigualdad económica que aqueja a los guatemaltecos, buscando

comprender por qué, con el pasar de los años, no se ha podido reducir en lo más

mínimo la brecha abismal que existe entre los ricos y pobres en la nación.

A través de la documentación investigada se determinan aspectos que marcaron

el rumbo del sistema económico que rige a la nación como la manipulación, el

aprovechamiento y la injerencia que han tenido países poderosos, que además de

beneficiarse de cuanta oportunidad se les presenta para sabotearnos, han

mermado la libertad del pueblo. Dando como resultado “ricos cada vez más ricos y

pobres cada vez más pobres”.

Por otra parte, conociendo los antecedentes históricos y las causas que

propiciaron las diferencias de estratos económicos en la sociedad se puede

generar una idea más clara del proceso de “desarrollo económico” que se ha

vivido en el país y juzgar si el sistema, bajo el que ha vivido la sociedad

guatemalteca, ha resultado producente o contraproducente para la mayor parte de

la población.

Para ello se establecen indicadores que permitan evaluar el pasado comparándolo

con el presente y establecer a partir de ahí lo desfavorable y nefasto que resulta

para una nación tener diferencias tan grandes a nivel económico, y por ende

social.

En el ámbito profesional, para el Comunicador Social resulta indispensable

conocer la realidad a partir de los hechos históricos que la marcaron a la sociedad,

para transmitir mensajes verídicos y fundamentados adecuadamente a su público

receptor.

Este estudio es presentado a manera de ensayo monográfico histórico,

remontándonos desde el descubrimiento y Conquista, hasta llegar a la era

democrática en la que nos encontramos actualmente, siempre dejando a entrever

la situación de la repartición de la riqueza en el país.

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La mala repartición de la riqueza en Guatemala

origen de la crisis del país

No cabe duda que Guatemala es un país rico desde muchos puntos de vista,

lastimosamente al hablar de riqueza económica se puede observar que ésta se

encuentra repartida injustamente entre los sectores de la población.

Esta repartición desigual de la riqueza ha desembocado en altos niveles de

pobreza. Según el Informe Global de Desarrollo Humano 2013 producido por la

Organización de Naciones Unidas el 51% de la población guatemalteca se

encuentra en pobreza y de esta población el 14.5% se cataloga en pobreza

extrema.

Se define la pobreza como“una situación o forma de vida que surge como

producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer

las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste

del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda,

la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable” (Wikipedia.org)

Esto quiere decir que en Guatemala el 51% de la población no puede cubrir de la

mejor manera sus necesidades básicas, de igual forma sabemos que el otro 49%

se subdivide en clase media (la gran mayoría) dejando a unos pocos en la cima de

la pirámide, siendo los más acomodados.

Para pretender conocer la problemática real de la crisis del país se hace necesario

estudiar el proceso histórico por el que la población guatemalteca ha pasado y ha

desembocado en la situación actual.

La llegada de los europeos y la conquista de Mesoamérica

Luego del descubrimiento de América, al verse enfrentados los nativos con los

europeos, los segundos aventajaban a los nativos americanos en el uso de armas

y en el desarrollo de tácticas de guerra. Por ello, a su llegada, les fue fácil despojar

a los indígenas de sus riquezas y su libertad.

Especialmente, las ventajas de los conquistadores se pueden resumir en el uso de

la caballería, la utilización de armas de fuego y el uso de armas de metal; con

estas pretendieron saciar las motivaciones con las que vinieron al nuevo

continente, entre las que destacan la búsqueda de riqueza fácil, ansias de gloria,

deseos de aventura y el compromiso que se adquirió de dispersar la religión

católica.

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El descubrimiento y conquista de América desde el punto de vista económico

aparece como una avanzada mercantil en un mundo feudal que declina

especialmente para el Reino de España.

Teniendo en cuenta la situación de decadencia que vivía la economía del Reino

Español, era de esperarse que como conquistadores hicieran lo posible para llenar

sus arcas a costa de las riquezas del Nuevo Mundo.

Al inicio, especialmente en Guatemala al no encontrar tanta riqueza en minerales

como lo descubierto en Sudamérica la paga de ésta pobreza fue recompensada

por los nativos en especie, a través de trabajos forzados en arquitectura y

agricultura para mantener a los nuevos Señores de la Tierra.

La conquista y el proceso de coloniaje posterior a ésta trazaron en Mesoamérica el

desarrollo del capitalismo desde sus inicios. Es decir, la existencia de una fuerza

de trabajo libre y la existencia de un mercado de cambio por dinero, tanto del

trabajo libre como de los productos de dicho trabajo.

El desarrollo histórico de las relaciones de producción en Guatemala, al menos el

de aquellas que tienen alguna significación en la actualidad, se inicia con la

apropiación de la fuerza de trabajo por parte del conquistador de la forma de

esclavitud, al mismo tiempo comienza una lucha entre explotadores por apropiarse

al máximo de esa fuerza de trabajo que representaba el conquistado. (Figueroa,

pág. 39)

Este tipo de esclavitud propinada a los nativos departe de los conquistadores se

veía disfrazada mediante estructuras sociales denominadas como repartimiento y

encomienda.

El repartimiento, iniciado en Las Antillas por el mismo Cristóbal Colón, consistía en

el Reino de Guatemala en que cada domingo, un 25% de los varones indígenas

que tuviesen entre 16 y 60 años de edad, con excepción de los alcaldes del

pueblo y de los que estuviesen enfermos, debía reunirse en la plaza u otro lugar

público de la respectiva reducción, para esperar a los mayordomos de las

haciendas de españoles de las vecindades, quienes al día siguiente se llevaban a

los trabajadores, según las cuotas establecidas en un padrón levantado por

mandato del presidente de la Audiencia. (Martínez, 1981)

Por otro lado la encomienda, muchas veces confundida con el repartimiento,

consistía en que una cantidad de de indígenas eran asignados a cierto capataz,

con la excusa de que éste tenía la obligación de darles vivienda, asegurarles

educación en la religión cristiana, darles las condiciones de vida necesarias para

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su pleno desarrollo y enseñarles el idioma castellano a cambio del trabajo de los

nativos.

Era de esperarse que debido a la ambición de los hacendados las condiciones de

vida justas para los indígenas fueran perpetradas juntamente con su dignidad.

En un intento de frenar los abusos de los conquistadores que fueron observados

por varios frailes católicos, la Reina Isabel de Castilla en conjunto con la Iglesia

Católica dispusieron a través de las Leyes Nuevas u Ordenanzas de Barcelona

una nueva forma de trato más justo para los nativos conquistados.

Dichas leyes contenían una serie de disposiciones relativas al gobierno de las

tierras recién conquistadas. Las Ordenanzas de Barcelona prohibieron bajo pena

de muerte, toda clase de esclavitud, incluida la esclavitud virtual encubierta con el

título de repartimiento y encomienda.

Dentro de las nuevas formas de trato a las comunidades nativas se nombraba un

nuevo tipo de encomienda; esta encomienda, distinta a la anterior, no implicaba el

dominio directo del español ni sobre los indígenas ni sobre las tierras, únicamente

tenía derecho sobre el tributo que el rey le cedía.

Obviamente este tipo de regulaciones en las que se convertía a los indígenas en

nuevos ciudadanos del Reino (ordenando que estos pagaran solamente un tributo)

no fue de mucho agrado para los colonos.

Era de esperarse

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